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Y comenzó una guerra de miradas, en tanto Scott se acercaba a Matt. Cuando estaba a un paso de él, Ben y sus amigos rompieron en burlas.

—Este aparecido cree que nos puede dar órdenes -se burló Ben.- Está es MI escuela, pedazo de mierda, así que da media vuelta si no quieres terminar peor que la basura que está en el suelo.

Lo siguiente que pasó Matt no lo podría describir.

Primero Scott lanzó una sonrisa de lado, después empujó a Ben contra la pared y le propinó un puñetazo en la boca, luego los amigos de Ben lo atraparon por los hombros y lo alejaron de él, pero antes de que se recuperará, Scott se safo de ellos y les tiró una patada en su entrepierna.

—Esto no se queda así -amenazó Ben a Scott y se fue con sus amigos segundos antes de que apareciera el director en escena.

—Scott eso fue, increíble. ¿Donde aprendiste a pelear así? -preguntó Matt levantándose rápido del suelo.

Él no respondió, solo se fue, Matt decidió seguirlo, tal vez Ben seguía por ahí.

Llegaron a un parque cercano a la escuela, donde se sentaron en unas gradas.

—¿Por qué me ayudas? Yo estoy bien solo ¿Sabes?

—Tan bien que eres el mono personal de un grupito de descerebrados. Apuesto a que ni siquiera duermes. ¿Eso es estar bien?

—Me adapto a las circunstancias -rebatió Matt-. Además, no debería importarte lo que me pase, deberías concentrarte en lo tuyo. -dijo a la defensiva.

—Tienes razón, debería -acepto Scott.- Pero tú también deberías concentrarte en lo tuyo y no en lo de tres cabezas huecas. Pero ya ves como son las cosas. -termino con indiferencia.

—Repito, ¿Qué es lo que quieres?

—Lo que pasa Matt -era raro decir su nombre-, es que... No me gusta ser testigo de esa clase de injusticias y no hacer nada al respecto -"hipócrita" se dijo internamente-.  Además, no conozco a nadie -agregó con simpleza.

—Sobretodo -dijo con burla-. Hay decenas de estudiantes y tú decides ser mi... -freno en seco, no supo cómo continuar.

—¡Amigo! -término Scott por él- ¿Y por qué no? Yo no le veo nada de malo. Compartimos muchas clases, eres pilo, yo me defiendo. Puedo ayudarte, eres agradable. No sé Matt, solo... Te elegí -esto último lo dijo en voz baja, aunque Matt lo escucho.

¿Lo eligió? ¿A qué se refería? ¿,Acaso él estaba...?

—Wou, wou, wou, no vayas por ese camino amigo. No, no y no -se apresuro a aclarar.

—¿De qué hablas? -cuestiono Scott mirando su rostro. Repaso en su mente sus palabras y adivino por donde iban los pensamientos de Matt, a lo cual soltó una carcajada.- ¡Espera! ¿Tú crees qué...? -no pudo seguir por el ataque de risa que le dio-. Suena a eso, pero no es eso. -añadió cuando al fin se calmó.

—Idiota.

—Es que debiste ver tu cara -siguió burlándose Scott-. Pero ¿Sabes algo? No tienes tanta suerte.

—¡Oye! Que a mí no me gustan los hombres.

—Si, claro, me da igual eso, solo no te enamores de mí -terminó con intención de molestarlo.

Matt se unió a sus risas -mas que todo por incomodidad-. y después de unos minutos cada uno se fue a su casa.

Al día siguiente, al final de clases Scott alcanza a Matt en la salida del colegio.

—Matt -le grita, llamando la atención de él y más personas.

—¿Ahora me acosaras fuera del colegio?

—Ya te dije que no tienes esa suerte -bromeó Scott, a lo cual el chico volteo los ojos.- Me di cuenta que tomamos casi la misma ruta, así que te acompañaré.

—¿Desde cuando tomamos la misma ruta? -cuestiono pero nadie respondió.

Matt sabía que no podía librarse de la paliza de Ben, pero por alguna razón se olvidó de él en su semana de receso y durmió como si no lo hubiera hecho en años. Al volver a clases entrego todo lo que habían dejado y por suerte Ben solo se limitó a pedirle sus trabajos sin ningún tipo de amenaza. Eso no dejaba bien a Matt, sentía que no era bueno tanta calma.

Los días siguientes él y Scott pasaron más tiempos juntos, hacían tarea juntos y le ayuda con matemáticas a Scott. Con el paso del tiempo Matt comenzó a confiar mucho en Scott, a tal punto que hasta lo invitó a su casa una vez. Ganándose la confianza de la madre de Matt y un buen trozo de su torta de banano.

Ella era una mujer viuda que había sacado adelantate a su hijo, ella sola. Muy amable la señora, y con un rostro angelical. Veía y moría por su hijo. Y eran muy humildes pero felices.

A Scott le recordó ese pasado en el cual él también era feliz. Y se dió la oportunidad de vivir eso, aunque fuese por unas horas.

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... no, pues nada :v

El siguiente capitulo vendrá la otra semana porque no lo tengo en word y tampoco tengo tiempo, mucho menos su amor :'v


Bye :3

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora