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Antes de salir del colegio, Matt vio a Scott. Lo lejos, saliendo de la oficina del director, seguramente dando excusas por no haber ido en toda la semana. Se le veía demacrado y no era para menos, pues desde que la bomba explotó Scott no volvió a dormir, las pesadillas regresaron y con más fuerza que antes, la sensación de sentirse observado lo atormentaba. Solo quería quedarse en su cama sin hacer nada, tal vez así ella misma lo tragara al fin, o por lo menos allí no le hacía daño a nadie. No comía nada bien, todo eso lo estaba acabando poco a poco.

Y la única razón por la que no acababa con su vida de una vez, era porque la muerte era un regalo que él no merecía. Sus errores los tenía que pagar, en vida, obviamente. Su castigo -que él mismo imponía- era ese.

Matt decidió irse rápido antes de que él lo viera, sin embargo, al momento de salir del edificio, tres figuras más le siguieron el paso.

Caminando comenzó a tener la sensación de que lo seguían, y aunque volteaba discretamente no veía a nadie a sus espaldas. Un poco paranoico decidió tomar otro camino, uno que lo llevaría más rápido a casa. Grave error.

—¡Buu! -salió Ben de un callejón espantandolo.

Antes de poder reaccionar y echar a correr, los amigos de este lo interceptaron por su espalda impidiéndole el paso y acto seguido le pusieron una lona en la cabeza, lona que tenía una sustancia que hizo que se desmayara. El grupo de 3 lo cargo, llevándolo a un matorral, un poco lejos de donde estaban.

—Despierta -decía una voz melosa- Despierta, Matticito, ¿no ves que ya salió el sol?

Y lentamente comenzó a abrir los ojos, los cuales los tenía pesados, como se hubiera dormido mucho tiempo.

>> ¿Tú creíste… que sería fácil librarte de mi? -comenzó Ben-. ¿Creíste que al tener a un protector entonces todo cambiaría?

—Yo… no… -hablo adormilado, en su sistema aún había vestigios de la sustancia que le habían echado.

—¡Callate! -exige y le propinó un golpe en la mandíbula, lo cual provocó una queja en su víctima-. ¿Tú sabías, mi querido Matt… -prosiguió con una voz melosa, muy sospechosa-... Que por tu asquerosa culpa, he perdido el año? ¿Sabes lo que eso significa? -inquirio, golpeándolo de nuevo.

—Yo… -trato de decir Matt a pesar del dolor-. Yo no… no tuve la culpa.

—¿Qué, qué dices?

—De que tú seas un idiota que no sabe hacer sus propias cosas ni salvar…

No pudo continuar porque el trío comenzó a golpearlo fuertemente.

—Tenemos que enseñarte modales -dijo uno mientras seguía golpeándolo.

Al tiempo se burlaban de él. Le tiraban patadas, le decían cosas horribles. Matt trataba de resistir, sin embargo los golpes eran muy fuertes. No había nadie que lo ayudara, no había ningún Scott que lo salvará.

Sus ataques siguieron hasta que el muchacho cayó inconsciente en aquel suelo de tierra y piedras. Y después se fueron dejándolo allí.

En el otro lado de la historia.

La madre de Matt estaba demasiado preocupada, su hijo no había llegado a casa en toda la tarde y más después de haber llamado al apartamento de Scott y confirmar que allí no se encontraba. Ya cayendo la noche su temor fue peor, a lo que recurrió a la policía, y con un poco de esfuerzo logró que la ayudarán a encontrar a su único hijo.

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—¡Scott! ¡Scott! -llamaba fervientemente a la puerta su hermana.

Después de algunos minutos de insistencia, el joven se levantó al fin de la cama para abrir la puerta, asomando solo la cabeza.

—Scott… estabas… ¿Estabas drogado? -fue lo primero que dijo al ver los ojos rojos de su hermano. Aunque se arrepintió de inmediato al no llegarle ningún olor parecido.

—Ojala pudiera decir que es eso -respondió-. ¿Qué quieres?

—¡Si, Matt! ¡Lo encontraron! -dijo con efusividad.

Desde que se enteró que Matt había desaparecido y al ver que Scott en vez de ayudar a buscarlo se había hundido más en su depresión, ella no había pegado el ojo en toda la noche.

Había llamado a su padre en busca de ayuda, y gracias a eso y a Dios, Matt fue hallado en la mañana siguiente en un matorral muy mal herido. Sin sus pertenencias.

Pertenencias que cabe aclarar fueron hurtadas por un grupo de vagabundos que estaban por la zona y que en medio del robo volvieron a golpear al muchacho. Por suerte, lo único que hicieron fue eso, o tal vez las cosas hubiesen sido peores.

Al escuchar Scott esas palabras, algo en él se activó. Britt lo apremió a que se bañara para que fueran de inmediato al hospital, y así hicieron.

;-;

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora