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Mitad de año escolar, todo normal; aparte de tener un amigo las cosas no habían cambiado mucho en la vida de Matt, Ben seguía obligándolo a hacer sus tareas, y aunque Scott se había vuelto a enfrentar a él en varias ocasiones, lo único que lograba era calmarlo en el momento, sin embargo, Ben encontraba otra manera para hacer valer su ley.

Aquel día Scott no había ido a estudiar, su amigo no sabía porque, aunque ya era prácticamente normal que se perdiera días enteros y luego regresará como si nada.

Y quién aprovechaba esas ocasiones era nada más y nada menos que nuestro villano. Quién al parecer se había levantado con el pie izquierdo.

—¡Mattnacido! -¡Oh no! Cuando Ben hacia esas horribles combinaciones de su nombre solo podía significar una cosa ¡Peligro!

Con cuidado volteó su rostro en busca del dueño de esa voz, sin embargo, Ben lo empujó y lo saco al patio arrastrándolo por el brazo, al llegar a un sitio alejado del patio, lo empujó contra la pared de forma brusca y me propinó un puñetazo que lo tumbó al suelo. Después se inclinó hacia él y tomándolo de la barbilla hizo que lo viera.

—¿Ves esto? -le dijo mostrándole un papel, aunque Matt no enfocaba, el golpe lo había aturdido demasiado- ¿¡Lo ves!?

A lo cual Matt solo balbuceo, por ello se ganó otro golpe.

—¡Por tu culpa he perdido este examen! -le gritó en la cara- ¡Por tu maldita culpa!

Matt no dijo nada por miedo y Ben se enojó, se enojó más de lo que estaba, así que le dió un par de patadas en el torso, estando él en el suelo.

—Mas te vale darme la recuperación -amenazó en voz baja-, y que la gane, o la próxima... No seré tan dócil...

Con paso firme se fue dejando a un maltrecho Matt tirado en el suelo. No supo cuánto tiempo pasó, se dió cuenta que mucho porque ya no habían estudiantes en los alrededores, aparte de que nadie había ido a ayudarlo, aún después de que Ben se fue.

Trato de levantarse pero su peso le ganó y cayó de nuevo al suelo, lastimándose más. De ahí dió paso a la desesperación y unas terribles ganas de llorar lo asaltaron, pero decidió no ceder a ellas. Ya era muy patético no poder levantarse, imaginatelo llorando.

Después de lo que le parecieron horas decidió tratar de volver a levantarse, con mucho esfuerzo logró ponerse de pie y medio se sacudió el mugre, ahora la odisea era llegar hasta su casillero y de ahí a su casa.

Pensó que tal vez hubiese sido mejor que se lo comieran las hormigas, nadie lo extrañaría igual.

Cada que daba un paso, los huesos de su cuerpo protestaban en contra del dolor, podía sentir cada uno de ellos incluso al respirar. Y mira que Ben había tenido razón al decir que fue bastante dócil, porque si él hubiera querido, de ahí solo saldría en una ambulancia, pero eso no le convenía a nadie, claro.

Alcanzó a ir por sus cosas y de ahí a su casa, algunos alumnos lo vieron pero hicieron caso omiso de si estado, estaba seguro que se enteraron de lo que hizo Ben y por eso -y muchas otras cosas- no lo ayudaban.

A mitad de camino dejó caer su pesado cuerpo en una banca del parque por el que iba. Pensó en llamar a su mamá para que lo recogiera, pero desistió de inmediato porque no quería dar explicaciones.

"Mamá, es que un chico me maltrata en la escuela porque una vez lo humilles frente a todos, y bueno, ya sabes..."

No, obvio no diría nada de eso.

—¿Matt? -le llamó alguien- Matt por Dios, ¿que te paso?

Scott se acercó inmediatamente lo vio, supo que era él. Trato de volver a sentarlo porque se había recostado en la banca, parecía uno de esos borrachos que no alcanzaban a llegar a casa y caían en lo primero que encontrarán. En medio de quejas pudo sentarlo. Al verlo mejor concluyó de inmediato que el causante de ello era Ben, nadie más podía hacerle eso, descartó un posible robo porque llevaba todas sus cosas y él no se enfrentaría a nadie en tal caso.

A paso lento y en silencio lograron llegar a la casa de Matt, de ahí a su habitación.

Matt cayó en la cama directamente y con un brazo cubriendo sus ojos se dirigió a Scott.

—Gracias, ahora vete -le despidió con la voz entre cortada.

—¿Por qué lo hizo? -pregunto en cambio.

Pero Matt no quería hablar. —Quiero que te vayas... -esta vez su voz tenía un leve temblor, por la tanto Scott decidió que ya había tenido demasiado hoy.

Se fue, no sin antes decirle:

—Eres mi amigo Matt, si esto, Dios no quiera, vuelve a pasar, tienes mi número, úsalo. ¿Ok?

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora