12

19 5 6
                                    


—No lo ví necesario -respondió escueto el muchacho.

—No lo viste... ¿necesario?

—¿Por qué te interesa tanto mi hermana? -pregunto a la defensiva.

—No es eso, yo... yo siento que no te conozco -finalizó.

Dejo a Scott y se fue a ver que había hecho Britt.

Scott pensó que tenía razón, pero era mejor que no lo conociera, Matt estaba bien como estaba, no era necesario saber cosas que podrían terminar muy m y que no vendían al caso. El porqué jamás le dijo que tenía una hermana era algo que venía directamente de su pasado. Él, no tenía familia.

------

Scott decidió acompañar a Matt a su casa, decidieron ir a pie, sin embargo, cuando Matt volvió a preguntar, se dió cuenta de su error.

—No se ven como si fueran hermanos. Se nota tensión entre ustedes -hablo ante el silencio de su acompañante.

>> Siento que me odia y no sé qué le hice. Es muy dificultoso hablar con ella, ¿Siempre fue así?

—No soy santo de su adoración.

—Pero son hermanos... -trato de dialogar.

—Matt -se detuvo-. Ella vive en su mundo, y yo en el mío. Eso es todo -continuaron.

—Si pero, parecen de la misma edad.

—Es menor que yo.

—¿Por un año?

—Si.

—¿Y tus padres? Nunca he escuchado de ellos o los he visto.

—Matt -le llamo comenzando a desesperarse-. Matt, por favor.

Matt entendió que no diría nada más y estaba perdiendo la paciencia, pero el necesitaba respuestas, así que se molestó, se molestó con Scott por no confiar en él, se molestó consigo mismo por estar confiando plenamente en él.

—Tú conoces todo de mi -reclamo-. Y ni siquiera sabía que tenías una hermana.

—Matt... -trato de calmarlo Scott.

—Matt nada, se supone que eres mi mejor amigo, ¿Que tanto escondes Scott?

Y como Scott no respondió, el chico suspiro y con un ademán de alejo de él. Matt paso la noche pensando en lo sucedido. Algo extraño pasaba, pero no tenía manera de averiguarlo. Si Scott mismo no confiaba en él y Britt no le daba ni la hora. Sin embargo, durmió soñando con unos hermosos ojos cafés y una risa de ángel.

Al día siguiente el muchacho prácticamente ignoró a Scott, él sabía que Matt era muy emocional y sentimental, pero aquello se pasaba de sus estándares. No sabía cómo lidiar con ello, ¿dejarlo hasta que se le pase el berrinche? O ¿hablar con él? Claro que la segunda opción no sería la más... sincera.

Al final, se decidió por ella. Y solo por una razón, alguien ya le había echado de nuevo el ojo al solitario Matt.

—Matt -le abordó en una de las mesas del restaurante-. Mis padres viven viajando, casi nunca están en casa, por no decir nunca, y como ya prácticamente somos grandes, pues menos les preocupamos. ¿Ok?

Scott trato de reflejar sinceridad, aunque en parte lo que dijo era cierto, otra parte no lo era.

Matt terminó aceptando aquello, además, comenzó a exigir ir a estudiar a su apartamento, alegando que allí se concentraban mejor. Scott sabía perfectamente que ese pedido llevaba nombre, cabello largo y ojos cafés tristes. Pero no dijo nada para no hacer sentir mal a su amigo, aunque era obvio que estaba embobado por su hermana.

Ben detuvo su posible ataque al volver a verlos juntos, pero las miradas de amenaza hacia Scott no desaparecieron. Le decían : "déjalo solo un momento, y allí estaré yo".

Los días pasaron sin mayor contratiempo, Matt pasaba las tardes en el apartamento de Scott, con la segura excusa de estudiar, pero a veces ni siquiera lo hacían. Matt se quedaba cocinando con Britt, quien poco a poco cedió a su insistencia y comenzó a hablarle y responderle. Sin obviar que a Scott apenas si lo determinaba, y eso porque él habló con ella.

Hasta que algunas semanas después, el más joven confesó lo ya sabido.

—Oye Scott -le llamó-. ¿Tú crees qué... que tal vez...? Ya sabes, posiblemente yo y...

—¡Ya suéltalo Don Juan! -se burló Scott.

—¿Don Juan? Eh bueno -sacudió su cabeza tratando de  ordenar su mente-. ¿Podría invitar a Britt a salir? -dijo al fin velozmente.

Scott se rió a carcajadas. Matt estaba rojo, de la vergüenza, como si le hubiera pedido la mano de su dulce hija a un padre sobreprotector y fornido.

—¡Hasta que al fin te salen agallas! -dijo una vez se calmó-. Me iba a hacer viejo.

—Scott, oye... -trato de decir bastante abochornado.

—Tranquilo viejo -palmeo su espalda riendo de nuevo-. No más no me lleguen tarde, como a las 9 la traes ¿Ok? -termino diciendo con burla en sus palabras.

A Matt no le causó no 5 de gracia pero lo dejo pasar. Pensó que tal vez si Scott se negaba iba a ser muy incómodo, además del hecho que los hermanos no se llevaban como tal.

—No quiero ser tío tan pronto -comentó Scott.

A lo cual Matt casi se atraganta con su propia saliva y se puso rojo de la vergüenza, esto hizo que Scott se riera más fuerte.

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora