Aradia, hija del dios del inframundo Hades, por lo tanto es hermana de Mal. Entre Mal y ella siempre existió una rivalidad (igual que en el caso de Uma) por saber quién era más mala.
Cuando al fin tumban la barrera, Aradia descubre que tiene poderes...
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Narra Aradia
— Hydeen, Hydeen, Hydeen— pronuncie su nombre tres veces tal y como el me lo había dicho pero nada pasó.
— ¿Me llamabas?— pregunto una voz que me hizo dar un pequeño brinco del susto.
Ahora entiendo lo que CJ siente cada vez que hago mis apariciones— pensé.
Me gire y encontré a Hydeen sentado sobre un escritorio.
— ¿Ya sabes la verdad?— pregunto frotando su pulgar con el dedo índice como es de costumbre.
— si...Hermano— solté esa palabra.
El me miró serio y luego sonrió malévolo.
—¿Papá te lo contó?— pregunto el.
Me quedé callada y baje la cabeza.
— pero claro que no— murmuró.
— ¿Para que querías que supiera esto?— pregunté.
— necesitabas saber la verdad— dijo y voltee a dónde estaba el pero ahí no había nadie.— necesitaba que mi hermana se enterará de mi existencia o al menos que existí alguna vez.
Me sobresalte al verlo al lado de mi.
— he tratado localizarme contigo desde que supe de tu existencia, pero por culpa de la barrera nunca pude.
Lo mire a la cara, sus ojos eran azules claros, no había el brillo en sus ojos, su mirada era fría y triste.
— ¿Por qué?— pregunté, no sabía ni que decir las palabras simplemente no salían.
— como ya te lo he dicho Aradia necesitabas saber la verdad— dije el con un tono de voz seco.
— no, ¿Porque yo y no ella?— pregunté con un nudo de voz.
— ¿Ella? ¿Te refieres a Mal, cierto?— pregunto el y asentí— ella no es 100% Hades cariño— dijo y comenzó a caminar por toda la biblioteca.
Abrí la boca para decir algo pero el hablo que yo.
— tú tampoco, solo eres mitad Hades ya que eres hija de la emperatriz del mal al igual que Mal.— dijo el pasando frente a una estanteria— tú heredaste más de Hades que de Maléfica por eso te hace más Hades que Mal— explico.— por eso es que solo tengo contacto contigo, porque yo te elijo a ti como mi hermana y no a ella.
Sonreí.
— creo que en eso tenemos un parecido.— me quede callada unos momentos y luego recapacite— ¿Como sabes que soy hija de Maléfica?.
El sonrió.
— en el inframundo se escucha todo querida, pero yo no he venido aquí por eso— dijo el y borro su sonrisa.
— ¿Entonces para que viniste?— pregunté sería.
El se sentó al lado de mi.
— cosas muy malas pasarán aquí en Auradon, he escuchado allá abajo los planes de ella— me contó y me miró serio.
