Capítulo 1

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Empiezo a escuchar una melodía en medio de mi precioso sueño donde estoy apunto de besar a mi queridísimo Cole Sprouse, cuando me doy cuenta que es la alarma de mi móvil. 

-Joder  -digo gruñendo mientras apago la alarma y me doy media vuelva para seguir durmiendo-

Dos minutos después escucho como golpean la puerta de mi habitación.

-Angy! Vamos a llegar tarde por tu culpa, te juro que como no estés lista en 10, me voy sin ti. -Escucho a Emili.

No, no es una loca que se ha colado en mi casa, ni mi madre, es mi mejor amiga. Vivimos juntas desde casi un año. ¿Porqué? Simple, por los estudios. Las dos somos de un pueblo muy pequeño que ni siquiera sale ni en los mapas. Cuando terminas el instituto allí, las dos queríamos seguir estudiando y eso significaba irnos a la ciudad. 

Os preguntareis por nuestros padres, la verdad es que no hubo problema con ellos.  Yo no tengo relación con mis padres por "x" motivos del pasado. Y Emili... bueno, solía vivir con su abuela paterna, ya que sus padres murieron cuando ella era todavía un bebe. Pero, por desgracia, su abuela falleció.

-ANGY! Te quedan 3 minutos, no bromeo, me iré sin ti. - Escucho la voz de Emili desde la cocina.-

Mierda, mierda y más mierda.

-Estoy buscando mis zapatillas Em, relájate un poco.

Me voy vistiendo con una camisa ancha de cuadros corta y unos pitillos negros acompañados de unas zapatillas adidas blancas. Mientras me intento arreglar mi pelo de león rojo, si,  me teñí el pelo de  rojo, pero no un rojo oscuro, sino un rojo fuego muy llamativo, y me queda de puta madre con mis rizos la verdad, no es por ser prepotente, pero es lo que hay vamos, con mi pelo, mis ojos verdes y mi cuerpazo, no hay quien me detenga.

No, en verdad no tengo un cuerpo de modelo, no mido 1'70, no soy delgada ni tengo una 90 60 90. Mido 1'64 aproximadamente, tengo mis tetas, mi culo, mis piernas y mis curvas. Como he dicho antes, un cuerpazo, o al menos, para mi.

Cuando salgo con las pulsaciones por las nubes directa a desayunar me doy cuenta que Emili me sirve un bol de cereales con leche de soja.

Ella es todo lo contrario a mi, es rubia, con ojos azules como el cielo, vamos el prototipo de chica barbie, alta y delgada, pero no es una cabeza donde las neuronas las tiene de adorno, es todo lo contrario, es inteligente y con personalidad. Aunque de las dos no somos diferentes solo solo en el físico sino también en actitud, ella es muy alegre y muy social, le encanta conocer gente nueva y siempre es amable con todos, y yo pues... soy más antisocial, no es que este siempre sola, simplemente no me gusta conocer gente nueva ni ir hablando con todo el mundo, la gente suele llamarlo ser borde o amargada, pero la verdad, no me importa mucho.

-Por eso te adoro-le digo con un beso en la mejilla.-

-Para de hacerme la pelota y lávate la cara que tienes baba seca en la mejilla.

Me voy comiendo mi preciado desayuno corriendo, ya que no para de meterme prisa. Al final me ahogare y tendrá que preparar mi funeral.

A las 7:30 ya estamos saliendo de casa con nuestra mochila al hombro. Vamos hacia mi coche, no es uno muy gramuroso, todo lo contrario, es un coche antiguo, pero ya me sirve.

Hace 3 meses mas o menos me saque el carnet, la perra de mi amiga se piensa que soy su chófer y por eso no se lo saca ella.

Al llegar a nuestra escuela nos bajamos y noto que muchos se nos quedan mirando.

-¿Y estos inútiles que miran? -Digo mientras les observo con mala cara-

-Somos nuevas chica, ¿que esperas?, ademas no creo que puedas pasar desapercibida con ese pelo.- me dice con una risa mientras me tira de un rizo rojo fuego.-

Seguimos caminando hasta la secretaría y de ahí nos informan en qué lugar serán las clases. Continuamos caminando hasta llegar a un aula.

-Por suerte no llegamos tarde, pero mañana más te vale levantarte cuando suene el  despertador o te titare un balde de agua helada por encima. -Emili me dice mientras camina hasta sentarnos en unas de las pocas mesas libres que había.-

-No es mi culpa que Don Matric no me dejara irme.- Le contesto subiendo mis hombros despreocupadamente.-

- ¿Don qué? - me pregunta mirándome como si estuviera loca.-

- Mi preciosa y adorada cama, querida. -Informo como si fuera lo más normal del mundo.

- ¡Buenas! ¿Está ocupado? -Nos interrumpe un chico mirando el sitio vacío que hay a mi lado.-

Cuando me giro y lo veo lo analizo. 

Si, analizo. No quiero que me toque a un loco al lado.

Es alto, 1.80 mas o menos, con unos ojos grandes y de un color precioso, celeste y con el pelo negro, se nota que se cuida. Lleva puesto una camiseta blanca con detalles azules que le hace resaltar su piel morena, y unos pantalones claros pitillos que están rotos por la rodilla.

-No, no hay nadie, puedes sentarte. -Digo y vuelvo a girarme para hablar con Em.-

-Eres una borde. -Me susurra y yo me encojo de hombros.-

-Hola! Soy Emili pero puedes llamarme Em. Ella es Angela. -Le dice amablemente al chico.-

-Angy, no Angela. -Le interrumpo.-

-Marc, encantado. -Dice él con una sonrisa un poco incómoda.-

Cuando Emili iba a preguntarle algo se quedó con la palabra en la boca, ya que sonó el timbre y entro la profesora. Nos estuvo hablando de toda la materia que habrá en estos dos años que dura el ciclo, también de los otros profesores, etc. Después de la presentación, salimos y fuimos hacia el coche para volver a casa, con Marc con nosotras ya que nos dijo que también tenía el coche por ahí.

-Y bueno Marc, ¿De donde eres?- pregunta Em mientras yo saco un cigarro, le ofrezco al chico pero niega con la cabeza.-

- Bueno, siempre he vivido aquí, ¿Vosotras?

-Nosotras vivíamos en un pueblo pequeño que no había una mierda, así que nos mudamos aquí  para poder estudiar.- respondo mientras le doy una calada.

Continuamos hablando de nosotros, y nos enteramos de que trabaja en un supermercado con un amigo suyo que va a la universidad, por nuestra parte le contamos que las dos trabajamos desde hace un par de meses en una cafetería cercana.

Después de estar un rato hablando con él, nos despedimos de Marc y nos vamos hasta nuestra casa. La verdad es que me había caído bien el chaval. 

El pasado de AngyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora