Capítulo 1

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-Narra Willy-

Era una mañana como cualquier otra en mi vida en Los Angeles, como siempre me desperté como cada día para ir a comer algo y después proseguir grabando para YouTube.

Al despertarme fui a la cocina y mi impresión fue la de que estaba solo en la casa, algo lógico puesto que Vegetta se levantaba más temprano que yo y solía ir al gimnasio. Agarré los asquerosos cereales que venden aquí en Estados Unidos, que algún día de estos moriré de insipidez y me dispuse a desayunar. A la vez que comía abrí el móvil para leer los mensajes que me habían llegado mientras estaba dormido y vi que efectivamente Vegetta me había mandado un whatsapp diciendo: Estoy en el gimnasio, un cuerpo como el mío se tiene que cuidar :P Cuando regrese grabamos APM3. Cuando lo leí saltó una sonrisa en mi rostro, es cierto que Vegetta era muy tiquismiquis con su aspecto físico, cosa que en comparación a mí no tenía nada que ver.

Vegetta para mí era mi mejor amigo, o incluso más que eso, ambos compartíamos una confianza intachable que no perdería por nada del mundo. Era feliz teniéndolo como compañero de piso, pero últimamente estaba algo decaído. Es como una sensación de que te falta algo o alguien en tu vida. Obviamente echaba de menos a mi familia, pero no es ese tipo de persona lo que extrañaba.

Aunque tenga 21 años y pueda sonar algo raro, nunca he tenido una pareja en mi vida, si es cierto, que en bachiller lo intenté con alguna que otra chica, pero era más bien un problema mío. Puesto que salí con ellas más por la presión de mis amigos que por mi propia voluntad. Yo esperaba encontrar a la mujer perfecta, y mi primera pareja tendría que ser perfecta.

Lo cierto era que ninguna mujer me llamaba la atención, y cuando entré en YouTube, mi tiempo libre se vió considerablemente reducido, por lo tanto mi prioridad no era econtrar pareja ni mucho menos...

Vegetta me había contado su experiencia con las chicas, ya que él sí había tenido pareja, varias de hecho. Es por eso que anoche le conté lo que me sucedía y se preocupó bastante por mí, me explico que las relaciones no se buscan, llegan por sí solas y es algo que uno no puede controlar, Fue un detalle que me apoyase en estos momentos, por eso me dijo que hoy por la noche saldríamos a comer y a visitar algún que otro local con ambiente de fiesta, para que me animase y a ver si le echaba el ojo a alguien.

Estaba absorto en mis pensamientos cuando sentí como la puerta de casa se abría...

Wigetta | Un secreto a voces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora