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Al finalizar la tediosa reunión, los participantes se largaron de aquel lugar.

Argentina, desesperado, tomó la mano de su novio, lo llevó a un callejón y le dijo:

-Bebé, tengo que contarte algo que no te va a gustar.

Le explicó todo: sobre el trato que realizó con UK, su "caída emocional" y todo lo sucedido con Alemania.

Japón se quedó callado unos minutos, y luego, le pegó una cachetada.

-¡Fuiste egoísta! Pensaste solo en ti a la hora de cerrar ese estúpido trato y ni siquiera consideraste las consecuencias de tus actos. Agh... vas a lastimar a tanta gente ¿Y todo por qué? Si al final, UK ¡JAMÁS! Te los va a devolver...

Las lágrimas de Japón eran incontrolables.

Argentina, por otro lado, se sentía tan mal. Su novio tenía toda la razón del mundo, arruinaría la vida de tantos... Es que, solo quería verlos al menos unos segundos, saber que se hallaban bien. Verlos sonreír una última vez...

Japón se dio cuenta de lo que había hecho y dicho. Notó que la mirada de su pareja estaba baja y distinguió cómo se rascaba la nuca de forma ansiosa. Desesperado, el más bajo, tomó entre sus manos el rostro de Argentina e hizo que sus miradas se cruzaran. Los verdosos ojos de su amado se encontraban más oscuros de lo normal y esto al japonés lo preocupó en demasía, así que cada vez que lo besaba pedía perdón.

Argentina volvió en sí y suavemente fue colocando sus fuertes manos en las caderas de Japón. Poco a poco lo fue acercando a su cuerpo. El beso se volvió cada vez más salvaje y apasionado. El argentino mordió el labio inferior de Japón y metió su lengua en la boca de su pareja. El más bajo, quedó extasiado ante tal acción. Amaba sentir el piercing que su amado tenía hecho en esta. De esta manera, colocó sus brazos alrededor del cuello de Argentina. Luego de unos minutos, tuvieron que separarse por falta de aire. Un hilo de saliva los conectaba.

De repente, escucharon unos gritos. Intercambiaron una rápida mirada y decidieron buscar a los propietarios de aquellas.

-What are you complaining about if you kissed me yesterday and you couldn't stop, you danced me until dawn (De que te quejas si ayer me besaste y no podías parar, me bailaste hasta el amanecer)- se escuchó a alguien decir.

Japón y Argentina estaban cada vez más cerca.

Dieron vuelta en la esquina y notaron como Rusia y USA estaban teniendo una discusión. Mientras que el primero le exclamaba algunas cosas, el segundo se mostraba totalmente indiferente.

-USA... ¿¡Por qué te comportas así conmigo!? ¿¡Qué te hice!?

Argentina poco a poco fue bajando la velocidad y se acercó silenciosamente hacia el par. Japón lo siguió.

-You only give me headache. I'm just with you since is my duty. (Solo me das dolor de cabeza. Estoy contigo porque es mi deber).

A Argentina se le contrajo el corazón al escuchar eso, pero... ¿Deber? ¿Qué deber?

De repente, la pareja notó como Rusia comenzó a temblar.

-Ohh, the poor baby is going to cry? How sad (Ohh, ¿el pobre bebé va a llorar? Qué triste)- comentó el norteamericano burlonamente.

Con eso dicho, Rusia perdió la poca cordura que le quedaba y sacó de su bolsillo una navaja. Estaba harto de todo, de que siempre lo tratase como si fuera un pedazo de basura o como un juguete con el que podía jugar libremente. Esa persona que había amado locamente en un principio ahora era su peor enemigo, y le dolía, cada vez que se largaba de su vida, cada vez que le daba excusas baratas, cada vez que lo humillaba tanto privada como públicamente... Y nadie quería creerle, nadie estaba allí para él. Nadie nunca haría nada por su persona, eso lo sabía a la perfección...

-Do you think that little shit is going to scare me? (¿Crees que esa pequeña mierda me va a asustar?).

Y como si nada, USA sacó una pistola de su pantalón. Parecía que ambos estaban preparados para acabar con la vida del otro.

Esto alertó a Japón y a Argentina. Así que ambos corrieron en su dirección. Parecía que el tiempo se había detenido. La pareja se cuestionaba cómo era posible semejante situación si siempre Rusia y USA se la pasaban abrazados o tomados de las manos. No comprendían nada de lo que estaba sucediendo. Pero sabían una cosa con certeza, evitarían que cometieran una estupidez de la que se arrepentirían para toda la vida.

Cuando el norteamericano estaba a punto de disparar, el japonés se cruzó en su camino y le trató de quitar el arma de las manos. Mientras ambos forcejeaban, Argentina se colocó en frente de Rusia y sin dudarlo, lo abrazó.

El ruso se hallaba estupefacto ante tal acción y finalmente recapacitó.

Japón logró quitarle el arma a USA, la tiró a unos cuantos metros de ellos y comenzó a gritar:

-¡Como se te ocurre llevar contigo una maldita arma!

Mientras el más bajo reprochaba al norteamericano, Argentina y Rusia seguían sumergidos en ese abrazo. Ambos sentían una sensación de calidez y bienestar. Era como si estuvieran alejados del mundo por unos segundos, como si todo estuviese bien y los problemas no existieran. Lentamente se fueron separando y el ruso al mover su mano, notó que la navaja ya no se encontraba allí, sino, en las del argentino.

-Es bastante cómoda pero hay que tener precisión. Además, tendrías que acercarte demasiado, en mi opinión, a tu contrincante...

Mientras el argentino seguía hablando, el ruso se perdía cada vez más en sus verdosos ojos.

Argentina se dio cuenta de lo que estaba sucediendo así que decidió apartar la mirada y llamar a su novio. Como este no le hizo caso debido a que se hallaba exclamando cualquier tipo de insulto a USA, fue a abrazarlo por la espalda y como si nada, Japón dejó de gritar y cerró sus ojos, feliz ante tal acción.

-Ugh, I'm out (Estoy fuera)- comentó USA irritado y se retiró de la escena rápidamente.

Luego de unos minutos, Argentina propuso:

-¿Y si nos tomamos unas copitas?

El Fruto Prohibido | Country HumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora