Capítulo 10

143 10 2
                                    

-Narra Vegetta-

-Ahora es mi turno. Titubeó mi compañero. Hizo que me sonrojara, pocas personas lo solían hacer, besé lentamente sus labios y tras esto Willy bajo hasta mi miembro, empezó a masajear la zona provocando una sensación muy agradable para duespués continuar el trabajo con la lengua, fue inevitable que soltara algún que otro gemido, estaba embriagado por el placer que producían el contacto de sus labios húmedos y mi ... No era la primera vez que recibía sexo oral, pero sí la primera con un hombre, en cambio para mi compañero era la primera vez en todo puesto que nunca había llegado a intimar con una chica. Willy continuó haciendo movimientos más bruscos y rápidos que me proporcionarón mayor satisfacción aún, lo detuve para volverlo a besar, necesitaba tener sus labios junto a los míos. Acto seguido me puse encima de Willy y le levanté las piernas, me dedicó una mirada asustada a lo que le dije: -Lo haré despacio. Estabámos muy avergonzados pero necesitaba sentirme dentro de su cuerpo, ser uno solo. Acaricié suavemente la nalga de mi compañero y me coloqué un preservativo sobre mi miembro, acto seguido entré lentamente dentro de Willy a la vez que lo besaba, Willy soltaba gemidos de dolor que intentaba ahogar, yo lo embestía suavemente para intentar no provocarle dolor y acariciaba su pelo simultáneamente. Poco a poco Willy estaba transformando el dolor en placer y solo había que mirarlo a la cara para darse cuenta, yo seguía entrando y saliendo lentámente, no quería parecer una bestia a lo que mi compañero dijo -Más fuerte Vegetta. Fue más una orden que una petición que yo cumpliría gustosamente. Los jadeos y gemidos de ambos se intensificaron, la temperatura subió, el sudor recorría nuestros cuerpos y ambos estábamos en éxtasis, di la última embestida y llegué al mágico orgasmo que me había proporcionado mi compañero. Me tumbé junto a él, se encontraba hiper-ventilando, me acerqué a su oído y dije: -Guillermo. Había hecho uso de su nombre de pila debido a que su familia y las personas importantes y cercanas a el lo llaman así, ¿quería yo ser una persona importante también? Sí, lo deseaba. Willy abrió los ojos de par en par como reacción a que lo llamase por su nombre de verdad, como sorpresa el respondió -¿Samuel? Sus palabras sonaron cansadas, acabábamos de dar lo máximo de nosotros, ahora mismo estábamos embriagados y satisfechos. Me acerqué a sus labios peligrosamente una vez más y le dije: -Te amo. Willy se abalanzó a mis labios como un loco y nuestras lenguas emprendieron un baile para rozar una a la otra. Aún no encontraba palabras para definir todo lo que me puede llegar hacer sentir Willy. Mi compañero se separó de mis labios y preguntó dudoso -Entonces.. tu-tu y yo-o ¿Qué somos?. Estaba nervioso por si quizás mi respuesta no era la que su corazón deseaba pero estaba equivocado, ahora mas que nunca podría gritarlo a los cuatro vientos lo enamorado que estaba de Willy. -¿Tú que quieres que seamos? Le respondí, puesto que tampoco podría obligarlo a nada, mi compañreó suspiró y volvió sus ojos hacia mí. -Quiero que estemos juntos. Añadió, lo tomé de la mano y me di cuenta de lo nervioso que estaba, apoyé mi otra mano en su cintura y le respondí. -Entonces... ¿Quieres ser... esto.. No me dejó terminar la frase cuando me dijo: -Sí pringao. y me callo con un beso. 

Nuestros corazones latían al mismo son, no era un capricho, no era una nueva experiencia, era un verdadero amor. Cuando amas a una persona qué más da el género, es una persona, con el paso del tiempo me di cuenta de que no te enamoras de un hombre o una mujer, te enamoras de una persona independientemente de su sexo y eso justamente me pasaba con Willy, si hubiese nacido mujer lo seguría eligiendo mil veces más. Estaría dispuesto a recorrerme el universo entero por esta personilla que se encontraba respirando en mi pecho, ahora mismo no me hacía falta nada más, teniéndolo a él ni el miedo ni la soledad podrían hacerme frente. Por eso afirmé lo que mi corazón y mi mente dictaban: ''Soy Samuel de Luque y amo a Guillermo Díaz''

Wigetta | Un secreto a voces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora