6

14 5 8
                                        

Y aquí les dejo con un nuevo episodio😘:


Salí del baño con Adam, pidiéndole mil disculpas por el numerito que había montado.

- De verdad que no te preocupes - me dijo él. - Ahora vamos al coche y a por tu moto, que no quiero entretenerte más -.

Si no fuera por mi madre no tendría ningún problema en quedarme todo el tiempo del mundo, no sabía porque, pero a pesar de lo nerviosa que me ponía estaba muy agusto con él.

- De acuerdo, te sigo - le dije sonriendole.

Subimos al coche y pusimos rumbo a la universidad de nuevo. En el trayecto no podía dejar de mirarlo, y pensaba que él en algún momento se daría cuenta y creería que soy una psicópata, pero me tenía completamente atrapada. 

- ¿Laia?-  de repente me sacó de mis pensamientos - hemos llegado, ¿vas a bajar o quieres que te lleve a mi casa otra vez?-.

- Perdona- le contesté abriendo la puerta - si, bajo ya-.

No se como lo hicimos pero conseguimos subir la moto a la parte de detrás del coche entre los dos y volvimos a subir al coche.

- La señorita decide nuestro siguiente destino, si le parece bien - me dijo sonriente.

No se había dado cuenta, pero llevaba un manchurrón de grasa por la mejilla izquierda que lo hacia más adorable de lo que ya era.

- De acuerdo, la señorita va a poner el google maps - le dije mirandole - pero antes déjame hacer una cosa-.

Saque un pañuelo de mi bolsillo y me acerque a él para limpiarle la mancha. No sabía porque, pero a medida que acercaba mi mano a su mejilla me temblaba cada vez más. Su mirada conectó con la mía y me quedé paralizada. Sus ojos verdes hacían que me perdiera en ellos constantemente.

Finalmente, me agarro la mano y la apoyó en su cara, al mismo tiempo sus labios se fueron acercando a los míos mientras nuestras respiraciones se aceleraban.

- Piiiiii, piiii, ... - el sonido de un claxon hizo que pegara un pequeño brinco y me separara rápidamente de Adam.

- Que si, que si tío, ya arranco - dijo Adam dirijiendose al conductor de un coche que esperaba detrás de nosotros.

Estábamos parados en mitad del parking ocupando todo un carril y los coches no podían pasar, por lo que Adam arrancó el coche y yo me puse a buscar la dirección del taller.

Durante el trayecto hablamos de cosas banales solo por no estar en silencio. Una vez llegamos Adam bajo la moto de la parte de atrás junto con un trabajador del taller. Poco después hablé yo y le expliqué la situación. Me dijeron que como era tarde hasta mañana no podrían tener mi moto lista. La verdad que no me gustaba ir pidiendo favores así que ya iba pensando en coger un autobús cercano para volver a casa.

- Laia, sube al coche y te llevo a casa anda - Adam interrumpió mis pensamientos.

- No te preocupes, ya has hecho suficiente por mi hoy - le dije sonriendole.

- De verdad, es tarde y seguro que tienes cosas que hacer y conmigo llegarás antes - insistió.

- De acuerdo, pero esto te lo tendré que pagar de alguna forma - dije aceptando su oferta.

- Tendrás tiempo para devolvérmelo preciosa, no te preocupes - me dice con una sonrisa pícara.

Apenas tardamos 10 minutos en llegar al portal de mi casa. Y me disponía bajar del coche y despedirme cuando me agarró del brazo frenendome.

- Mañana a las nueve estoy aquí y te llevo a clase -.

- No tienes porque hacerlo Adam, no me debes nada - nunca antes nadie había sido tan amable conmigo y menos alguien como él.

- No te puedes negar, por mucho que me digas que no ahora se donde vives Laia - sonríe.

- Oye, al final voy a pensar que me estás acosando -protesto en broma bajándome del coche.

- Soy muy cabezón, no me vas a hacer cambiar de idea señorita -.

- Hasta mañana Adam, y enserio... gracias por todo - me despido.

Hasta que no abro la puerta del portal de mi casa Adam no arranca el coche y se marcha.

Subo hasta el tercer piso pensando en todo lo que aquel día me había pasado. Cuando le contara a Pe y a Teo todo lo que me había pasado no se lo iban a creer. Parecía de película que un chico como Adam apareciera de la nada para salvarme. El chico estaba muy muy bien, era alto, con un cuerpo de escándalo en el que destacaban sus abdominales que aunque no los había visto me los podía imaginar. Por no hablar de su cara de ángel, con su pelo castaño despeinado, sus pómulos marcados y sus largas pestañas que hacian sus preciosos ojos verdes aun más bonitos.

- ¿Tu sabes que horas son Laia? -  una puerta se abre y me saca de mis pensamientos.

- Hola mamá, ahora te cuento... ha sido un día largo - 

-  Para mi también lo ha sido, pero ya estas bajando otra vez para hacer la compra antes de que cierren y ya halaremos tu y yo cuando vuelvas - me dice sin darme un respiro.

No tenía ganas de discutir, estaba cansada. Así que cogí una bolsa y dinero y me baje de nuevo a hacer la compra.

Hasta aquí por hoy, no se olviden de votar y dar su opinión en comentarios ya que agradezco mucho su apoyo🌸. 

A partir de ahora tardaré un poco más en subir episodio porque he empezado las clases y tengo menos tiempo, pero no me olvido de ello🙃. Seguramente sean los lunes el día escogido🥀.


Entre rosas y espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora