Trampa.

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-Vamos nerd de mierda, ¿qué quieres? ¿un unicornio rosado con alas de color rojo? -Exclamó Valentina queriéndome sacar de la casa, Dios sabe a dónde me quería llevar.

Había venido a tocar la puerta de una forma casi animal, y me dijo que tenía que ver algo con mis propios ojos. No sabía a que se refería, pero se veía apurada.

-No me digas así. -Advertí, cansada de sus malos tratos.

Valentina me miró.

-Mira... Daniela. -Comenzó a decir. -Si vienes conmigo dejaré que mi hermana y tu follen
hasta el cansancio, se casen y adopten hijos. Pero necesito que me acompañes.

-¿A dónde? -Fruncí el ceño.

-Es una sorpresa. -Sonrió. -¿Vienes o no? -Preguntó alzando una ceja.

-Bueno, vale. Pero en esta finca hay cámaras y si intentas hacer algo malo...

-No voy a hacer nada malo. -Me interrumpió.

La mire dudosa por un momento. ¿Una sorpresa? ¿De ella? Oh, eso no podía imaginarlo. ¿Y qué tal que la sorpresa tuviera que ver con Poché? ¿Y si le había pasado algo malo? Valentina era una mala persona.

Accedí a ir hacia donde ella me guiara, caminamos por la finca hasta entrar a la casa, en donde todo estaba en silencio. Vi que tecleó su celular por un momento, y luego se detuvo antes de abrir una puerta.

-Lo siento. -Colocó su mano en mi brazo.

-¿Por qué? -Pregunté confundida.

Ella quitó la mano de mi brazo, y abrió la puerta de tacada. Dejándome ver a María Cristina de Ángulo besando a mí.... ¿amiga? Más bien a la chica de la que estoy locamente enamorada.

-Y..ahí lo tienes Callecita. -Exclamó Valentina.

Poché se separó de Makis en cuanto escuchó la voz de Valentina, y Makis sonrió burlona mientras me miraba.

Básicamente mi corazón se había partido en dos. Mi cuerpo estaba en una parálisis. No podía hablar, ni pensar, mucho menos reaccionar. Era como si no pudiera entender lo que estaba pasando. ¿Por qué se estaban besando?

¿Acaso..? Soy una idiota.

-Calle... -Se acercó, yo retrocedí. -Calle, fue una trampa, Makis me besó, te juro que
me tomó desprevenida... Calle por favor.

La miré a ella y luego a Makis quien alzó los hombros.

-¿Y no podías hacer nada? Pudiste separarte, darle una bofetada y mandarla a la mierda. -Reaccioné por fin.

Estaba muy dolida. No podía controlar las groserías que salían de mi boca.

-Makis es más interesante que tú. -Exclamó Valentina. -Hasta un caballo lo es. -Se burló.

-Calle... -María José intentó tomar mi mano, pero me negué. -¡Calle! ¡Fue una trampa!

Miré a Valentina y a Makis.

-¡LARGUENSE DE MI FINCA! -Grité a todo pulmón. -¡LARGUENSE! -Les repetí acercándome a Makis.

-Calle, no. -Tomó mi mano, deteniéndome.

-Me iré con mi hermana. -Valentina la jalo del brazo.

-¡No! Suéltame Valentina. -Se sacudió.

-¿Qué no ves que nos está echando a todas? -Exclamó.

-Todo esto fue tu estúpida culpa el gritó. -Daniela -Me miro. -¿En serio quieres que me vaya? Déjame explicarte, por favor Calle.

-No hay nada que explicar. -Susurró Makis saliendo de la sala.

Sentía que mi cabeza me iba a explotar. Era uno de los peores días de mi vida. Y no sabía qué hacer. Si sabía que Makis la había besado, tenía que creerle a Poché porque Valentina era una mentirosa que estaba dispuesta a joderme la vida involucrando a sus amigotas de mala fama en el colegio. Makis no era más que otra de ellas al igual que Camila, seguramente había accedido encantada a la propuesta de Valentina. ¿Quién no querría besar a María José Garzón? Por favor...

Pero la rabia que llevaba dentro de mí era infinita. ¿Por qué simplemente no le dio una bofetada? Eso era lo que me preguntaba, tuvo que quedarse ahí, siguiéndole el maldito beso.

Mi cuerpo estaba que ardía de la ira que tenía. No podía soportar la idea de que se besara con otra mujer, o mucho menos que le gustara Makis.

Tenía claro que no éramos nada. Pero para mí lo nuestro iba muy en serio, y creía que
para María José también. Pero ver eso, me sacó de quicio.

-Calle, por favor. -Susurró acercándose. -¿Acaso no me crees? -Preguntó angustiada.

La miré por un momento. Odiaba sentir tantas cosas hacia ella. Cada que estaba a mi lado, en lo único que podía pensar era en besarla. Incluso en esta situación. Odiaba sentirme así.

-Calle, di algo. -Susurró.

-¿Qué quieres que te diga? -Hablé.

-Que vamos a olvidar lo que pasó.

- No puedo. -Le fui sincera, mis ojos estaban aguados. -Te besaste con ella. Sé que Makis te besó, pero tú le correspondiste el beso, no hiciste nada para evitarlo.

-¿Tú qué sabes, Calle? Llegaste cuando esta idiota estaba estampando sus labios en los míos, estaba paralizada, no pude reaccionar a tiempo. -Exclamó.

-Quiero que te vayas. -Cerré mis ojos sin poder evitar que mis lágrimas brotaran, sentía un vacío en todo mi cuerpo.

-Calle... -Rogó.

-Vámonos. -Escuché la voz de Valentina.

Las sentí alejarse, mientras mi cuerpo se desmorona por completo. Todo era un asco. Odiaba ser una estúpida ante los ojos de su hermana. ¿Qué tal si Makis no la había besado de repente? ¿Y si efectivamente tenían algo? ¿Y si todo este tiempo me vio la cara de imbécil y sólo jugó conmigo con Valentina lo dijo?

ENAMORADA DE MI VECINA [CACHÉ ADAPTATION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora