Capítulo uno: el reencuentro

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Narra Aradia

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Narra Aradia

Es triste saber que lo único que tienes en esta vida no te quiere o no esta orgulloso de ti, es triste saber que la única que persona a la que más haz amado te olvide de la noche a la mañana, como si nada entre ustedes hubiera pasado... Bueno, así es mi vida, es triste. Antes cuando Mal y los otros estaban aqui en la isla siempre eran ellos los más "malos", los más temidos, siempre eran ellos los mejores en todo. Trate de ser amiga de ellos pero Mal no me soportaba cercas al igual que yo, cuando nos encontrábamos siempre nos íbamos a los golpes por saber quién era la más mala pero siempre en esas peleas había un empate, ahora entiendo porque el odio entre nosotras dos, porque siempre hubo esa rivalidad... ¡es por familia! ¡somos hermanas!

Ash, nada más de decir la palabra hermanas me da asco.

Estoy ahora mismo en el techo de una casa, siempre suelo estar sobre los techos, me gusta estar sola y la tranquilidad. Pero ahora hay más tranquilidad que nunca, pues un puente apareció y todos se fueron a aburridon y dejaron la isla... La isla está completamente vacía aparentemente, porque dentro de las casas se ve que está dentro una que otra persona.

Cómo decía estaba en el techo de una casa cercas del muelle y de la salida de la isla, estaba concentrada en mis pensamientos cuando escuché unas voces no muy lejos.

— la última en llegar fue Evie—dijo una voz en burla.

— ¿Cómo quieres que corra rápido con estos zapatos?— dijo otra voz con la respiración entrecortada.

— pues ahora cada quien a sus casas— dijo una voz que reconocí, era la voz de el... de Carlos.

Me acosté en el techo de lámina para evitar que me vieran.

— nos vemos— se escuchó que decían una cuarta voz supongo que era la de Jay.

Mire con cuidado y vi que fueron a diferentes rumbos, seguí con la mirada a Carlos y me puse de pie y comencé a seguirlo sobre los techos.

El iba cambiando como si nada mientras silvaba y miraba a su al rededor, sin mirar donde pise hice ruido con mi zapato y el se detuvo, rápidamente me agache y me fijé con cuidado el estaba mirando al techo y para todos lados pero luego siguió caminando.

Baje con cuidado del techo y me arme de valor, este era el momento de enfrentarlo.

— sabía que Auradon cambiaba a la gente y que habían muchas princesas primorosas, pero lo que si no sabía que ellas te podían borrar la memoria...— dije con ironía.

Carlos se detuvo y giro lentamente.

— hola De Vil— dije saludando con mi mano lentamente.

El me miró confuso, en su cara vi como si no me reconociera y sentí feo pero me mantuve firme.

— ¿Quien eres?— pregunto con el ceño fruncido.

Okey eso me destrozó, pero mi padre siempre me dijo que las personas nunca deben de verme débil.

La venganza de Aradia✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora