ENAMORADA DE MI VECINA [CACHÉ ADAPTATION]

Reunión.

-¿Tuviste sexo con Daniela ayer? -Preguntó Makis llevándose una cucharada de cereal a la boca.

La miré inmediatamente. Mis mejillas se sonrojaron, pero para mi mala suerte no fue así. Recuerdo poco, pero sé muy bien que Calle se marchó en cuanto me trajo. Me odia. Lo sé.

-No. -Contesté, comiendo de aquel picado de frutas que había preparado mi hermana.

-Esa infeliz ya no recuerda a mi hermana -comenzó a decir Vale. -¿No ves que anda con la idiota de Paula? En la universidad dicen que follan todas las noches.

-Es que está muy buena. -Exclamó Makis.

La fulminé con la mirada. Un silencio se apoderó de la cocina.

-Corrección, mi hermana está más buena. -Habló Valentina.

-Ah, eso sí. -Acordó Makis.

Solté una pequeña risita.

-Estúpidas. -Dije sin dejar de reír.

-¿Te alagamos y nos dices estúpidas? -Bromeó Valentina.

Negué con la cabeza sin dejar de reír.

-Hoy me reuniré con las chicas. -Me encogí de hombros. -Hace tiempo no las veo. Lo único que espero es que no esté Paula.

-¿Necesitas que te lleve a alguna parte? -Preguntó Makis.

-No. Vale me prestará su auto. -Miré a mi hermana y sonreí.

***

-¿Y qué has hecho en todo este tiempo? -Preguntó Natalia interesada, mientras bebía de su malteada de fresa.

-Estuve con mis abuelos. Hice de todo un poco, además mi abuela me enseñó a diseñar mi propia ropa. Así que ahora yo diseño cada prenda que uso. -Expliqué emocionada.

-Eso es genial. -Exclamó Olga. –Esa falda que tienes es preciosa.

Asentí, y observé como un auto se estacionaba frente a la heladería. La puerta se abrió y me encontré con Daniela. Jamás pensé encontrármela y mucho menos en ese lugar. Se bajó del auto y pude apreciar lo cambiada que estaba.

Su cuerpo estaba de infarto, sus curvas bien definidas y su plano abdomen, su cabello era igual de largo pero con más ondas, sus ojos color avellana relucían más por el hecho de que usaba el delineador y sombras en tonos rojizos, sin contar que su físico había cambiado bastante. Ya era toda una mujer, y que mujer.

Ella no me había visto, o al menos eso pensé. Traía unos jeans ajustados, una blusa blanca suelta de mangas largas, su cabello caía por sus hombros y un beanie negro adornaba su cabeza, que combinaba con sus botas a la perfección. Traía unos lentes de sol negros. Era jodidamente sexy. Maldita sea, mi cuerpo estaba ardiendo, tanto así que me sentía incómoda en aquella silla.

-Hey, Garzón. -Natalia me sacó del trance en el que estaba. -¿Me estás prestando atención?

La miré y asentí.

-Si... Lo siento yo... -Negué sin saber que decir.

-Viste a Daniela Calle. -Intervino Olga, mirando a Calle.

-Exactamente. -Susurré.

-Ha cambiado mucho. -Dijo Nata, quien seguía mirándola.

Le abrió la puerta del coche a Paula y mis ánimos se fueron al piso. Los celos me invadieron completamente, ahora me sentía impotente. La verdad es que no había olvidado a Calle, jamás pude hacerlo aunque lo intenté varias veces y con varias chicas.