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Matt, con mucho cuidado trato de levantarse, no lo golpeaban muy seguido, pero tampoco era como si tuviera mucha resistencia.

Debía llegar rápido a su casa, subir a su cuarto antes de que su madre se diera cuenta, y luego debía limpiar y disimular los golpes que tenía, después haría la tarea de Ben, luego la de sus amigos, tratando de que no hubieran similitudes. Al final, si le quedaba tiempo, haría la suya, si es que su madre no se percataba que no había bajado en todo ese tiempo. Cuando terminara debería estudiar para un examen.

Pero entre más lo pensaba menos quería levantarse del suelo.

Tal vez podría decir que enfermó, y de paso que murió, por que si Ben sacaba una mala nota y perdía alguna materia, no dudaría en buscarlo para que cavara su propia tumba.

Trago saliva, aun no pasaba nada de eso pero ya le dolían aquellos golpes.

Con cuidado se levantó, recogió sus cosas y se encamino a la salida. Tampoco quería que algún profesor lo encontrara y le hiciera preguntas. No tenía tiempo que perder..

Al día siguiente, con la camisa mal puesta, un cuaderno que no era de ese día y mas ojeras que un panda, esperaba Matt a la entrada del colegio a Ben y su grupito; con un café en las manos para mantenerse despierto y temblando por el frío mañanero que azotaba fuerte.

Scott le miraba desde lejos, había llegado antes de que abrieran las puertas, aunque no eran los únicos. Sabía muy bien qué hacía él allí.

—No eres sirviente de nadie -le dijo mientras pasaba a su lado para entrar, aunque no supo si lo escucho.

Matt lo miró extrañado, ni siquiera sabía quién era.

Los días pasaron, Scott no vio mucho a Matt a excepción de unas cuantas clases, cuando lo veía, lo notaba cansado, sus ojeras eran más pronunciadas, y no había que ser experto para saber que el chico no comía bien. Peor aún cuando inician la semana de exámenes, donde todo el mundo se estresaba para entregar todo y que los dejarán irse de vacaciones la semana de receso que daban subsecuente a esa. Los estudiantes estaban, por demás, estresados.

Y si pasaba lo que pensaba que pasaba, el chico victima de Ben estaba pasándolo muy mal.

Si él, que solo hacía lo suyo apenas y descansaba, aparte de haber ingresado tres semanas después del inicio escolar, no podía imaginar lo que el chico pasaba al rendir, además de él mismo, por otras tres personas. Tres vagos bravucones.

Matt hacía lo posible, dejaba de dormir y de comer incluso para cumplir lo que Ben le pedía, pues sabía que si no lo hacía, la paliza que le darían sería tremenda. Hasta ahora había tenido suerte, y pensaba seguir así. Total, solo le quedaba este año y seria... libre.

Aunque, si tan solo... aquella frase lo atormentaba día y noche.

Si tan solo no hubiera hecho lo que hizo, si tan solo Ben no hubiera actuado de esa forma, si tan solo... él solo fue una víctima, es, una víctima, pero no puede hacer nada ya. Como dicen, lo que paso, paso. Y ahora le toca aguantarse por ese ínfimo error.

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Ay Matt :(

Mi Karma [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora