Alex y yo después del bullying (OstonHill #2)

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Luego de varios tragos ya estaba que bailaba en un solo pie, de hecho ya lo estaba haciendo. Movía mis caderas al ritmo del ragaetton que estaba sonando mientras sostenía una botella de cerveza. La verdad es que habian pasado dos horas desde mi llegada y hasta ahora me empezaba a "liberar".

Estaba haciendo un esfuerzo abismal para no hacer contacto visual con Alex, quien se encontraba casi tan prendido que yo y con Monique cerca de las narices. Repudiaba a esa chica. Dios mio no veía la hora de conseguir alguna conquista y restregarle en la cara a ellos que yo tambien podía, que era una hermosa mujer y que yo sí valía la pena.
Mi subcosciente me decía que eso no era lo correcto, que una mujer para darse valor tiene que respetarse primero, pero ya estaba harta de todo, tenía que cobrarmelas y que mejor oportunidad que un bar atestado de chicos universitarios de mi edad.

(...)
La canción de moda empezó a sonar y una vez más me puse de pie llevando conmigo a Martha que en lo que iba de ma noche habia avanzado su relación con Juan José.

Moví mi cuerpo al ritmo de la musica mientras tomaba algo de whiskey, era algo fuerte pero me importaba tan poco que cada trago que recomendaba el bartender lo estaba tomando...
El alcohol obviamente ya estaba en mi sangre y la adrenalina tambien, tanto que de la emoción me subí una de las mesas y contornié mi cuerpo aún más. Me sentía sexy, poderosa con todas las miradas sobre mí, todo esto aumentó cuando un chico pelirrojo, alto y un poco musculoso se acercó a mi y me hizo señas para que me bajara. Lo hice cuando me di cuenta de la miraba abrasadora que me lanzaba Alex, quería matarme por lo que estaba haciendo, en sus ojos lo veía y no podía perder la oportunidad de romperle tambien el corazón; por lo que sin pensarlo bajé y me arrojé a los brazos de aquel pelirrojo besandolo en la boca.

Pero eso duró poco tiempo porque el que fue mi novio nos separó de un empujón.

La mirada de Alex estaba cargada de rabia y celos, la verdad era que no me importaba... que sufriera en carne propia lo que estaba pasando... ¡¡Pero qué iba a saber él lo que eran los celos si todo lo que me había dicho era una farsa!!

Me tomó con fuerza del brazo y me guio hasta los baños, se estaba rebentando de celos y una parte de mi estaba contenta por eso.

-Por que me haces esto, Brooke...-dijo en apenas un susurro sobre mis labios... olía a alcohol y chocolate... tan...

Me estaba acorralando en uno de los cubículos del baño de mujeres que estaba completamente vacío excepto por nosotros.

-¡¡Yo no te he hecho nada!!, tu ya no eres nadie en mi vida para meterte en ella, ¿por qué te la das de ofendido?

-¡¿Cómo se te ocurre decir semejante estúpidez si yo te he...?!- logró articular mientras colocaba sus manos en mi cintura y me pega más a él.

-¿Que tu me has acompañado en todo momento? ¡¿Y eso qué?! Si todo lo que construiste lo has destruido.... Eres un imbecil Alex, y te juro por mi vida que....

Fue cuestion de segundos para que me interrumpiera con un beso debastador que prometía derretir mi alma y recostruir mi corazón. Y yo, como tal tonta le respondí casi con la misma intensidad. Estabamos perdidos y rogaba al cielo por no cometer una estupidez.

-... Te amo...-completé medio atontada la frase en medio de los besos, caricias y demás sensaciones que me trasmitía aquel que solía ser mi novio...

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