Alex y yo después del bullying (OstonHill #2)

Epilogo

-Y ahora sin más dilación, me complace el gusto de anunciar a la persona que tanto ha aportado en el ambito de la cienta y la investicación en el país. Ella, una biologa que ha dedicado su vida a la ciencia y que hace unos años terminó sus estudios de doctorado dando al mundo una tesis y una patente tan importante a la nación. Bienvenida Doctora Williams.

Una mujer alta, bronceada, con el cabello super corto casi rapado super estilizado recorrió el camino desde su asiento hasta el microfono. Si alguien la hubiera visto en la calle jamás pensaría que aquella mujer era de las mas importantes del país, su aspecto era estilizado casi como el de una modelo, era tan perfecta, cuidada, estilizada y aquel corte de cabello que para algunos la hacia ver más "varonil" cumplia todo lo contrario la hacia lucir mas joven y bella, todo lo contrario a lo que años atrás sintió.

-Muy buenas tardes, un gusto estar aquí con ustedes para compartir mis investigaciones y algunos pocos descubrimientos....-comenzó a hablar.

Y en esa misma sala a lo lejos. Un hombre de negocios interezado en hacer una generosa inversión en un excelente laboratorio observaba con escibriño a aquella bella mujer. Se sentía conmocionado y no tenía idea del por qué.

(...)

Al fin había dado con ella. Sí, con aquella mujer inteligente y hermosa que habia sido la estrella de la conferencia. En un principio llegó buscando un laboratorio en el que invertir parte de su capital, el cual luego de arduo trabajo habia logrado adquirir; ahora que habia conocido a varios de los cientificos directores de los laboratorios más reconocidos del país reunidos allí en el Hotel Palace en OstonHill, estaba más que seguro que aquella mujer... la Doctora Williams seria la indicada. Su decision, seguridad al hablar de los temas que trataba lo habian cautivado y por nada del mundo iba a perder la oportunidad de invertir y tratar con ella.

-Buena noche- le dijo despues de un largo silencio en aquella terraza del hotel, la conferencia se habia extendido un poco más de lo esperado por lo que ya era de noche, la Doctora Williams habia salido a atender una llamada hecho que el no dudo en aprovechar.

-Buena noche...-respondió ella luego se guardar su telefono en uno de los bolsillo de la bata blanca que llevaba sobre un conjunto de pantalon negro y camisa blanca, se veía tan sexy vestida tan simple.

Y ahora él se habia quedado sin palabras. Bajo la penumbra de la noche no podia observar con detenimiento las facciones de aquella mujer, pero su corazón se removió cuando la escuchó suspirar... una sensación extraña igual a la anterior vino a él.

-¿Que hace sola por acá?-fue lo unico que pudo decir mientras se aflojaba la corbata. El aire le estaba faltando al recordar algunos momentos de su pasado.

-¿Disculpe?- ese matiz en la voz...

-Oh, perdone. ¿La incomodo?- agregó él

-No, para nada. Es solo que estaba sumergida en mis pensamientos- esa vez un auto paso por la calle y las luces lograron iluminar parte de su rostro. Unos hermosos ojos verdes muy similares otros que él recordaba muy bien lo observaron con detenimiento.

Volvió a suspirar y esta vez se quitó la corbata.

-¿Preocupado?- fue ella la que intervino ahora.

Estaba reposando los brazos en la baranda de la terraza mientras miraba los edificios que se lobraban ver a lo lejos, mientras pensaba la llamada que habia tenido.
Su madre habia acordado una vez mas una cita a ciegas para ella. Luego de un par de años se le habia metido en la cabeza casarla con un hombre que la respetara, amara y de mas cursilerias como ella le decía.

-Solo un poco, pero no es nada- le respondio aquel hombre que no la había dejado de mirar desde que puso un pie en la tarima del auditorio. Su cabello castaño claro, un menton cuadrado, nariz perfecta y cuerpo de infarto la hiceron suspirar... y esos ojos de color que supuso eran miel le dieron un toque familiar...