Your Time's Up Daddy 💕 [Hunhan]

Cap 10

Horas después se encontraba en la calle donde se lamentaba de su incompetencia. Tanto tiempo pensando, planeando todo para que acabase de esta manera.

No solo le quitaron los ahorros que le costaron sudor y lágrimas, sino que lo violó también. Era tan débil... Menos mal que aprovechó que quedó K.O después de otro golpe con otra botella y salió corriendo sin rumbo alguno. Solo necesitaba salir de allí cuanto antes y alejarse lo más posible para que no lo encontrara.

Ahora se encontraba llorando sin parar porque se sentía sucio, usado y adolorido.

Se sentía terriblemente mal, pensaba que le estaba tocando vivir una de las vidas más duras y él quisiera que mejorara aunque sea un poco. Lo necesitaba.

Pasaron los días y él sentía que se le estaba yendo el alma, casi no tenía fuerzas para buscar entre los contenedores buscando algo de comer o beber.

"No quiero morir, quiero vivir. Necesito vivir"— se dijo a sí mismo.

Y cómo si lo que sea que hubiese allí arriba hubiera escuchado sus plegarias, apareció un hombre alto, bastante guapo y se podía ver que vivía una vida acomodada.

Lo que no entendía era por ese desconocido le daba una sensación de... Comodidad? Hogareño? Se sentía bien.

Baekhyun parpadea desorientado hasta que de ha cuenta de que ese hombre le estaba hablando.

— ¿Perdona?— lo mira apenado, no era su intención no prestarle atención a lo que le decía.

Empezó a temblar del miedo, ¿llegaría a pegarle por eso? Se estaba asfixiando, necesitaba salir de allí.

De levantó y, con las últimas fuerzas que le quedaban, salió corriendo con el pánico recorriendo sus venas.

Según se alejaba escuchaba menos los gritos de ese desconocido que le dio un sentimiento de calidad que no recibía desde hace mucho.

Corrió y corrió, hasta que se tropezó y cayó. La adrenalina que le empujó a correr tanto se fue desvaneciendo al igual que el pánico. ¿Lo malo? A él ya no le quedaba fuerzas para nada ya, se sentía desfallecer.

"¿Moriré así? ¿Después de todo lo que pasé para llegar hasta aquí?"— empezó a llorar, había hecho todo esto por nada.

Sus lágrimas se iban congelando por el frío que hacía y se consolaba a sí mismo diciéndose que al menos lo había intentado.

Al menos hizo algo ahora cambiar su destino.

Poco a poco se le fueron cerrando los ojos, se había rendido a su final. Moriría allí. Se pregunta qué hubiera pasado si se hubiera quedado allí con ese hombre y recordó la calidez.

Por la esquina de la calle aparecieron dos hombres y se acercaron rápidamente al ver el menudo cuerpo tendido en el suelo.

Siwon fue el que se acercó y le tocó la cara y la mano para comprobar su pulso. Era débil pero sobreviviría si se daba prisa.

— Señor, ¿qué hacemos con él?— preguntó el chófer.

— Llevarlo a casa y cuidarlo— le responde sin mirarlo, atento al joven— Corre y ve a por el coche, te esperaré aquí. ¡Date prisa!

— Sí, señor— dijo y salió apresurando hacia la dirección por donde vinieron escasos minutos atrás.

[...]

— Mamá, mañana iremos a la playa,¿verdad?— pregunta un emocionado niño de 7 años llamado Xiumin.

— Sí, cariño— responde acariciando la cabeza de su hijo mayor— Llamé a la tía y dijo que vendría también, así podréis jugar con vuestros primos.

— ¡Sí! ¡Lo pasaremos genial juntos! ¿Verdad Baek?— dice emocionado mientras mira a su adorado hermanito que tenía 5 años en ese entonces.

— ¡Qué bien!— salta de alegría— ¡Iré a preparar mis juguetes para mañana!

Xiumin decide acompañarlo y suben a su habitación a buscarlo todo y meterlo en su bolsita de red para que la arena no se quede adentro.

Estaban metiendo todo alegremente cuando se escuchó un gran estruendo abajo. Los dos se sobresaltaron y despacito abrieron la puerta de la habitación y se asomaron por la escaleras.

Su papá había llegado. Boracho.

Sólo podía significar una cosa, papá iba a pegar a su mamá. Los dos niños se miraron, ¿qué debían de hacer?

Xiumin estaba dispuesto a ayudar a si madre, mientras que xiumin tenía miedo. Aún así, cuando vieron que el hombre empezó a chillarle y a pegarle a su madre tomaron la decisión.

Ambos bajaron las escaleras a toda prisa y se abalanzaron encima del agresor. No podían dejar que mamá sufriera.

De pronto la imagen se borró y apareció en la cocina, su madre estaba viendo la televisión, un programa de marinas de siempre.

Ni él ni su hermano entendían porqué a las personas mayores les gustaba ver eso. Sólo eran unas personas chillándose todo el rato.

Un golpe se escuchó, la puerta había sido tumbada y aparecieron unos hombres desconocidos en el salón de su casa y cogieron a su madre.