Wigetta | Un secreto a voces...

Capítulo 9

-Narra Willy-

No pasaron ni 10 segundos cuando me vi envuelto por sus brazos, que sonstenían firmemente mi cintura. Apoyé mis brazos en sus hombros y el me atrajo hacia su abdomen. Se me sonrojaron las mejillas. Vegetta acercó su cabeza hacia la mía y aproximó sus labios a los míos, estaban a punto de fundirse en uno cuando se lo impedí colocando mi mano de por medio. A lo que comenté sonriendo -Si quieres algo pídelo por favor. Vegetta sonrió y se quedó perplejo por mi petición, la verdad es que lo hice por darle emoción al asunto, deseaba con todo mi cuerpo volver a sentir lo de la noche que salimos. Vegetta hizo un resoplido y dijo: -Bésame... por favor. Sus palabras hicieron que me estremeciese totalmente y la electricidad fluyése por cada centímetro cuadrado de mi ser. ¿Era esto cierto?¿La persona a la que cada día me daba más cuenta que amaba me estaba pidiendo que lo besara?¿Estoy soñando? Le dediqué una sonrisa de escasos minutos y cerré mis ojos, me aproximé a su cabeza y a sus labios, sentía su respiración, su aliento, mis vellos estaban de punta, sus labios se entreabrieron para recibir los míos y finalmente mi boca y la suya se unieron en una. Una vez más me encontraba sin palabras para definir aquello, es como... tocar el cielo, son cien mil emociones en una sola acción. Sus labios húmedos y su lengua juguetona que aguardaba el encuentro con la mía. Me abracé mas a él, puesto que estábamos en la piscina y estaba empezando a tener frío. Separé mis labios de los suyos aunque no lo deseara y dije: -¿Seguimos en casa? Tengo frío... Vegetta asintió y me dió un beso en la frente.

Al llegar a casa no me dio tiempo si quiera a quitarme el bañador cuando Vegetta me empujó contra el sofá. Acto seguido se quitó la camiseta que se había puesto para subir a casa agarró mis muñecas y las colocó tras mi cabeza. Comenzó a besarme el cuello lentamente, sentir sus labios ahí provocaron un gemido como respuesta. A continuación acerco sus labios a mis orejas y dijo: -Eres mío. Sus palabras me asombraron ¿Significaba esto que era mi pareja? No me detuve a pensarlo solo me dejé llevar y disfrutar la magia del ambiente. Se retiró de mi cuello y me miró fijamente a los ojos, yo le mantuve la mirada y desplegué mis labios para pronunciar -Soy tuyo... Vegetta se abalanzó a mis labios dejándome sin resperación, el problema era que ambos estábamos sin camiseta y empecé a notar que algo se me apretaba en la entrepierna. Me puse rojo y dirijí la mirada hacia aquella zona para asegurarme que no se viese demasiado, Vegetta se percató de que estaba observando la parte inferior de ambos y dijo -Vaya vaya, ¿La willyconda ha despertado? Me hizo pasar mucha vergüenza y lo notó, para calmar mis nervios se acercó a mi oído y pronunció -La vegeconda también se ha levantado.  Me hizo bastante gracia su comentario, y lo besé de nuevo. Estábamos cubiertos en sudor, cosa que hacía que nos excitásemos más. Vegetta empezó a deslizar su mano por mi torso hasta encontrarse en una zona peligrosa. De verdad estaba insinuando eso, no creo que Vegetta llegue a... ¡Oh dios no! Vegetta había bajado mis pantalones dejando mis bóxers al descubierto, me lanzó una sonrisa y yo contenía mis dudas ¿Vegetta pretendía...? ¿Estábamos preparados para ello?. Vegetta se deslizó por mi cuerpo dando besitos estremecedores, uno en el pecho, otro en el ombligo, otro mas hacia abajo y otro ¡MIERDA! estaba jodidamente excitado, Vegetta retiró los pantalones de su cuerpo, quedándose en boxers también. A continuacíon empezó a retirar los mios dejando mi erección al descubierto. Pregunté dudoso: -¿De verdad quieres? Vegetta me miró sonriente y dijo: -Sí si es contigo. Acto seguido agarró mi miembro y empezó a masajearlo con la mano y después... después se lo introdujo en la boca lentamente, me produjo un placer intenso que liberó el gemido más grande que yo había producido. Siguió con su lengua haciendo círculos jodidamente placenteros sobre mi glande, agarré su cabeza y la atraje hacia mí y le dije: -Ahora es mi turno...