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Cuando amaneció, Matt salió de la habitación buscando el baño y después se dirigió a la cocina, cuando entró, la chica, enfundada en una pijama compuesta por un short y una camisa de tiras le dió la bienvenida; en realidad estaba de espaldas a él, lo cual fue muy beneficioso para el muchacho.

Entro con cuidado y cuando ella se volteó, saludo.

—Buenos días -dijo cordial.

Pero ella le ignoró olímpicamente y con una taza en mano, quiso salir de la cocina. Matt pensó que esa chica era muy difícil, también pensó en tomar la iniciativa, y es que ni se habían presentado.

—Mi nombre es Matteo -atajo antes de que saliera-. Pero puedes decirme Matt.

La chica se había quedado congelada en cuanto oyó aquel nombre, y de un segundo a otro se tambaleó, si no fuera porque Matt actúa rápidamente, ella habría caído y derramado su taza.

—Wou, ¿Estás bien? -se preocupó. Sin embargo ella pareció haber entrado en un trance-. Oye… Bri-Brittany, oye… -le llamó pero a duras penas ella lo enfoco.

Cuando sus miradas se encontraron, Matt creyó ver temor y dolor en aquellos encantadores ojos, un segundo después, se llenaron de lágrimas. Aún más preocupado la dirigió a una de las sillas que allí se encontraban y con mucho cuidado la sentó.

—¿Pasa algo? -insistió-. ¿Quieres que llame a Scott o…?

Cómo por arte de magia, el joven apareció por la puerta, al ver la escena -tan extraña- se detuvo.

—¿Qué pasa aquí?

—No sé, yo… yo solo me presenté… -respondió nervioso.

Al oír la voz de Scott, la chica se recompuso y trato de ocultar sus lágrimas. Matt volvió a preguntar si está bien.

—Si… si… lo que pasa… -tembló- pasa que ese nombre…

—Respira -ánimo Matt, mientras Scott abría los ojos asombrado.

—Solo que ese nombre me recuerda a alguien -dijo al fin, Matt iba a preguntar a quién pero ella se adelantó-. Era un amigo que… que falleció hace algunos años y… aún me duele su partida -terminó con esfuerzo.

En ese momento, Scott decidió interrumpir, aclaro que se parecían en el diminutivo y que fue hace años, luego cambió el tema repentinamente hacia el desayuno, que para sorpresa de ellos, Britt se ofreció a preparar.

—Necesito hacerlo -fue todo lo que dijo antes de sacarlos de la cocina.

En tanto los chicos decidieron ir a vestirse decentemente. Cuando volvieron a la mesa, ésta estaba llena de comida, un gran desayuno. Los 3 jóvenes tomaron asiento.

Cuando Scott probó la comida, exclamó: —¿Sabes hace cuantos tiempo no coa de esta forma? -dijo a nadie en particular.

—Yo jamás había visto tanta comida para un desayuno, junta, y además, está deliciosa -elogio Matt.

—Cocinar es una buena terapia -agregó Brittany.

—Gracias Brittany -expresó Matt.

—Gracias Britt… -dijo Scott para sorpresa de la chica.

Ella simplemente sonrió y se puso a comer con la cabeza gacha.

Después del desayuno los chicos lavaron los platos y se pusieron a terminar su tarea.

Antes de irse a su casa,matt asalto a Scott con una repentina pregunta.

—¿Qué me estás escondiendo?

—¿De qué hablas?

—¿Quién es ella?

—Ya te lo dije -respondió a la defensiva.

—En realidad no has dicho más que su nombre -atajo-. Dime, acaso es tu novia o…

—¡Ey! -freno a Matt-. Claro que no es mi novia -aclaro para calma del chico-. Ella es… solo es…

—¿Si…? -apremio.

—Es mi hermana -concluyó con un suspiro.

¡Pues vaya! Eso enserio lo dejaba tranquilo, además Matt lo supuso por el extraño parecido físico que tenían.

>>Ya es tarde, te veo el lunes -concluyó y se despidió de su amigo de forma veloz 

Matt quedó al otro lado de la puerta confundido por lo ocurrido. Tenía mucho que pensar, al cabo de unos segundos se fue.

Scott solo el aire que están conteniendo y se fue a su habitación, antes de llegar una voz lo detuvo.

—¿Quién era él? -le pregunto.

Se tardó en contestar porque, era Britt, ella no le dirigía la palabra desde…Bueno, no le hablaba. Aquello provocó que él se congelará en su lugar preguntándose si había escuchado bien. Britt repitió la pregunta. Sin embargo la sorpresa en Scott fue tanta que no emitió palabra alguna. Con eso, su hermana lanzó un suspiro de resignación y  se fue a su habitación. Allí se puso a pensar en lo loco que había sido ese fin de semana.

Obligada a tener que vivir en la misma casa que él, con alguien quién no merecía tanto lujo, pues a su criterio, Scott te deja que estar tras las rejas, o inclusive, tres metro bajo el suelo, igual que él.

Y ahora que lo tenía tan cerca… le causaba furor que estuviera continuando con su vida y más aún, que su padre la obligará a estar bajo el mismo techo que él. Su objetivo había sido olvidar que no tenía un hermano, ahora resultaba imposible. Pero tenía que obedecer a su padre, a pesar de todo él tomó las riendas de su familia, no como su madre, que solo… huyó.

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora