Capítulo 5

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-Narra Willy-

La cena había transcurrido con normalidad, Vegetta hizo un comentario a cerca de mi físico que hizo que me sonrojase, pero nada mas de importancia, al salir del restaurante propuse de pagar a medias, cosa que me impidió Vegetta pagando él toda la cuenta. Me sentí mal, pero pensé en pagar yo todo lo que tomásemos después en el bar.

Fuimos andando hacia el lugar de copas que decía Vegetta que estaba estupendo, se encontraba a dos calles de mis restaurante, no estaba muy lejos pero aún así hice uso de mis quejidos, cosa que hizo que Vegetta se ríese, ¡madre mía! ¿Este chico se ríe por todo?. Tardamos unos diez u once minutos en llegar.

En la puerta se encontraba un hombre de color que era 4 veces yo, en alto y en ancho, entramos sin problema, me pareció extraño que no me pidiese el carné de identidad puesto que en Madrid lo solían hacer con bastante frecuencia. Vegetta se precató y me dijo: -Vaya vaya Willy, parece que aquí en Estados Unidos aparentas ser mayorcete. Lo miré con descaro y le respondí: -Una lástima no pertenecer a la 3ª edad como tú. dije de forma pícara para que se cabrease, solíamos hacer bromas de este tipo contínuamente. -Lo mismo te cojo y te estampo la cabeza que tienes. Añadió agarrándose los nudillos, me hizo gracia ver a Vegetta en plan bestia. -¿Entramos o qué? Comenté a la vez que Vegetta afirmó con la cabeza.

El local era extremadamente amplio, había una barra inmensa llena de gente y una pista de baile mas grande y con mas gente aún. Acompañando a la música de ritmo, existía una luz rosácea y morada que atenuaba la sala y nos ponía en situación. Ambos quedamos sorprendidos por el ambiente que había. Nos acercamos a la barra para empezar a calentar motores, Vegetta detestaba beber y yo digamos que tampoco tenía mucha experiencia, pero un día es un día. Pedimos unos chupitos fuertes para entrar en calor y empezamos a observar la pista de baile en busca de gente con la que relacionarlos y pasar la noche. La pista estaba repletita pero parecía que Vegetta le había echado el ojo a algunas. No me dio tiempo a terminarme el chupito cuando Vegetta me trajo un ''Gintonic" no entendía mucho de bebidas alcohólicas, pero lo cierto era que no me agradaba el sabor de aquella mezcla. De todos modos me agarró del brazo y nos adentramos en el bullicio de gente. Vegetta se me acercó al oido para hablarme, puesto que el tono de la música era demasiado elevado, sentir su aliento en mi oreja hizo que me estremeciese: -Willy, tu que dominas mejor el inglés, preséntanos a estas chicas. El comentario me hizo gracia, ya que Vegetta no entendía mucho de inglés, aunque habíamos mejorado considerablemente desde que vivíamos aquí. -¿Qué dices loco?, llámalas tú. Añadí puesto que no me agradaba nunca dar el primer paso en algo, y si eso lo combinas con mi timidez, apaga y vámonos. Vegetta hizo algunos gestos a las chicas y éstas empezaron a reír. Los dos nos encontrábamos algo subidos puesto que el alcohol estaba empezando a subir. Vegetta se acercó a la féminas y añadió -You! Dance with Willy and me? Las chicas asintieron riéndose, antes de empezar a bailar Vegetta se acercó por cuatro gintonics uno para mí, otro para cada chica y uno para él. Yo estaba empezando a entrar en calor y por lo tanto a perder la vergüenza, me lancé y comenté a las chicas -What's your name? Eran dos chicas, las dos guapísimas, una era alta de pelo castaño y ojos verdes, un cuerpo delgado y piel morena. La otra era un poco más bajita pero también era alta, rubia de ojos azules y piel pálida. Las chicas me respondieron, la morena agarró a la chica rubia por el hombro y añadió :-I'm Emmy and she's Rachel. Les dediqué una sonrisa y Vegetta se me volvió a acercar al oído. -La rubia pa' mí. Sonreí y las chicas se quedaron extrañadas, la verdad era que yo le había puesto el ojo a la morena. Vegetta empezó a bailar con la chica rubia muy juntitos, yo hice lo mismo con Emmy, pero si os digo la verdad no fue porque quisiese, fue simplemente por que Vegetta no me ganase esta noche.  Bailamos sin descanso y bebimos como 3 gintonics más, estábamos borrachos, y no teníamos control de nuestros actos, me giré para ver como iba mi compañero y lo ví besándo y metiéndole mano a la rubia, me entró tanta impotencia que agarré a Emmy e hice lo mismo. Muy pocas veces había besado a una chica, la verdad es que no estaba nervioso y no tenía nada de vergüenza, sería efecto del alcohol. Sus labios eran mullidos y blandos, pero no sentí nada.

Me dirigí al aseo y Vegetta acudió trás de mí. Me estaba aclarando la cara cuando Vegetta me habló: -Willy has visto, tengo a Rachel en el bolsillo, me ha dado su número. Apenas se podía mantener en pié, yo  no le pedí el número a Emmy por la simple razón de que sabía que no le iba a hablar, ella no me gustaba, como ninguna chica, pero no quería amargarme esta noche. -Vegetta yo me voy a casa, estoy cansado. El alcohol no me sentaba bien y mis ojos lucían cansados frente al espejo del servicio, eran las 4 de la mañana y necesitaba dormir. -Venga macho...Bueno vámonos. Parecía que aún tenía ganas de marcha, no sé de dónde sacaba tanto ímpetu. -No, no quédate, yo estoy mareado. Vegetta me agarró del hombro y me miró con una sonrisa, apestaba a alchohol, pero seguía igual de sexy. - Si tu te vas, yo también terminó la oración con otra sonrisa. Pagamos la cuenta y nos fuimos. Cada vez me daba más cuenta de lo que significaba Vegetta para mí.

Wigetta | Un secreto a voces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora