Dia 12 sin ti, te quiero hasta que me demuestres lo contrario.
Bueno, agradezco que me dieras la oportunidad de enviarte cartas de vuelta.
Primero, quiero agradecerte por haber empezado esto, porque al igual que a ti me han ayudado mucho. No sé cómo, si lo que has escrito, ademas de ser verdad, es triste. Pero bueno, supongo que es porque al menos así siento que no he perdido el contacto contigo de todo.
Bueno, lo que voy a decirte es que sí, estoy hecho mierda. A penas y salgo de casa, se me fue el apetito junto contigo, pero bueno, sobrevivo y sigo adelante para poder leer el resto de tus cartas recordándome a mi mismo que fui un idiota contigo, que debí cuidarte más y que debí decirte todo o que quería decirte y me callaba.
Hace ya no sé cuantos días (porque ya no sé ni en que día vivo) fui a comprar un café a nuestra cafetería favorita y recordé las veces que nos quedábamos hablando hasta a madrugada. Hablábamos tanto, que al final ninguno de los dos quería dormir aunque tuviera cosas que hacer al día siguiente.
Ese día, me quedé llorando hasta la madrugada mientras veía nuestras fotos y leía el libro que me regalaste. Adjunto está foto que tú tomaste y que en verdad me gusta... Porque es natural, y así era como nos queríamos.
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En fin, ayer vino mi madre a verme. Estaba preocupada porque no sabía nada de nosotros. Y bueno, tuve que decirle que ya no existía un nosotros.
La he visto llorar ante la noticia, sé que ella te quería como la hija que siempre quiso y no pudo tener, y sé que tú la querías a ella como si fuese tú madre.
Por eso te pido de favor, que le llames. Imagino que debe estar pensando que la relación que había entre ustedes terminó cuando nosotros terminamos. Y yo imagino que no es así (yo no tengo problema con compartirte a mi madre) te suplico que la llames y se lo digas.
Gracias de nuevo por haberme permitido hacer esto Elisa, en verdad.
Con amor, Pablo"
Elisa's pov
Entré a casa, esta mañana me había levantado muy feliz. No sabía ni porque.
Bueno, sí sabía... No era una seguridad, pero quizás hoy volvería a saber algo de Pablo, y eso me ponía contenta.
Cerré la puerta, Javi me miró sonriente. Imagino que le hacía feliz verme con ropa decente y de pie.
— Amaneciste feliz, eh? —asentí, se acercó, me abrazó y besó mi cabeza con cariño— Me alegro mucho Eli —murmuró — Gracias por todo Javi —respondí— ¿Y Sibel? —me separé lentamente — En la cocina, está haciendo el desayuno —sonrió— sí yo fuese tú iría a verla porque no creo que sepa que estás de pie —asentí, caminé a la cocina y la abracé sin más.
— ¡Elisa! —se giró a abrazarme. — me estás encajando la espátula en las costillas —reí, ella igual. Me soltó y dejó los utensilios en la barra. — Me alegra verte de pie, en verdad —sonreí. — Bueno, hoy quizás llega carta de Pablo —me recargué en la pared— sé que debo superarlo... Pero me cuesta trabajo. — lo sé cariño —me besó la frente— ayúdame a poner la mesa, el desayuno estará listo en unos minutos —asentí. Volví al comedor, Bnet estaba sentado en el celular y ya había puesto la mesa.
Me senté a su lado, pero en ese momento calló por nuestra rendija un sobre blanco.
Javier me miró, miró la carta y sonrió
— Anda, ve a leerla —me levanté y la tomé en mis manos. Su hermosa letra se hacía presente en el sobre.
Lo abrí, lo primero que ví fue una fotografía de nosotros, sonreí.
Abrí la carta y la leí, sintiendo como cada renglón las lágrimas amenazaban más con salir hasta que por fin lo hicieron.
Sonreí, era verdad... Los cafés, los momentos... Dios, era demasiado.
Seguí leyendo, y cuando terminé, corrí al teléfono. Debía llamar a Faly, en parte porque necesitaba oír su voz y sus consejos que siempre me hicieron bien, y también porque... Bueno, ella era importante para mí y no me gustaba la idea de que estuviese triste por culpa de nosotros.
Debía decirle todo y después, debía escribir la carta que Pablo recibiría dentro pasado mañana.
Por mientras, la carta 12 debía estarle llegando en este momento.
Pablo's pov
"Pablo:
Día 12 sin ti, hay momentos en los que la vida te coloca a la misma distancia de huir o quedarte para siempre.
Bueno, mientras viajaba a España, recordé las veces que nos quedamos hablando sobre mi.
Y recordé, te lo juro, la razón original por la que vine a España. Recordé que solo venía por un periodo corto de tiempo... Venía sola, cabizbaja y con el corazón roto... Y te conocí.
Y pase de mirar el suelo a mirar tus ojos. De estar sola a tenerte a ti, de tener el corazón roto a tenerlo desbordando amor por ti. Y me quedé.
Mira que fue tanto, que me quedé dos años a tu lado, y mi objetivo inicial era volver a México esa misma semana que llegué a España.
Por eso, la razón que encontré es, que ambos sabíamos que yo debía volver a México. Ambos sabíamos que yo iba a volver. Porque ese era el objetivo, ese siempre fue un hecho. Y creo, que para mí,, siempre fue una escusa, siempre te decía eso... Lo siento, sé que te dolía que te dijera que me iría, y admito que lo decía a propósito.
En mi defensa, lo decía porque amaba cuando me abrazabas por la espalda, me besabas el cuello y me decías al oido "sí te vas a México, me llevas contigo. Porque no veo vida sin ti" y te juro, Pablo, que era la única razón por la que me quedaba.
