JohnMark's flow

El perdón

Nicky Jam, Enrique Iglesias.
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🥀

Acarició con sus dedos la foto enmarcada, sintiendo como su pecho dolía con tan sólo ver, ambos lucían tan felices, la manera en la que su pequeño Mark sonreía a la cámara mientras él lo abrazaba por detrás parecía tan sincera.

Se amaban tanto pero después su vista viajaba hasta el otro lado de la cama y se encontraba vacía, ya no estaba a su lado.

Las lágrimas bajaron por sus mejillas cuando chocó con la cruel realidad ¿por qué habían acabado así?

Quería ir hasta Mark se encontraba y plantársele enfrente para preguntarle si todo era verdad, si en verdad estaba apunto de casarse y dejar atrás todo lo que ellos construyeron, todo su amor y aventuras, las metas que tenían al lado del otro. No podía creer que le estuvieran quitado a su todo, al amor de su vida.

Lo recuerda muy bien, como todo se desmoronó en cuestión de segundos.

[⏳]

Mark había escapado de sus clases privadas con mucho cuidado, dejando un fajo de billetes al maestro particular como paga por su silencio, la sonrisa divertida no desaparecía mientras entraba a unos baños públicos y se cambiaba sus ropas por unas más cómodas y que llamaran menos la atención, tomó el bus que le llevaba al hogar de su novio y después de unos minutos bajó para correr calles abajo por aquel barrio bajo, recuerda haber tenido miedo la primera vez que camino por ahí pero ahora estaba tan acostumbrado que lo hizo como si nada.

Subió por las escaleras descuidadas para llegar al departamento de John, utilizó las llaves que su novio le había dado y encontró todo en silencio, era obvio, el mayor había tenido una jornada de trabajo larga y seguro llegó muy tarde por la madrugada.

Pero ya era más de medio día y con toda la gracia que Mark tenia llegó a su habitación y se lanzó encima de su novio.

John gruñó por la sorpresa pero en lugar de enojarse apresó el pequeño cuerpo contra él y como venganza comenzó a hacerle cosquillas, sabiendo que Mark perdía todo tipo de delicadeza a la hora de reírse.

El menor se carcajeó intentando librarse.—¡Basta John!¡John!—Reía sin parar.

Sólo se detuvo cuando se quedó embobado viendo el rostro de Mark. Habían terminado con una sesión de besos en los que el menor se derretía entre sus brazos, gimoteando y con los labios hinchados.

Salieron finalmente a pasear, John le había prometido que irían al Arcade y como el buen novio que era lo cumplió.

Saliendo con la libertad de tomarse la mano al caminar por la plaza hasta llegar al lugar.

Todo pintaba a que iba a ser un buen día, lo habían planeado desde hacía una semana y no había manera de que saliera mal, se pasearon por todos los juegos riéndose cuando ganaban y también cuando perdían, a Mark sinceramente no le importaba el resultado si seguía recibiendo los besos de John como regalo. Habían estado ahí metidos toda la tarde y lo supieron al salir y notar el cielo oscuro, eran más de las ocho pero la hora no importaba mucho.

Cenaron en la misma plaza antes de salir y comenzar a caminar hasta el hogar de John. No eran calles transitadas y era muy escondido y peligroso, Mark lo había creído las palabras de su madre en un principio pero en realidad era diferente a lo que él estaba acostumbrado más no era malo, contrario a eso, era un barrio pequeño y los vecinos eran amigables y se conocían todos, parando a saludarlo cuando lo veían, sabiendo que se trababa del pequeño novio de John.

Era tarde por lo que no había nadie fuera mientras se acercaban al edificio en el que el mayor vivía, lo podían divisar mientras caminaban y Mark apoyaba la cabeza cerca del hombro de John con una sonrisa.