Capítulo 14 -Jeanne D'Arc

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Alya estaba boca arriba en la cama de su habitación, con su teléfono y computador apagados. Y solo rememorando todas las veces que Marinette le había advertido de Lila, de cómo jamás le creyó, puesto que el hecho de tener en su curso a la "mejor amiga" de su superheroina favorita le había nublado el juicio. Negándose a creer que todo era una mentira ideada por Rossi, lo que llevó a los impulsos y terquedad a tomar malas decisiones y no pensar antes de hablar. Ahora pagaba las consecuencias de sus acciones, y lo peor de todo, es que no podría disculparse con Marinette, ya que eso era un peligro para su salud.

-¡UGHHHH! –la morena arrojó una almohada hacia la pared, tratando de desahogarse.

-¡Alya! Levanta tu peso de la cama, y ven a ver esto –Nora abrió de par en par la puerta de la chica, sobresaltándola por el ruido.

-¿Ahora qué, Nora? –se queja Alya, pero su hermana mayor no se presta para más berrinches, y la toma del brazo, sacándola de una de su habitación.

-Te callas y mira esto –la luchadora sube el volumen del televisor, mientras que sus tres hermanas menores observan la noticia con estupor.

En un video aficionado, se mostraba como una explosión había dejado en ruinas una de las alas del centro psiquiátrico de la ciudad, y varios transeúntes veían con horror una gigante araña negra caminando por las calles, mientras que liberaba varios huevos que al tocar el suelo se abrían, dando paso a arañas, aunque de menor tamaño, y las que empezaron a atacar a cualquier parisino que estuviera cerca.

Las hermanas ahogaron un grito cuando en la televisión se mostró una grabación de Lila Rossi, ataviada con la bata de paciente y sentada en el lomo del sentimonstruo en una especie de trono grotesco, y su primera parada fue una tienda de ropa de la marca Gabriel, en donde la chica entró muy campante y acompañada por las arañas menores. Y al cabo de un rato, volvía a su trono, engalanada con un costoso vestido sirena de color negro, de encajes en los costados, y un corte a dos tercios de la falda. Parecía una verdadera femme fatal con un toque de viuda negra, sin embargo, el rasguño que Chat Noir le propinó no se había desvanecido así como el nuevo corte de cabello que tuvieron que hacerle luego que Fang le arrancara sus cabellos, dejándola con apariencia de una bruja.

-¿Qué es esa arañota? –se preguntó Nora, y Alya apenas pudo reaccionar.

-Un sentimonstruo, y se supone que sólo obedecen al que tenga su objeto con el amok, lo que significa que... -comentó la bloguera, y Nora le miró seria.

-Que la chica mentirosa es quién lo controla, supongo que un "te lo dije" no viene al caso, ¿Verdad?, hermanita.

-¡Lo más probable es que Lila ataque a Marinette y a Adrien! –Alya marcó el teléfono, pero al escuchar la respuesta que el número que llamaba no existe, se le fue el alma a los pies.

-¿Debo recordarte que coletitas se cambió de teléfono? –le preguntó triste Nora, y Alya hizo una mueca dolida.

Pero antes de seguir hablando, escucharon como unas patas golpeaban la ventana de su apartamento, y con horror ven a una de las arañas tratando de entrar a su hogar.

-¡Atrás de mí, ahora! –les ordenó Nora a sus hermanas menores, mientras que la criatura entró por la fuerza, dejando a su paso los vidrios rotos de la ventana, pero al abalanzarse sobre las chicas, la luchadora responde con un escobazo-, okey ocho patas, hora de enfrentarte a una verdadera araña, y créeme, no te conviene combatir contra "Anansi" deidad arácnida de África –le amenazó Nora, luciendo orgullosa su símbolo, y al ver que la criatura se preparaba para otro ataque, la luchadora se puso en guardia-, pues vamos al round 2.

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Las arañas proliferaban por las calles, y los ciudadanos se vieron en la obligación de resguardarse en sus hogares, pero los estudiantes del Françoise Dupont no corrieron con mucha suerte, puesto que las criaturas los habían capturado antes que siquiera pudieran abandonar las dependencias. Y fue cuestión de tiempo que todos los alumnos como el profesorado fuesen reunidos en el patio del establecimiento, el cual ya había sido rodeado por una enorme telaraña que cubría cada recoveco del lugar y bloqueado la luz del sol.

Jeanne D'ArcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora