Mi Karma [Terminada]

7

Apenas las clases terminaron Scott se dirigió hacia la cancha de fútbol, dónde sabía que estaría Ben.

Tomándolo por sorpresa logró empujarlo y tirarlo al suelo, pero antes de lograr hacer otra cosa, sus dos gorilas lo detuvieron. El sínico de Ben se levantó del suelo con una sonrisa rondando sus labios.

—Esto no se va a quedar así -advirtió Scott contra Ben.

—¿Qué harás al respecto perrito faldero? -se burló el susodicho.

—Deja a Matt en paz, te lo advierto Ben, no querrás meterte conmigo.

—No me estoy metiendo contigo, si no con tu novia, además -continuó antes de que Scott dijese algo-, tú no eres nadie para venir y amenazarme. Esta es mi escuela, y yo hago lo que se me pegue la gana.

Para dejar su punto claro, Ben le lanzó un golpe al estómago a Scott, dejándolo momentáneamente sin aire.

Antes de irse le dijo:

—Dile a tu novia que quiero mi trabajo mañana a primera hora.

Se fue, no sin antes darle otro golpe, a la siguiente clase. Scott quedó tendido en el suelo durante unos segundos.

El resto del día todo resultó ser... Normal.

Al final este llegó a la casa de Matt, tenía que informarle que habían dejado algunos trabajos, y si, muy en el fondo quería ver cómo seguía.

—Buenas tardes -saludo a la mamá de Matt.

—Oh, hola Scott, Matt está arriba -informo con algo de prisa-, yo debo ir a trabajar ahora.

—Esta bien, hasta luego entonces.

—Espera Scott -le atajó-, quería darte las gracias, no he tenido oportunidad de hacerlo antes, pero desde que te conoce lo noto más... Contento, 0or decirlo así. Gracias.

—No tiene nada que agradecer, Matt es mi mejor amigo, solo hago lo normal.

Un poco nostálgica dijo: —No ha sido el mismo desde lo de su padre, eso me angustia un poco pero últimamente me siento un poco más tranquila, gracias Scott.

Scott asintió y con una sonrisa se encaminó a la habitación de su amigo. Dió dos toques a la puerta hasta que una voz le dió el pase.

—¿Qué onda? -saludo.

—¿Cómo qué... Tu mejor amigo? ¿Lo soy? -fue lo primero que dijo, tomando desprevenido al joven.

—¿No? Digo... -se interrumpió y desvió la mirada.

¿Mejor amigo? ¿Podía él tener un mejor amigo? ¿Acaso merecía ese privilegio?

—¿Scott? -apremio el chico, se había perdido en sus pensamientos.

Dándole vuelta a la torta, Scott respondió a su vez.

—¿Acaso no te dijeron que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?

Y con esa broma desvió un poco el tema. A continuación lo puso al día con lo que había pasado en el colegio, obviando el encuentro con Ben.

—Te ves horrible -comentó a Matt-, ¿al menos te has bañado hoy?

—No molestes, tuve a mamá toda la mañana rondando por aquí, menos mal llegó mi mejor amigo a salvar un poco el día.

—Soy tu heroe, si, no más no te enamores de mi luego -bromeó el mayor.

—¡Oye! -se quejó Matt.

El resto de día adelantaron tareas, hicieron algo para comer y Scott le habló de una chica que había en una de sus clases, tal vez Matt la conociera.

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Scott tuvo la suerte de tener una hora libre en una de sus clases. Clase que compartía con su mártir, sin embargo, sus amigos los gorilas estaban en clase, igual que Matt. Ben estaba solo, sin sus defensas, y con la mala suerte de encontrarse con Scott solos en el baño.

Él salió de uno de los cubículos, recostado en el soporte para lavamanos se encontraba Scott, esperándolo, apenas lo vio, se detuvo en seco por unos segundos, despues se dirigio al lavado, su compañero no quito la mirada de ninguno de sus movimientos; al terminar volteo su cuerpo de frente a él.

—Tu novia ya esta mejor, ¿no? -rompió el silencio Ben- Pobre, no resiste mucho al parecer, ¿a ti se te resiste?

Scott perdiendo la paciencia se abalanza hacia él y lo toma del cuello de la camisa, con una fuerza controlada lo estampa contra una de las paredes y directo le lanza un puño a la mandíbula volteandole la cara. Dos segundos después, Ben reacciona y aunque un poco mareado por el golpe logra acertarle uno a su contrincante, sin embargo Scott estaba más preparado y de inmediato vuelve a agarrarlo por los hombros y lo apoya contra la pared, dando por concluido el duelo físico.

—Escúchame bien, Matt está bajo mi protección, es mi amigo, y a mi no me tiembla la mano en el momento de darme a defender. Así que más te vale dejarlo en paz, porque yo tambien puedo jugar a esto -y añadió en voz baja-, y no te va gustar tenerme de contrincante.

Con eso, Scott se alejó de Ben, hizo el amague de arreglar su camisa, y salió de allí, como si nada hubiera pasado. O con eso dejaba de molestar a Matt de una vez por todas, o aumentaba sus agresiones y tendía que recurrir a algo más fuerte.

Porque Scott sabía jugar con fuego. Aquello a Ben le inquietó demasiado, jamas espero que algo así pasara, ¿aquel chico resultaba ser una amenaza?