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Es mi primera historia no estén chingando ♥️

[👨‍❤️‍💋‍👨]

Aviso antes de leer:
Esta wea tendrá +18 mal escrito. Leer bajo su propio riesgo :D

No voy a morir~
Lol jajaja...ja...ja..j

—¿Quieres algo? Yo pago—. Ambos estaban en un supermercado, comprando comida para surtir la despensa del asiático, el cual amable por naturaleza le había ofrecido al latino tomar cualquier cosa que quisiera, sin embargo este le había dicho más de tres veces que estaba bien (aunque muy en el fondo si quería algo)

—No gracias, no quiero molestar—. Comentó, mientras pasaba su mano por su nuca nervioso, y es que esas papás de las cuales no entendía nada parecían querer llamarlo a gritos para que se las comiera .—No...quiero....nada—. Su vista no se despejaba de aquellas frituras, a pesar de seguir caminando por el extenso pasillo.

Japón miro con una sonrisa al mexicano, para después darle la canasta de plástico, solo recibió la mirada sorprendida del norteamericano .—¿Podrías ir por unas cosas en aquel pasillo?—. Cuestionó, para después darle la pequeña lista que portaba lo que comprarían .— Aquí te espero mariachi—. Sonrió cuando lo vio alegarse y caminar hasta donde le dijo y comenzar a meter cosas a la cesta.

Japón miro el pasillo en el que estaba, pasillo de chucherías y refrescos. Sonrió en grande cuando miro las frituras que México no dejaba de ver en ningún momento, las tomó junto con unas sodas (bien raras) y junto a eso tomo un montón de dulces. Sonríente y bastante eufórico solo terminó por caminar hasta donde el mexicano, que miraba unos productos sin entender lo que decían. El probre no hablaba Taka Taka.

—¿Listo?—. Cuestionó cuando el Japonés le quitó con cuidado la cesta y hecho unas cuantas cosas en ella.

—Listo—. Sonrió el Japonés, tomando la mano del mexicano que comenzó a caminar a su lado mientras hablaba de varias cosas a la vez.

                              [😏]

México se removió inquieto en el sofá, para después sentir los brazos de Japón apretarlo más contra el, detonando seguridad.

—¿Los van a matar?—. Cuestionó sintiendo como el asiático le apegaba a su cuerpo y le daba un beso en la frente, para después acariciar su mejilla de manera lenta.

—No amor, no le va a pasar nada—. Le dio un pequeño beso a el cuello del norteamericano, dispuesto a seguir viendo la película.

Que pena que México ya no quería verla.

Sin detenerse a pensar en las consecuencias, México comenzó a moverse sobre el regazo del más alto, que extrañado por los movimientos del bajo solo intento formular palabras, sin embargo se quedó callado cuando el latino dio un salto sobre su miembro.

—¿Q-qué ahg estás haciendo mmm México?—.  Cuestionó entre suspiros de placer, para después tomar entre sus manos la cintura del mexicano, gruñendo placentero al sentir el choque de el redondo y bien formado trasero del latino contra su miembro.

—N-no, lo sé ah~ si~—.

México suspiró excitado cuando el rostro de Japón se escondió en su cuello, y comenzaba a repartir pequeñas lamidas y leves besos junto con varias mordidas. México detuvo sus movimientos, solo para poder sentir el creciente bulto en el pans holgado que usaba el nipón. México soltó un gemido fuerte y agudo cuando sintió como el Japonés le mordía el cuello con fuerza. Japón tomo con fuerza las caderas del latino y comenzó a moverlo en un moviento lento y circular.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora