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Era un día como cualquier otro...
A tempranas horas de la mañana, la familia DeMayo se preparaba para salir de casa e ir al trabajo por parte de Greg y al instituto por parte de Steven.
Como era costumbre, su padre se ofrecería para llevar a su hijo de camino a su instituto. Justo ahora, ambos se encontraban en la camioneta.
-" ¿Todo listo?". Le preguntó a su hijo.
-"¡Todo listo!". Él contesto de forma animada, luego de abrocharse el cinturón de seguridad.
Al escuchar la afirmación de su hijo, Greg encendió la camioneta y puso la radio, dejando escuchar una canción con un ritmo relajante mientras comenzaba conducir la camioneta.
El viaje transcurrió tranquilamente. Al llegar a su destino, Steven se despidió de su padre con un abrazo, tomó su mochila y luego bajo del vehículo.
Al entrar a su colegio y llegar a su designada aula, Steven fue bien recibido por sus compañeros y compañeras de clase, los cuales se acercaron para saludarlo feliz y amigablemente. Esto demostraba la buena relación y confianza con la gente que le rodeaba, y nuestro chico no podía evitar sentirse alegre cuando lo saludaban de este modo.
Steven es un chico que siempre procuraba llevarse bien con todo el mundo. Quienes lo conocían por primera vez, tendían a pensar que Steven es un chico agradable, educado, atento y de buen corazón.
Y en efecto, así era.
En lo que va de su vida estudiantil hasta el momento, con excepción de algunos altercados ocurridos en sus primeros años de colegio, Steven nunca llegó a tener diferencias entre sus amigos, compañeros y profesores.
Aunque era alguien que no le gustaba meterse en pleitos y prefería el dialogo por encima de la violencia, esto no significaba que el chico no pudiera bromear de vez en cuando o supiera defenderse si la situación lo ameritaba, lo que hasta cierto punto, consiguió ganarse la admiración y respeto de unos cuantos en el instituto.
(Pero esa es historia para otro momento...)
Al corresponder los saludos y bromear un poco con sus compañeros, Steven se dirigió a su lugar de asiento correspondiente. Este se encontraba en la ultima fila cerca de la ventana en el penúltimo asiento. Un lugar que consideraba perfecto.
Allí lo saludaría a su mejor amigo Lars, quien estaba sentado justamente en el ultimo asiento detrás del suyo.
Steven dejó su mochila, se sentó y posteriormente correspondió el saludo de Lars con un amigable choque de puños. Hubo una pequeña charla banal entre ambos hasta que el timbre sonó, indicando el inicio de la hora de clases.
Dichas horas transcurrieron normalmente después de eso. Cuando el receso llegó, Lars y Steven estaban ahora almorzando en el salón.
-"¡Oye Steven! ¿Recuerdas que te conté hace unos días que estaba buscando empleo? ¿Pues que crees? ¡Al fin conseguí uno!".
-"¿Enserio? Me alegra escuchar eso. Dime. ¿Que tal esta?". Steven cuestionó con intriga a su mejor amigo.
-"Bueno, solo es un pequeño trabajo vendiendo donas y café en "La Gran Rosquilla", obviamente. No es la gran cosa considerando que solo es para obtener experiencia laboral, pero para ser honesto, me gusta. Es muy tranquilo... Ademas, conocí a una chica en ese lugar".
-"¿Hablas de Sadie, la chica rubia que trabaja allí?". Steven volvió a preguntar, esta vez causando un rostro de asombro en el semblante de su amigo.
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La Gema del Espejo / Lapiven (AU)
FanfictionSteven DeMayo, un chico alegre de 16 años que acaba de mudarse junto con su padre a su nueva casa, la cual habia sido propiedad de su fallecida madre. Con ello, la vida de Steven daria un pequeño giro tras descubrir accidentalmente un objeto que se...