JohnMark's flow

El amante

Nicky Jam
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La puerta principal se cerró en un fuerte estruendo que retumbó por toda la casa pero no hizo tanto ruido como ellos. A Mark le ardía la garganta de tanto gritar y su rostro estaba rojo de la rabia.

—¡Vamos a hablar ahora mismo!—Gritó Jaehyun de igual manera, colérico.

—¡Te dije que no hay nada más que hablar!¡Déjame solo!—Exigió con fuera Mark, empujando a su esposo lejos de él.

Era lo mismo de siempre, peleas estúpidas pero Jaehyun siempre tenía la misma reacción. El hombre terminó aporreando el escritorio y lo volcó asustando a Mark, la vena en su frente se marcó mientras hacía un desastre en la habitación.—YoonOh, c-cálmate.

Pronunció una grosería baja y antes de poder contestar, su esposo lo dejó en el suelo de un golpe, el rostro le dolió como los mil demonios y comenzó a entumecerse, como casi todas las noches Mark lloró pero estaba tan acostumbrado a aquellos tratos de su parte, lo empujó con todas sus fuerzas para correr fuera de la casa.

—¡Mark!¡vuelve aquí!

Ni loco lo haría, detenerse sería su fin, Mark tomó su auto y arrancó, conduciendo por un largo rato hasta llegar a donde por fin podía respirar en paz, no tardo en tocar el timbre incontables veces, mostrando su desesperación.

Tan pronto la puerta se abrió Mark se lanzó a los brazos de un adormilado John, sollozó bajito mientras se aferraba a él. El mayor lo llevó en brazos hasta la sala de su hogar, recostándose con él en su regazo.

John levantó su rostro y acarició su mejilla, justo donde comenzaba a inflamarse.—¿Él te lo hizo?

Apenas pudo asentir con pena de que lo mirara en tan deplorable estado, a decir verdad John le había visto así tantas veces.

—No es nada, es lo de...siempre.

—No, Mark. Tienes que pararlo, YoonOh no puede seguir tratándote mal.

—Tengo miedo.—Admitió Mark, sólo estando tranquilo porque John le abrazaba.—No puedo d-dejarlo.

—Puedes hacerlo, tienes todo para salir adelante, me tienes a mi.—Suspiró cansado pero en ningún momento hizo amago de soltarlo.—Pero si quieres seguir con él, eso lo decides tú.

Y aunque no quería seguir con Jaehyun, Mark tenía miedo de lo que él pudiera hacer en su contra, eso era algo de lo que debía deshacerse, del miedo que le tenía y su John tenía razón pero era lo que menos quería pensar en ese momento.

Su mirada cambió uniendo sus labios con el alto, dando por terminada esa conversación John le siguió, controlando todo de inmediato, lo abrazó para levantarse del sofá y Mark rodeo con sus piernas la cintura de su amante, dejando que lo lleve hasta la habitación. Sabía lo que estaba a punto de pasar y el menor se permitió dejar su mente en blanco y disfrutar de la compañía de la persona que en realidad quería. Los besos en su cuello comenzaron a volverse mordidas suaves para no dejar marcas visibles, la forma en la que John frotó sus erecciones le hizo gemir contra el pecho grande caliente sobre él. El mayor le quito la camisa formal de un tirón, los botones salieron volando pero no le pudo importar menos cuando lo dejó desnudó y sus labios se cerraron contra uno de sus pezones mientras comenzaba a tantear su entrada, John observó la expresión de Mark, tan concentrado en morderse los labios mientras de su garganta salían suaves sonidos de placer, así que no dudó en meter dos dígitos en el menor adorando como su ceño se frunció gritando.

—No seas tan bruto.—Se quejó el menor haciendo reír a John y antes de volver a reclamar, el mayor comenzó a embestir con sus dedos.—¡ah, John!