Aradia, hija del dios del inframundo Hades, por lo tanto es hermana de Mal. Entre Mal y ella siempre existió una rivalidad (igual que en el caso de Uma) por saber quién era más mala.
Cuando al fin tumban la barrera, Aradia descubre que tiene poderes...
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Narra Aradia
Cuando Ben y Carlos se fueron a hacer una llamada para que trajeran a Chico el perro de Carlos al castillo, Mal me jalo del brazo y me metió a la oficina de Ben.
— Mira Aradia no se que te traes entre manos, pero sea lo que sea lo descubriré y no quiero que te metas con mi gente que la pagarás hasta con sangre— me amenazó.
— uy sí, mira como tiemblo— dije en burla mientras hacía como si temblara.— mejor cuida tus ojos Mal, no queremos que te pase lo mismo que te paso en la cena ¿O si?— pregunté recuperando mi pose de siempre.
Tome la perilla de la puerta y la gire para salir de ahí pero Mal puso su mano sobre la mia y la cerró.
— ten cuidado, no sabes de lo que soy capaz de hacer cuando me amenazan— dijo ella en tono peligroso.
— no te tengo miedo Mal— dije cerca de su cara.
Ella se quitó de la puerta y salí de ahí dejando a Mal sola.
Camine por los pasillos del castillo cuando una puerta llamó mi atención, me detuve frente a ella pero no le tomo importancia y seguí caminando hasta llegar a la habitación que me habían asignado.
Me deje caer en la cómoda cama de este castillo, era una gran cama que aquí caben como cinco personas.
Me puse a pensar en que he estado perdiendo mi tiempo en otras cosas y no me he concentrado en lo importante para lo que vine.
¡Robar la varita y el cetro!
Cerré mis ojos y me imaginé como fuera si tuviera las cosas que quiero.
El cetro, la varita y la brasa.
Me veía al lado de Maléfica y mi padre, los tres juntos como familia. Mi padre siendo el dios el inframundo nuevamente, mi madre con su cetro encarcelando a todos los reyes y reinas de Auradon junto a su estúpida descendencia y a Mal siendo mi sirvienta mientras controlo y haciendo todo lo que quiera con la brasa de en mano, CJ siendo mi compañera y primer oficial haciendo todo lo que yo le diga. Carlos a un lado de mi dominado el lugar conmigo.
Carlos— pensé.
El últimamente se ha estado comportando muy bien conmigo, eso ha sido extraño porque cuando llegue aquí me quería lejos y ahora hasta me besa por voluntad propia.
Luego cambie de visión y ahora era yo siendo torturada por Maléfica porque no logré lo que ella quería.
Me desperté dando un brinco de espanto y me di cuenta que ya era de día. Me levanté de la cama y salí al balcón y pude ver todo el reino desde ahí, era un amanecer hermoso, los pajarillos cantaban, todo era genial.
— no se está tan mal aqui— dije estirandome.
Me di cuenta que me dormí con la ropa con la que llegué, así que necesitaba otra nueva.
