Criminal

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Natti Natasha;Ozuna
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💣

El fuerte golpe contra la mesa le hizo saltar en su lugar, maldijo en voz alta antes de levantar la mirada hacia el oficial que mantenía la mirada estoica pero podía ver la vena saltada en su cuello, lo hizo sonreír.

—Bien, Minhyung, esto no es un juego.—Hablo fuerte y enojado, apuntándolo directamente con la lámpara de la mesa causándole dolor de cabeza.

Enseguida la expresión divertida del menor cambio a ser seria.—Mark, mi nombre es Mark, no Minhyung.

El oficial encontró curioso su cambio y negó con la cabeza.—¿Y que ha pasado con Lee Minhyung?

Murió.

Su respuesta fue seca, mirando a su alrededor para buscar distraerse de todo eso y contando los segundos.

1, 2, 3, 4, 5...

—¿Cómo conociste a Suh Youngho?

—No lo conozco.—Respondió con simpleza. Mirándolo directamente a los ojos como si quisiera intimidar al oficial.

—¿No lo conoces?¿Entonces que hacías usando tarjetas a su nombre? ¿Que hacías viviendo en una de sus residencias? Los hemos monitoreando desde tu trabajo. —El hombre extendió las puertas, documentos, fotos y maldijo al verlas pero no flaqueo.—Esto va a ser peor para ti si no confiesas, estarías siendo su compañero de crimen. Podemos ayudarte si te está obligando sólo dinos ¿qué sabes de sus negocios, los asesinatos, las drogas?

¿Obligarlo? ¿Cómo podría hacerlo si lo único que hacía era malcriarlo y llenarlo de amor?

Mentalmente sonrió, por que en realidad él sí era su compañero de crimen.

Ah, su amado y dulce John.

[...]

Minhyung siempre había sido un chico trabajador, sabía luchar por lo que quería y por ello había conseguido un trabajo de medio tiempo, para poder costear sus estudios y cumplir sus sueños. La cafetería en la que trabajaba ofrecía servicio a domicilio y a veces él salía a entregar encargos.

Aquel viernes por la mañana se suponía que se quedaría en la cocina preparando los pedidos pero su repartidor había enfermado y tuvo que tomar su lugar, tomó los pedidos y los ordenó bien en la caja de la motocicleta antes de manejar hacia la dirección. No le costó encontrarla pues era un edificio enorme, recordaba haber mirado hacia arriba asombrado por el lugar, tomó las bolsas y entró al lugar, los guardias lo dejaron pasar cuando dijo el nombre del restaurante y el número de pedidos, camino desorientado hacia la recepción creyendo que podría dejar todo ahí pero la mujer le señaló las oficinas principales para dejarle todo a la secretaria del presidente. La persona no se encontraba y comenzó a irritarse por que estaba perdiendo mucho tiempo ahí. Abrió la puerta de la oficina, sólo iba a dejar eso y se iría.

Nada más.

—¿Qué haces aquí?¿quien te dejó entrar?—Un voz grave lo hizo soltar un grito del susto y lo hizo voltear.

—Entrega de Seoli's café, a nombre de.—Minhyung se tomó el tiempo de leer la nota.—Suh Youngho.

En el momento en el que cruzaron miradas supo que había algo diferente en ese hombre pero no supo si era algo bueno o algo malo. Salió de lugar y volvió a su horario.

No contó con que se volviera un cliente habitual, había días en los que era a domicilio y otros en los que se presentaba en la cafetería y Minhyung servía su café lentamente para quedarse más tiempo con él.

JohnMark's flow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora