Final

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Yo y mi equipo pertenecíamos a las "Fuerzas Especiales" del Planeta Madre. Normalmente cuando se nos solicitaba, era para conquistar algún cuadrante peligroso de algún planeta desconocido, invadir bases enemigas o arrasar con ciudades enteras.

Por supuesto, aquella vez no fue la excepción...

Nos llamaron desde una base del cuadrante 6, afiliada a los dominios de Diamante Rosa. Aquellas que acudían a nosotras pedían refuerzos pues parecía ser que los habitantes del planeta al supone debían conquistar, era ferozmente defendido por sus habitantes.

Según lo que escuché, la mismísima Diamante Rosa acudió a una reunión entre las demás Diamantes con la esperanza de obtener algún tipo de ayuda por parte de sus hermanas luego de informar sobre una resistencia conformada por gemas rebeldes y los terrícolas en ese planeta. Por supuesto, dos de ellas se negaron rotundamente, con excepción de una... Diamante Azul, quien luego de escuchar a su hermana, ordenó mandar a un pequeño grupo de su mejores fuerzas, siendo ahí el motivo del mensaje.

Yo me encontraba en otro planeta en ese entonces, junto con mis hermanas, habíamos conseguido entrar en una ciudad enemiga donde una vez allí, lograríamos abrir un camino para nuestras fuerzas aliadas, destruyendo los primeros puestos de avanzada y cada tipo de defensa en ese lugar. Una vez hecho eso, comenzaría la invasión... Una invasión a su ciudad centra, su capital.

Una invasión donde solo bastarían siete horas, donde las únicas ordenes eran eliminar toda forma de vida en aquella ciudad, ya sean soldados o civiles.

Así fue como la enorme capital, la que en un principio estaba fuertemente resguardada por los seres mas fuertes y poderosos de este planeta, había sido totalmente aniquilada en tan solo siete horas, donde una gran parte de sus militares y habitantes serian masacrados sin piedad, donde un sin fin de familias enteras morirían de manera despiadada ante nuestras fuerzas, donde la ciudad mas importante caería de la noche a la mañana.

-"N-No, por favor... por favor, no les hagas daño"-gritaba desesperadamente uno de los habitantes que habíamos capturado, el cual era retenido en el suelo por una de mis hermanas, Frecks.

Por supuesto, el nativo hablaba en su idioma natal.

Delante de mi se encontraba una madre quien abrazaba fuertemente a su pequeña hija desde el suelo, ambas temblaban por el miedo. Supongo aquel tipo era el padre de esa niña...

-"¡Por favor, no las lastimes! ¡Hazme a mi lo que quieras, pero a ellas déjalas ir"-exclamaba con desesperación aquel tipo.

Podía verlo ahí en el suelo, siendo retenido como un animal salvaje y con esa expresión desesperada, tratando de zafarse vanamente del agarre de Frecks.

No sabre bien como me veía en ese entonces...

Recuerdo ver miedo en sus rostros una vez que voltee a verlos a los ojos, seguramente la sangre que manchaba mi cara y mis manos en ese entonces no ayudaba del todo, o tal vez era lo que mis hermanas y yo logramos hacer en batalla.

La mitad de su ciudad ardía por las llamas. La otra mitad era un campo de batalla, donde las explosiones y el derrumbe de sus edificaciones eran mas que evidentes y visibles desde esta distancia.

Miré nuevamente a la madre cuya hija aterrada aferraba fuertemente contra su pecho, como si por nada en el mundo fuera a dejar que alguien viniera a arrebatársela.

"Me gusta ver como mis enemigos salpican... Es entretenido de ver".

-"No... Espera... No, no. ¡Oye!".

-"¿M-Mama...? ".

Las dos lloraban, y pronto se les unió su padre. Por la expresión de Curls, presentía lo que estaba a punto de ocurrir.

La Gema del Espejo / Lapiven (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora