POVS NAZLI
No pensé que llegaré a ver a Kais, y es más, no me imaginaba que me vea de esta manera. Sinceramente después de pasar la noche entera llorando no tengo buena cara, y lo que odio es demostrar mis malos sentimientos aunque más de una vez lo hice.
-Cariño –llama mi atención mi compañera de habitación. Que es una mujer de una edad bastante avanzada -¿Estas bien? –achina sus ojos para verme mejor .O eso creo.
-Si. –sonrío sin ganas.
Vuelvo a mirar por el ventanal mientras recuerdo y una y otra y ora vez las palabras deYousef, ¿Será que siente algo por mi? Rápidamente aparto ese pensamiento de mi mente y decido relajar un momento cerrando mis ojos.
Siento algo liso y suave rozar mi cara, y dedos jugueteando en mi pelo, no se de qué o de quien se trata por lo que con un esfuerzo sobre natural abro los ojos intentando enfocar.
-Hola pequeña –reconozco los ojos color oliva de Nieves.
-Hola –me acomodo y me quito la mascarilla de oxigeno.
-¿Estas mejor? –me mira con su mirada preocupada y tierna.
-Supongo –intento sonreír.
-¿Solo supones? –arquea una ceja.
-Si, o sea estoy bien pero no bien del todo. –aclaro. -¿Qué hora es? –pregunto al ver que fuera esta oscuro.
-Las 10 de la noche. –deja un beso casto sobre mi mejilla.
-¿Tanto que he dormido? –me paso la mano por la frente tocando el parche.
-Por lo visto si. –sonríe.
-¿Y mi hermano? –miro hacia los lados en su busca.
-Le he obligad a que vaya a casa a comer y que se duche, él también lleva un día agotador. Vendrá a verte y después se ira a dormir yo me quedo contigo esta noche –dice con su voz neutra.
-No quiero molestar Nieves, tú también tienes que quedarte con tu novio. –digo n tanto molesta.
-Dirás mi ex –desvía la mirada.
-¿Cómo? –la miro atónita.
-Pues eso, hemos terminado esta mañana.-me mira a los ojos y pone una mueca.
-Nieves yo... -digo intentando no ser la causa, bastante tengo con la distancia que he provocado entre Yousefy yo.
-No eres la culpa. –acaricia mis heladas manos.
-¿Entonces?
-Esta mañana, salí a comprar pan y vi a Kais, que me dijo que vino a por el informe de Yousef. –su nombre me provoca escalofríos. –Y nada me quedé hablando con él y le pregunté sobre la causa, y me dijo... -suspira –Que es por tí.
-¿Qué? –me empiezo a alterar.
-Tranquila –me agarra la mano y la caricia con su dedo pulgar. –Me contó que a lo mejor habéis discutido o algo pero nada más. Después fui a comprar el pan y cuando volvía me choco con Yousef, iba muy despistado y encima cabreado.
-¿Qué le pasaba? –me preocupo.
-Pues que quieres que te diga –resopla. –me conto lo que sucedió en el pasillo y me declaro algo. –me mira a los ojos.
Decido que cambie de tema, mi cuerpo tiembla al completo y no estoy preparada para otro ataque de ansiedad.
-¿Y que tiene que ver esto con Alberto? –pregunto intrigada.
-Pues...que cuando estaba contándome Yosef lo sucedido estaba mal, y solo me quedaba la opción de abrazarlo. –una sensación de celos me invade. Y por otro lado deseo estar en su lugar. –Y resulta que Alberto estaba detrás. Cuando iba para mi piso me para y me dice que no quería saber nada de mi. –Me sorprendo porque su voz es tranquila y en sus expresiones no se nota ni dolor ni nada. "Ojala fuese igual que ella".
-Y... -me intrigo.
-Y que lo mande a tomar los cuatro vientos, nadie tiene derecho a decirme que es lo que tengo que hacer.
-Lo siento Nives, se que todo es por mi culpa, quizás si no hubiese discutido con Yousef nada de esto estaría pasando. –me culpo a mi por todo.
-Tu no tienes la culpa Naz, sabes que lo que has hecho fue lo mismo que hice yo, el también no tiene derecho a separarte de Alae, él no es cualquiera. –me sorprendo al saber que sabe esta parte.
Que vergüenza.
-Ya los sé, pero Yousef tampoco –le miro fijamente a los ojos y a lo que ella hace los mismo.
-Te quiere –dice de repente.
-¿Qué? –pregunto atónita.
-Yousef te quiere, está enamorado de ti –sus palabras suenan como eco en mi cabeza.
<<Te quiere>>
<<Está enamorado de ti>>
-Que... ¿Que dices? –mis manos sudan.
-Pues lo que acabas de escuchar. –se cruza de brazos y se acomoda en la silla.
-¿Bromeas? –no puedo creer lo que está pasando.
-¿Me ves con cara de broma? –su voz suena molesta.
No me lo creo, no puedo creer que ella me este diciendo eso, quizás me lo esta diciendo para que no este mal, pero...¿Quiere ilusionarme? ¿Y si es verdad? Me llevo la mano a mi pecho mientras este se eleva una y otra vez pidiendo aire con urgencias.
Nieves parece notarlo, a lo que me pone la mascarilla de oxigeno rápidamente y me obliga a acostarme.
-Tranquilízate –me frota las manos.
-Nieves...Yo...También estoy enamorada del no puedo quitarlo de mi mente.–una lágrima quema mi cara.
-Shhh tranquilízate –junta nuestras frentes y seguidamente me abraza.
Ese abrazo que hace que te desahogue llorando y que la persona que te abraza te abrace más fuerte dando a entender que puedes llorar todo lo que quieres y que nadie te va a llamar débil ni se reirá de ti.
Me separo de ella y limpio las lágrimas.
-Cálmate ¿Si? –sonríe y yo asiento con la cabeza.
Un silencio aterrador rodea la habitación. Solo se escuchan mis agitadas respiraciones y el tictac del reloj.
-Hola chicas –reconozco la voz de mi hermano.
Lleva una bolsa en la mano, se acerca a nosotras y deja un beso casto sobre mi frente y saluda a Nieves con un apretón de manos. Entre ellos hay un respeto inexplicable.
-¿Como va todo? –nos mira a las dos.
-Todo bien, ¿A que si Naz? –me dedica una mirada de "no arruines la cosa"
-Si todo bien –intento sonreír.
Estuvimos una hora hablando, me reía por las expresiones de Nives y Jaber, pero lo que me dijo nieves sobre Yousef no parta mi mente. Deseo estar ahora mismo abrazándolo y besar esos labios que tantas ganas tengo de saborearlos. Mis ojos empiezan a pesar y tengo ganas de cerrarlos.
-¿Tienes sueño? –Jaber pasa su mano por mi cara acariciándola.
Asiento con la cabeza y decido cerrar los ojos.
-Bueno yo voy a casa –noto como Jaber se levanta.
Abro los ojos rápidamente y lo localizo antes de que salga.
-Jaber –se gira –¿Cuando me dan de alta?
-No lo sé cielo –se sienta a mis pies –Quizás mañana, cuando salgan los resultados. –mira a Nieves nervioso y sospecho que ocultan algo.
-¿Tanto que tardan?
-Naz, esto es un hospital y no solo estas tú, hay muchísima mas gente, por eso tardan –su expresión también es nerviosa, por lo que me confirma que hay algo.
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Te Quiero Y No a Ratos
Teen FictionLos Obstáculos no son motivos para detenernos sino es una medida para saber cuántas ansias tenemos de conseguir nuestros objetivos. Con Nazli y Yousef aprenderemos lo que es el amor verdadero y entenderemos que si hay amor ni la distancia ni la muer...