Sentimientos grandes]
[🎊]
Es mi primera historia no estén chingando.
[🇯🇵❤️🇲🇽]
—Es muy bonito—. Expreso mirando la ciudad desde el mirador en lo alto de aquel edificio, sin importarle en lo absoluto la altura en la que se encontraba.
—Si, lo es—. Japón miro como el latino comenzaba a caminar hacia la orilla y miraba con ensoñación la gran y expansiva cuidado antes sus ojos, Japón no tardó mucho en seguirlo.
Ambos llegaron al límite de seguridad del mirador, así que se detuvieron y quedaron en un cómodo silencio acompañado de el cantar de los grillos en aquel lugar.
México sentía su corazón papitar fuerte en su pecho cuando miraba al nipón de reojo, observándo la vista con tranquilidad disfrutando de la fresca brisa que los cubría a ambos. Y es que México no podía estar más feliz con eso, solo los dos mirando el extenso territorio del japonés, sin siquiera tener que hacerlo por obligación, por primera vez en su existencia se sentía libre y ni siquiera le importaba que no había planeado nada antes de ir a el país del japonés, solo una llamada rápida a CDMX diciendo «Estare ocupado, durante tiempo indefinido, cosas personales. Ahí le avisas al veje y haces mi trabajo, luego te lo recompensó. Adiós»
Japón sentía una paz inmensa teniendo al latino a su lado, no le interesaba lo mucho que gritaba, lo tan exagerado que era, lo irritante que podía llegar a ser, no le importaba nada de eso ¿Porque? Porque lo amaba, y sabía que todos tenían sus defectos. Japón debía admitir que se precipitó mucho cuando le pidió al mexicano acompañarlo a sus tierras, pero realmente no se arrepentía. Esa semana había sido perfecta, con el latino siempre preparándole sus platillos, ambos mirando TV acurrucados en el sillón, saliendo de vez en cuando a algún lugar turístico (cómo ahora) o a algún lugar completamente normal. Encerio Japón estaba facinado con todo lo que viniera del latino tricolor.
—México—. Llamó el japonés, sin apartar la vista de la ciudad; los nervios comenzaron a comerlo vivo.
—¿Mandé?—. Cuestionó el latino, mientras dejaba de ver aquella hermosa vista y se disponía a mirar al Japonés.
—Y-yo...—. Los nervios eran horribles para el asiático, y lo peor es que no estaba acostumbrado a ellos .—Yo quiero decirte algo muy importante—. Era el momento, y estaba dispuesto a arriesgarlo todo. Aunque eso significará terminar su relación de amistad con el mexicano.
—Oh... adelante entonces—. La emoción en el latino se reflejo en la sonrisa que adornaba su rostro. No sabía la razón, pero su corazón había comenzado a palpitar con rapidez y fuerza.
—México...desde el primer momento en el que te ví, tu belleza cautivó al instante mis ojos—. Por fin ambos se miraban a los ojos, mientras el asiático se hacercaba al americano, para tomar entre sus manos las suyas .—Desde el momento en que te escuché hablar, tu voz me lleno de una alegría que no conocía—. Acarició con sus pulgares el dorso de la mano del latino, el cual le miro sonriente y con ilusión .—Por más que intentaba convencerme de que no sentía nada más que admiración por ti... no lo logré—. Sonrió de manera amorosa, para después hacercarse al latino y soltaron cuidado sus manos y comenzar a abrazarlo .—Me termine enamorando más de ti, pequeño maríachi—. Por fin abrazo con todas sus fuerzas el cuerpo del americano. Deseando con todas su fuerzas ser correspondido.
México se acurrucó entre los brazos del japonés, para después hacercarse a su rostro y juntar su nariz con la del asiático .—Pues tendrás que enamorar a este pequeño mariachi—. México apretó el torso del más alto entre sus brazos. Miro a la perfección la mirada sorprendida del japonés, soltó una risita .—A mi también me gustas...pero no te la dejaré fácil cariño—. Susurro de manera coqueta, para después dar posar de manera suave y rápida un roze de labios en los belfos finos del asiático .—Vas a tener que enamorarme—. Soltó para después separar su rostro del japonés, y recargarse en su pecho.
—Eso suena difícil—. Japón soltó un suspiro enamorado, México lo tenía tan loco, que esa idea no sonaba tan descabellada.
—Y será difícil—. México apretó entre sus brazos el cuerpo del alto, embriagando se de aquella fragancia que irradiaba el cuerpo del japonés. México estaba seguro que esto era un sueño.... no lo era....—Si lo logras...te juro que te amare por el resto de mis días «Aunque ya lo hago»—. México sintió como el Japonés lo separaba con cuidado, y como lo miraba a los ojos, de los cuales se podía distinguir la determinación del nipón.
—Te prometo que voy a enamorarte, así como yo estoy enamorado de ti—. Y dejo un tierno beso en la frente del mexicano, para después volver a abrazarlo con cuidado.
Cosas random de esta wea:
[💤] Japón llevaba toda la semana practicando frente al espejo lo que le diría a México.[💫] México solo se está haciendo del rogar, quiere ver qué tanto lo ama Japón (eso es un poquito cruel, pero me vale)
[💤] Japón está dispuesto a hacer lo que sea por México.
[💫] México va a ir como vieja chismosa de lavadero a contarle a Argentina el chisme (XD)
[🚨] Se viene el desmadre en el siguiente capítulo XD.
Por cierto...
Con mushos besos en el cuello:
—RusiaTuPatron
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Te amo
FanfictionAcompañen al pobre Japón en la busca de enamorar a un país tercermundista y pendejo. También acompañen al latino a averiguar cuáles son sus sentimientos por el nipón. [JapMex] •Creditos de la imagen a quien pertenesca (si saben a quien dijanme para...