El lucía más alto de lo normal, mucho más delgado, su sonrisa era más malévola, su cabello estaba más corto y muy bien arreglado. Iba vestido de negro, todo de negro.
Sentí un gran miedo, sentí que en cualquier momento me iba a desmayar, sentía un revuelco en mi estómago, tenía ganas de llorar incosolablemente pero ahora más que nunca tenía que ser fuerte. Mi cabeza está hecho un lío, necesito respuestas a mis preguntas, el había muerto y estaba segura que el dolor había acabado pero no, no acabo, el regreso y se que es para vengarse.
Daniel: ¿No me vas a saludar? –alzo las cejas-
Yo no respondí nada, no podía decir nada me había quedado atónita tratando de digerir todo esto, ¿porqué ahora tenía que llegar? ¿Porqué llega a arruinar?
TU: ¿Cómo es que...? –callé, no podía ni hablar. Quería que Niall ahora más que nunca estuviera conmigo pero el estaba a millones de kilómetros lejos de mi.
Daniel: ¿Cómo es que no morí? ¿Cómo es que estoy aquí? –sonrió mientras caminaba adentro de la casa, quise detenerlo pero el ya estaba adentro, viendo toda la casa– Linda casa eh.
TU: ¿Como? –las lágrimas comenzaban a hacerse presentes–
Estaba totalmente segura que esto ya no era un sueño, estaba en la realidad, si hace tiempo lo "vi" en la calle no había sido una alucinación. Daniel lleva días siguiéndome.
TU: ¿Estuviste siguiéndome estos días? –entrecerré los ojos–
Daniel: –rió– He vigilado cada paso que das TN____. –me miró– ¿Cómo te fue en Bora Bora? –sonrió–
TU: ¿Porqué regresaste?
Daniel: Hasta la pregunta es tonta...–sonrió–
TU: ¿Porqué mierda regresaste? –grite–
Daniel: ¿No es obvio? –sonrió mientras se acercaba a mi– Nunca te voy a dejar en paz, te voy a hacer pagar muy caro todo esto, jamás vas a ser feliz, seguiré cada paso que das, cada respiración, cada segundo de tu vida serás maldita, no te voy a dejar en paz, prometo que no habrá boda..–miró mi anillo– y me vas a conocer.
TU: Tu no eres nadie para estar maldiciendome y amenazandome en mi casa, ¡largate!
Daniel: Cuida tus palabras, luego no me vayas a ir a rogar que te quedes a dormir en mi casa, porque prometo que te quedarás sin nada. –sonrió y camino a la puerta–
TU: ¡Largate! –grite–
Daniel: Bien, me voy, pero, cuídate. –sonrió y cerró la puerta–
Me caí al suelo y comencé a llorar, no podía expresar todo lo que sentía en este momento, cuando creía que al fin era completamente feliz que nadie interpondría esta felicidad llegaba Daniel, llegaba él para arruinar todo. Sabía a lo que podría llegar Daniel, sabía que el haría lo que fuera por obtener lo que quiere, así que necesitaba prepararme para lo que venía, no le comentaría a Niall, ahora más que nunca el necesaria a estar al 100% en su gira y no quería que el estuviera preocupado por esto.
Me sentía devastada, para no decir quebrada, las lágrimas habían cesado pero la tristeza seguía. Mi celular sonó, mire y era Niall.
Aclare mi garganta y contesté.
TU: Hola amor. –trate de sonar lo más clara y normal posible–
Niall: Hola princesa ¿como estas? Te oigo extraña. –preguntó, Niall me conocía bastante bien para saber que algo me pasaba, pero no quería supiera que Daniel, el que nos ha hecho la vida imposible jamás murió–
TU: Estoy bien, solo estoy un poquito enferma. –mentí, odiaba mentirle a Niall, cuando se suponía que debíamos de tener la suficiente confianza para contarnos todo, pero con esto no quería que el se saliera de su trabajo y viniera a mi y tuviera problemas con Modest.
Niall: ¿Te sientes mal? –preguntó preocupado–
TU: Si, tengo gripe, ya estoy tomando medicamento. –me mordí el labio inferior tenía muchas ganas de llorar, no quería mentirle a Niall–
Niall: Que bueno.
TU: ¿Cómo te ha ido? –pregunté, se me hizo un nudo en la garganta al recordar a Daniel decir "prometo que no habrá boda" "prometo que te quedarás sin nada", no podía imaginarme una vida sin Niall, no podía–
Niall: Bien... los shows han estado increíble, si vieras que lindo esta acá, me encantaría que estuvieras aquí...
TU: Si, a mi también me gustaría que estuvieras aquí...–se me quebró la voz, no pude soportarlo y derramé lágrimas, quería mucho a Niall, no quería perderlo, quería ser eternamente feliz con él–
Niall: ¿Amor, que pasa? No llores...
TU: –suspiré– No es nada, es que te extraño...
Niall: Yo también, si quieres voy a visitarte, tendré un día libre puedo ir a verte..
TU: ¡No! –respondí– En serio no te molestes, estoy bien sólo que la gripe me pone muy frágil y me pongo muy sentimental...
Niall: Esta bien, amor te dejo vamos a ir a ensayar, te amo, te amo mucho, mañana te llamo ¿si?
TU: Esta bien. –mordí mi labio inferior una vez más–
Niall: Te amo.
TU: Te amo. –colgué–
Deje mi teléfono en la mesa y camine a mi habitación, estaba tan frágil, y era obvio, todo me había llegado en guardia baja, durante tiempo siempre le había dicho la verdad a Niall, jamás le había mentido en nada, pero ahora lo había hecho y el sentimiento era mucho, me ponía triste, me ponía en una jaula de la cual quería escapar.
*
Dominique: ¿Cómo te fue? –sonrió–
TU: Bien...–tome de mi café, no quería hablar con nadie ahora–
Dominique: Enséñame tu anillo. –sonrió emocionada–
Le enseñe el anillo y ella grito de la emoción acaparando la mirada de todos, ella lucia muy emocionada como si jamás en su vida hubiera visto un anillo de compromiso.
Ben: ¿Así que te vas a casar? –comentó mientras miraba mi anillo, no sabía de donde diablos había aparecido estaba tan distraída que ya no notaba muchas cosas–
TU: Si, uhmm.. Iré a mi oficina. –comente y camine–
Cuando caminaba hacia la oficina sentí un fuerte mareo, me detuve y me recarge a la pared, coloque mi mano en la frente, y me mantuve parada mientras se me pasaba, ya de tanta presión y preocupación me daban mareos.
Liam: ¿Estas bien? –se acercó a mi–
TU: Si, sólo tuve un mareo, nada serio. –medio le sonreí y continúe caminando–
Cuando llegue a mi oficina me senté y cerré los ojos, no había pegado el sueño durante toda la noche, y ahora mis energías estaban al borde. Sonó mi celular y mire a la pantalla, un mensaje de un número desconocido.
"Preciosa, guarda este número, nos mantendremos al contacto Daniel."
Lance mi celular y me recargue al escritorio, estaba tan irritada y cansada, ya no quería más, ya quería que todo se arreglara, sólo quería eso.
Sonó mi celular otra vez, esta vez era llamada, no quería contestar, sabía que era el, al mirar la pantalla decía "Mama", menos mal...
TU: Hola mama. –respondí–
TM: Hija, Luke está muy grave, no queríamos comentártelo porque se que estas muy ocupada pero el me pidió que te llamara, el cree que ya no se va a salvar, ¡ven por favor! –dijo entre sollozos–
ESTÁS LEYENDO