Placer Vacío || Chensung

Primer Capítulo

Jisung con cinco años

El constante sonido de las gotas caer era lo único que Jisung podía escuchar. Después de haberse dado cuenta que había sido abandonado por su madre a su desdicha y sin hogar se preguntó el por qué su madre lo había hecho.

Estaba solo en un callejón negro y sin salida, de una de las calles más desoladas del famoso Seúl. Se resignó a su destino y se acurruco en su desdicha esperando que cesara de llover o las lágrimas de brotar de sus ojos, la primera que este momento inoportuno le quisiese servir. Todo se coloca en un frio gris ante sus ojos mientras las horas le dan paso a esa tétrica madrugada de la que tanto se refugiaba entre las mantas remangadas y los brazos tibios de su madre. Se pierde en sus pensamientos hasta quedarse completamente dormido. La luz destellante y un cálido toque le toman desprevenido. Al abrir sus ojos lentamente puede apreciar una delicada figura de piernas blancas y labios rojos. Ignoro su toque y se retorció para cerciorarse de que no era una figura divina pero el momento en el que ella hablo lo empujo a dudar nuevamente.

Una chica de unos quince años le miraba fijamente, con sus grandes ojos revoloteando alrededor de todo su cuerpo y sin pensarlo le tomo en brazos sin preguntar ni mucho, ni poco o más bien nada. Perdió nuevamente el conocimiento debido al hambre o talvez el frio o quizás ambos y termino despertándose por una sensación cálida alrededor de él muy ajena a lo que ya se había acostumbrado ya hace varias horas atrás. Abrió un ojo titubeante y luego el otro un tanto más decidido sin duda percatándose de lo que le rodeaba; una enorme habitación llena de camas de hospital y varios niños igual o en peor estado del que él se encontraba. Asumió que lo que le rodeaba era un hospital, pero volteo encontrándose con unos labios rojos y una respuesta muy negada.

_Tienes una cara linda pero un poco sucia.  _ Ella se encargó de colocar un tibio paño sobre su mejilla y procedió así a limpiar el resto de su cara mientras sus orejas rojas tiritaban al compás de su cuerpo.

En el momento llegaron algunas ancianas y procedieron a hacerle preguntas que su cerebro no sabía cómo procesar.

_ ¿Quién te abandono? _

_ ¿Tienes algún familiar?  _

_ ¿Te han hecho algo malo?  _

El solo se encogía de hombros con una expresión de puchero alojada en sus labios mientras sorbía un poco de sopa atreves de sus morados labios. Él no se sentía interesado en las preguntas de las monjas a su alrededor, su atención estaba totalmente dirigida al humeante plato de sopa que se encontraba sobre su regazo. Taeyeon lo miraba con desdén y seguía limpiando la poca piel que dejaba ver su deteriorada ropa.

Luego de un tiempo las ancianas finalmente se retiraron y ella antes de irse tras ellas tomo el cobertor desplazándolo hasta la punta de su nariz dándole una sensación de que este bien podría ser su hogar siempre y cuando ella estuviese en ese lugar para poder cuidarlo.