Taylor dormía tranquilamente cuando su teléfono comenzó a sonar como loco, aún estando en modo zombie abrió los ojos y contesto la llamada.
-¿Bueno?- La voz de Taylor estaba aún adormilada. -¿Turner?- La rubia se sorprendió al tener una llamada de la mejor amiga de Karlie -¿Que sucedió?- Su adormilado cerebro procesaba las cosas -Voy para allá-
Salió disparada de su cama, dejo su short a un lado y tomo un pans, se colocó unos tenis y se puso una sudadera, lavo sus dientes y tomo las llaves de su auto, no tenía idea de cómo era que había llegado hasta su auto, sin siquiera haber bebido su primer taza de café.
Un mensaje llegó, era Sophie indicándole la dirección.
Taylor salió como alma que lleva el diablo...
Hospital veterinario 8:30 a.m:
Sophie caminaba en círculos en la sala de espera, era la única persona aquella mañana, ella no había podido pasar con Karlie, no porque no quisiera, si no porque se conocía bastante bien y sabía que terminaría llorando y Karlie no necesitaba a alguien más llorando.
-Hey Turner- Taylor había llegado -Vine en cuanto pude- Su respiración estaba entrecortada -¿Donde esta?-
-Ven yo te guío- La chica tiro de su mano.
-¿Que fue?- Taylor estaba preocupada -¿Esta bien?-
-Ah su corazón está muy débil, es por la edad, los veterinarios le dijeron que ya sólo es cuestión de tiempo- Aquello le dolió incluso a Sophie -Y no, antes de que preguntes, ya no pueden hacerle un transplante, es muy viejo para eso-
Taylor trago en seco -¿Cuánto le queda?-
-No lo sé Swift- Sophie se encogió de hombros -Solo ve con ella, creo que no hay mejor opción para esto que tu-
Taylor no sabía realmente que decir.
-Es aquí... Yo te espero afuera-
La ojiazul entro a la habitación a dónde Sophie la había guiado, su corazón se estrujó al ver a Karlie sentada en una silla mientras sostenía una de las patitas delanteras de Toby.
-Hey Karls-
La castaña alzó su mirada, Taylor preferiría que no lo hubiese hecho, en ese momento sus ojos eran el par de orbes más tristes que jamás había visto. Karlie no hizo por levantarse, no había nada que la pudiera apartar de su Toby.
-Sophie me ha pedido que te acompañe y he venido en cuanto pude- Taylor se acercó despacio hasta poner una mano sobre el hombro de la menor -En verdad que lamento esto-
Sus ojos no pudieron evitar posarse sobre Toby, el can respiraba con la ayuda de un pequeño tanque de oxígeno, sus ojos se mantenían cerrados y había una pequeña máquina monitoreando su ritmo cardíaco, uno que era muy débil ya.
-Solo es cuestión de horas Taylor-...
Después de un rato, la compañía de Taylor comenzó a funcionar para Karlie, la menor comenzó a contarle historias que ella y Toby, habían vivido, por instantes el can movía su cola llena de felicidad y lamía la mano de Karlie.
-Entonces el fue perseguido por mi papá, pero para cuando él lo alcanzó, Toby había babeado por completo su corbata- Karlie moría de risa -Es el mejor compañero que la vida me ha dado-
Taylor sabía de lo que Karlie hablaba, ella tenía a sus tres gatos y entendía lo que podría sentir si alguno de ellos le faltara.
-Debo dejarlo ir, sé que de hoy no pasará y me duele- Karlie acariciaba la cabeza de Toby.