JohnMark's flow

No te debí besar

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C. Tangana ft Paloma Mami.
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El club estaba a punto de cerrar sin embargo por el ambiente no lucia así, la gente estaba emocionada bailando o mejor dicho, prestándole atención a la estrella en el área VIP, para estar bailando junto a sus amigos, Mark tenía una mirada seria con un Aura de diva que parecía encantar a todos.

Y John chocó con todos mientras se hacía camino hasta él, con la última canción de la noche de fondo, la reconocía bien. No pudo dar un paso más porque en su camino se interpusieron dos tipos enormes, vestidos de negro y con lentes del mismo color, los guardaespaldas de Mark lo empujaron hacia atrás.

—Es zona privada, no tienes permitido el paso.

John espero la intervención de Mark pero el chico sólo le dio una mirada y sin cambiar de expresión siguió como si nada. Apretó los dientes, conservando un poco de dignidad se dio la vuelta para cuando la canción terminó marcando el cierre del local.

Se detiene en el callejón de la parte trasera del club, esperando y esperando pacientemente hasta que escucha unos pasos y Mark aparece en su vista, esta vez esta sólo.—Te he dicho tantas veces que en público no, John.

—Pues perdón por querer pasar tiempo con mi novio.—Responde, su voz haciendo notar su molestia.

El menor suspira y le hace una seña que él alto no tarda en obedecer, cuando lo tiene cerca lo abraza suavizando su mirada.—Por más que quiera, tengo una imagen que mantener.—Murmura Mark y John se tensa.—Pero siempre podemos continuar nuestra noche en mi casa.—Murmura cerca de su oído.

Y como siempre, Mark lo tiene preso en sus garras, porque hace y deshace con él cuando quiere, lo peor es que John no tiene remedio, no hay vuelta atrás, no hay salida de la trampa. El mayor conduce hasta casa del joven artista con una buena velocidad.

En su cama Mark lo apresa con sus hermosas piernas, el pecho blanco al descubierto mientras se mece en su regazo, poniéndolo caliente.

—Desvístete para mi, amor. —Suena como una orden que John no tarda en acatar.

Lo hace despacio porque Mark adora que lo haga de esa manera y todo lo que su chico quiera es ley para él. La última prenda que despoja es su camiseta y enseguida siente esas pequeñas y delgadas manos acariciar su pecho, llegando hasta sus hombros. Entonces siente los suaves labios contra los suyos, Mark lo besa con pasión, su lengua jugando con la suya, sus salivas mezclándose en una guerra mientras el menor salta sobre él, haciendo su erección doler. Se queja en sus labios con un gemido ronco.—Mi príncipe ¿cuando vas a dejarme follarte?

—Mmm amorcito. Tal vez lo haga pronto.—Gime contra él, casi puede sentir la burla en su voz, así como en la forma en la que gime, provocándolo aún más con su tono, es inexplicable la forma en la que suelta aquellos suaves quejidos, parecen salir desde el fondo de su garganta y son dulces.

Es cuidadoso, tomando con delicadeza su cintura y haciendo círculos en sus costados, siendo lento para recostar a la súper estrella en la cama, Mark se muerde el labio inferior, abriendo las piernas para su novio.

No pierde el tiempo, sus dedos presionando en su entrada pero sin entrar

—Hazlo, John.—De nuevo aquel tono que usa para ordenar, no lo pierde aunque esté temblando y sudando en ese momento.

Y entonces arremete, sus largos dedos introduciéndose en el pequeño y delicado cuerpo de su amado Mark, amando como su expresión cambia, el dolor cruza por su rostro y le encanta hasta la forma en la que llora entre dolor y placer.