El pasado de Angy

Capitulo 8

POV's Angy

Me encuentro rodeada de gente, ya sean borrachos o gente que se ha metido dios sabe que. Aunque a decir verdad, estoy acostumbrada a esto.

La pelea a finalizado hace más o menos media hora y ya no hay nada que pueda aportar a la misión, así que me despido de mis ''compañeros'' y me largo de ahí.

Cuando salgo afuera lo primero que noto es el aire congelado, porque por Dios, son las 3:35 de la mañana en pleno invierno. Inmediatamente me enciendo mi porro de hierba y camino por las calles desiertas de este pueblo. La palabra que me definiría ahora mismo sería demacrada, ha sido una noche muy dura, ¿porque ? dos palabras: peleas y drogas. He tenido dos batallas, y sinceramente, no esperaba que fueran tan duras mis contrincantes, llevo varias heridas en todo el cuerpo, aparte de los moratones que ya tenía de antes más los nuevos que se están formando. Se que mañana me costará mucho moverme, creo que la hija de puta con la que me ha tocado pelear en la segunda batalla me ha roto una costilla.

Le he dado dos caladas a mi porro y, definitivamente, esto no es hierba, supongo que Simón me ha dado uno de sus nuevas adquisiciones. No me preocupo porque es de confianza, llevo pillandole costo 2 meses.

-Ei, buena pelea la hoy. -Escucho a mis espaldas.-

-¿Cuál de las dos? -le contesto.-

-Solo me ha dado tiempo a ver la última. La rubia también zumbaba bien eh. -me dice riendo.- pero tranquila, tú sigues siendo la mejor.-

-¿Has venido a hacerme la pelota, Simón?- digo riéndome también.-

Seguimos hablando sobre la noche, aunque empiezo a estar muy mareada, como si no pudiera manejar mi propio cuerpo.

-Vamos, te ayudo a subir a casa-Me dice, no se en que momento he llegado  casa. Me ayuda cogiéndome de la cintura para poder caminar, aunque lo noto demasiado cerca, pero ya no puedo ni siquiera hablar.-

Siento como toca mi trasero

-Perdón, estoy buscando tus llaves, sino, no podemos entrar.-dice sonriendo.-

De pronto me coge como si fuera un saco de patatas, no se ni donde estoy ni que estoy haciendo, simplemente no siento nada ni veo nada, no puedo distinguir las cosas, lo veo todo borroso, como si fueran manchas que aparecen y desaparecen.

De un momento a otro noto que me tira a una superficie acolchada y me acaricia la cara

- Esto podría haber sido diferente, y tú lo sabes mejor que nadie Angy. Pero no quisiste. Y de verdad, tú me encantas, eres hermosa y tienes mucho carácter. Me gustan que las cosas sean difíciles y tú definitivamente eres muy difícil, eres todo un reto. Pero también sabes que siempre consigo lo que quiero.- Me dice Simón mientras me va dando caricias desde la mejilla bajando hasta mi clavícula.-

Ahora me doy cuenta que el porro no era de marihuana, si no que  Simón ya tenía todo planeado.

Soy consciente de lo que está pasando, pero no puedo hacer nada, por mas que lo intento, no puedo gritar, no puedo hacer que se quite de encima mío, no puedo hacer absolutamente nada, es como si mi cuerpo y mi mente fueran por separado.

Simón besa mi cuello, es el típico beso húmedo que con los anteriores tíos que he estado, siempre me ha encantado, pero ahora mismo solo tengo ganas de vomitar y llorar, si,  yo, Angy,  tengo ganas de llorar.

Sus manos se desplazan por debajo de mi camiseta ancha, y van toqueteandome mientras sigue dándome asquerosos besos que ahora no son solo en el cuello si no que van yendo por mi mandíbula hasta mis labios.

Los toques que me da son bruscos, sin delicadeza, a eso hay que sumarle las heridas por todo mi cuerpo.  Pasa su mano por mi costilla y me estremezco al saber que mi superstición sobre que mi costilla está rota es verdad.

En este momento ya tengo lágrimas en los ojos, porque joder, como he podido confiar en él, solo lo conozco desde hace dos meses, y no eran precisamente caramelos de fresa lo que me daba. debería haberlo olido o comprobar que era, pero no, tenía que confiar en él como lo estúpida que soy, como siempre. Esto solo me demuestra otra vez lo ingenua que soy.

Solo de pensar en que Em pierda a alguien más...

-No llores, si en verdad te gustara, ya lo veras. -Me dice mientras se desabrocha el pantalón y se lo quita para seguidamente quitarse la camiseta y quedarse solo con los bóxer.-

Siento como mis ojos van cerrándose, no puedo mantenerlos abiertos. Se lo que significa, no es la primera vez que pasa, solo que las otras veces era por las peleas, no por un hijo de puta que me ha drogado y va a violarme.

-En su momento no quisiste por las buenas, cariño, así que, será por las malas.-Es lo último que escuchó antes de quedarme totalmente inconsciente.

-¡ANGY, ANGY! - Oigo que me gritan al oído mientras me sacuden.

Me despierto de golpe cayéndome al suelo con la respiración acelerada.

-¡Dios mío Emili! ¡¿Que coño te pasa?!- Grito mientras me pongo en pie.-

-¡¿Que coño me pasa!? Me levanto y me dicen que te fuiste a la madrugada, que Aiden ha descubierto tu cicatriz y llego y te veo llorando en sueños Angy. ¡Eso me pasa!

- Tranquilízate Em, estoy bien. -Le digo y veo que sigue mirándome con mala cara.- Lo siento, ¿vale ? Pero ¿qué querías que hiciera?  Ir a tu habitación y decirte "Ei Em que me voy, estaba a punto de follarme a Aiden pero a visto mi cicatriz y ha empezado a hacer preguntas y sabía que iba a seguir hasta que se lo contase. Oh por cierto Derek, siento interrumpir tu polvo, pero tenía que avisarle. En fin Adiós." -Digo con ironía.- Pues obviamente no Emili, estaba cabreada y lo único que quería era salir de ahí. Creía que lo entenderías, pero ya veo que no lo entiendes en absoluto.-

-No Angy, aquí la que no lo entiende eres tú. Piensas que estoy enfadada contigo por haberte ido sin decirme nada. Y no, no estoy enfadada, estoy preocupada por ti. Se por todo lo que has pasado, se lo que significa esa puta cicatriz. Lo se todo. Podrías haberme mandado un mensaje, pero eso es lo de menos. Estoy puto preocupada porque lo primero que veo cuando llego es a ti llorando en sueños y se lo que pasa en ellos. Habías estado casi un año sin tener pesadillas y no quiero que vuelvas a tenerlas. -me dice apunto de llorar.-

-Joder Emili, ven aquí. -Le abrazo fuertemente, se que solo me tiene a mi, y yo solo le tengo a ella.- No te preocupes, no estaba soñando nada malo, enserio. Sólo me he acordado de él.-