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N. Piscis  

 Nunca le e contado esto a nadie, ni siquiera a Sasha. Lo que me a sucedido dentro de estos tétricos muros ,no se si en algún momento lo are, lo mas probable es que no, por que....a quien se lo diría, mis padres me dejaron aquí....sola con estas horribles personas que por muchos años fueron la única familia que conocía y mi tío con sus científicos torturan y aterrorizan personas en el nombre de la ciencia...lo más aterrador es que eso ya se volvió una rutina para mi, si utilizo mis habilidades en diferente hora o modo al que ellos dicen me llevan al sótano, un lugar diseñado par bloquear nuestras habilidades y hacernos imposible en escapar, un lugar sucio, oscuro y pequeño, cada vez que quieren nos hacen distintas pruebas, entre mas grandes son tus habilidades más rigurosas son las pruebas, más dolorosas, dejando marcas más grandes ,de más de una forma, por mucho tiempo pensé que eso estaba bien, que era normal que las personas se hicieran eso entre ellas hasta que llego alguien que me mostró que no..que estaba mal y que no tenia por que seguir viviendo así.

Esa persona fue Sasha, jamas le e contado lo que paso antes de conocerla pero, Sasha la hija de uno de los científicos del lugar, todos piensan que yo era la única persona que vivía aquí antes de que ellos comenzaran a llegar pero no es cierto, hubo otros Sasha, vivió mucho tiempo conmigo ella era mi compañera de cuarto antes de Virgo mi única amiga antes de ellos, ella no sabía lo que pasaba aquí y jamás pensé en contarle ya que no era algo que yo considerara raro o malo, no..de echo yo pensaba que estaba bien, Sasha también tenía habilidades aunque las suyas parecían ser menos peligrosas que las mías resultó que...también podían llegar a hacer daño.

Sasha podía controlar una niebla que salía de su cuerpo, esta contaba con el poder de causar que la persona que entraran en contacto con ella sufriera de alucinaciones, casi como una droga, ella parecía una niña normal pero cuando teníamos 8 años sus poderes comenzaron a manifestarse. Al principio no era nada de qué preocuparse, pero luego una vez, todo se puso feo, ella descubrió lo que me hacían aquí, no todo pero si lo suficiente como para que su poder se manifestará junto con sus emociones, causando que todo el que estuviera en la niebla viera sus peores miedos, a partir de allí ella comenzó a ser sujeto de los experimentos de mi tío, en muchas ocasiones a manos de su propio padre, hasta que un día explotó, repleta de un desprecio absoluto por todo a nuestro alrededor, muchos ese día se quitaron la vida incluyendo su padre. De esa manera fue que escapamos.

No escape yo sola, ella fue conmigo, las cosas ese día se pusieron mal, se escuchaban gritos, personas corriendo, podía sentir la desesperación y la muerte a mi alrededor, eso para mi fue demasiado, mis poderes se sobrecargaron causando una explosiona de energía que hizo que la pared del patio en la que me refugiaba, el único lugar despejado explotara, cuando la tuve cerca de mi no dude, tome su mano y corrí, solo corrí.

Logramos sobrevivir unas semanas ,vagando por el bosque que rodea la academia con ayuda de una señora mayor, una ermitaña con habilidades extrañas, hasta que decidimos salir del bosque de una vez por todas, caminamos por el pueblo cercano hasta que un policía nos detuvo, aparentemente nuestra apariencia estaba llamando demasiado la atención, intentó llevarnos a la estación de policía. 

Yo estaba aterrorizada, alerta y con los nervios de punta, hacía mucho que no había estado en un lugar con tantas personas, los sentía a todos y me agobiaba, el oficial se dio cuenta. Fue muy cuidadoso a la hora de preguntarnos acerca de dónde veníamos y por nuestra desaliñada apariencia, a pesar de ambas estar reticentes a hablar, sabía que podía confiar en el, a lo largo de mi vida, había podido sentir a muchas personas, cada persona tiene una vibra diferente que los define, a mis ojos a siempre habrá algo que sobresalga de cada persona, como un aura que las rodea, en su caso era amabilidad, se sentía bien, ese tipo de aura que solamente había podido percibir en algunos niños. Hablamos un poco, a pesar de todo no podíamos simplemente confiar a ciegas.

Por un tiempo vivimos con el, nos consiguió todo lo que necesitáramos para vivir, ropa, comida, entretenimiento, viví muchas nuevas experiencias en aquel lugar, también nos consiguió plazas en un escuela para personas especiales, no como la academia que era más como una prisión, una normal, pensamos por un rato en que hacer, por un lado podíamos volver a la academia y buscar información para destruirla desde dentro con ayuda de la policía, tenían que armar un caso si querían arrestar al director y cerrar la escuela, pero por otro podíamos irnos y tener una vida nueva como adolescentes relativamente normales, Sasha se negaba a volver por lo cual decidimos que lo mejor sería irnos. Cuando estábamos apunto de partir nos enteramos de algo horrible, la academia había recibido a un nuevo estudiante un chico de mi edad con un poder increíble pero extremadamente peligroso si no lo controlas bien y si estaba en la academia era por algo, no podía, me negaba rotundamente a dejar que alguien pasara lo mismo por lo que yo pase solo. Simplemente no.

Después de una larga discusión con Sasha y aquel amable oficial tome mi decisión, no me importaba lo que pasaba si volvía y así podía evitar que alguien más sufriera lo haría, no deje que nadie me detuvieran y aunque hubieran querido no podrían, ya había tomado mi decisión y no había nada que pudieran hacer para evitar lo, así que Sasha partió a aquella nueva escuela y yo a la academia, no sin antes  asegurarse de que tuviera una manera de comunicarme con ellos.

El oficial me llevó hasta la entrada simulando como que acababan de encontrarme y que al ser el único lugar donde podían llevarme me llevaron allí. Mi tío estaban en la puerta esperando, le agradeció al policía el haberme regresado a casa, simulando ser un pariente aliviado, pero apenas él se fue el infierno volvió, esa vez mi tío me llevó personalmente al sótano, patalee y le suplique que no lo hiciera pero...él repetía que me lo merecía por haberme escapado, que había sido una malcriada que casi arruina todo lo que tantos años le costó construir, después de todo estuve fuera casi dos meses, los mejores meses de mi vida sin lugar a duda, todo tiene que llegar a su final después de todo.

No se exactamente cuanto tiempo estuve allí abajo, pero lo que si se es que todas las cosas que me hicieron no son humanas, como siempre, la mayoría de los recuerdos de aquel lugar están borrosos en mi memoria, son confusos pero recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Aries en ese sótano.

Estaba adormilada y entumecida por el helado habiente que me rodeaba cuando de repente a lo lejos pude sentir calidez, vi a ese chico moreno viéndome con curiosidad. Al principio no lo pude distinguir en su totalidad, con el paso de los días, fue imposible de ignorar, el se sentía como nadie que jamás hubiera conocido, era tan intenso que quemaba, una sensación completamente distinta, brillaba con tanta intensidad que me quitaba el aire, por un momento haciéndome olvidar de todo el dolor y la muerte que siempre volviera a la academia como un frío manto que me acompañaba a todos lados.

Juntos llegamos a un acuerdo, nos iríamos de ese lugar,  pero antes nos aseguramientos que cayera, hasta la más pequeña roca que formaba sus cimientos. Sin importar cuánto tiempo  tardaremos en conseguirlo.

 Sin importar cuánto tiempo  tardaremos en conseguirlo

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"La Academia" (Edición) [#1 A.P.N.E]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora