Capítulo 9: Amigos

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Faltaba un día para que Lila regresara y Alya estaba más acarreada y estresada de lo esperado. Parecía que nada le salía bien, sin Luka, Kitty Section no podría presentarse, no consiguió permiso para efectuar la celebración en el parque, cortesía de los Bourgeois, seguramente. Y mucho menos, podía pedir algún salón de la escuela, no después que casi fue corrida del despacho de profesores con una fuerte reprimenda por parte del director, alegando que el colegio no estaba para eso, y menos aún por una estudiante "ausente".

Y hablando de ausencias, la bloguera dirigió su mirada al lugar vacío justo al lado de su asiento en la sala de clases, así como el último puesto del lugar, en dónde ambos brillaban por la ausencia de Marinette.

"Si Marinette estuviera, ella podría convencer o ayudarnos a dar con un lugar para la fiesta", fue lo que comentó Mylene antes de entrar a clases, y todos estuvieron de acuerdo. Pero nada podían hacer, no se atrevían a visitar a la azabache al hotel y tampoco tenían el valor de hablar con sus padres, los que parecían guardarles algún rencor y les hablaban de manera cortante. Sin mencionar, que le tenían prohibido acercarse a su hija.

Y la gota que derramó el vaso, fue que hace apenas dos días después del incidente de Manon, el grupo de chicas pasaban por unas tiendas comerciales, buscando algo para la fiesta o tener alguna idea. Vieron a lo lejos en la sección de electrónicos, a Marinette acompañada de Chloé, Sabrina, el mayordomo de los Bourgeois y Kagami, en donde la mismísima hija del alcalde, ayudaba a comprar un nuevo teléfono a la azabache.

-"Es ridículo, totalmente ridículo, que como futura gran diseñadora prodigiosa, andes portando con ese ladrillo –le escuchó comentar a la rubia a la distancia-, como te ven te tratan, y tu teléfono te será importante, especialmente con tu nueva red de contactos, Dupain-Cheng, ¡Así que mueve esos pies hasta dar con el teléfono perfecto que puede complementarte"

Alya no se animó a acercarse, al igual que sus amigas, una porque aún no podían aceptar el distanciamiento con la azabache, y otra, fue que Kagami les había visto, y con su sola mirada, ya les había dejado en claro que no se acercaran a menos que se atendieran a las consecuencias.

-Ugh... - la morena soltó un bufido lastimero, que fue escuchado por Nino, pero ignorado por Adrien.

-¿Todo bien, linda? –le preguntó preocupado el Dj, pero ella negó decaída.

-Nada está bien, quiero hacerle una fiesta de bienvenida a Lila –al escuchar ese nombre, Adrien gruñó fuerte, que provocó un respingo a la pareja-, y-y, bue-no, todavía no encuentro un lugar para hacerlo.

-¿Y si lo hacemos en tu casa? – propuso Nino, sin notar que Chloé les estaba escuchando atenta-, lo he pensado bastante, y creo que es una buena opción, es espaciosa y tenemos el juego de parejas, podríamos hacer un torneo.

-Sí lo había pensado, pero –la bloguera se acomodó las gafas-, quería que fuese especial, ya sabes, para que Lila dejase de pensar en el velorio.

-Linda, ya sabes que la intención es la que cuenta, apuesto que Lila amará la fiesta si lo haces de corazón –Alya asintió convencida, mientras que Adrien no pudo evitar sentir pena por ambos ya que sabía de antemano la verdad, y Chloé había llegado a la misma conclusión, pero aun así, la rubia no daría marcha atrás a su plan, y ya quedaba un día.

Cuando el bloque final terminó y todos salían del colegio, a Chloé y a Adrien, casi se les bajan los colores, al ver a Lila Rossi al otro lado de la calle, saludando a todos con una sonrisa, que bien sabían, era falsa.

-¡Lila! –Alya con las demás salieron a su encuentro, y ante la mirada indignada de los rubios, el grupo caminó hacia el parque.

-¿Cómo es que ella está aquí? –repuso molesto el modelo y su amiga rechinó los dientes.

Jeanne D'ArcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora