ENAMORADA DE MI VECINA [CACHÉ ADAPTATION]

Convénceme.

Maratón 2/3

—¿Qué? —Exclamé.

—Podemos venderlo y sacar dinero para algunas cosas que necesitamos. —Me miró.

—Ni lo pienses. —Caminé hacia mi closet y busqué una pijama.

—¿Cuál es tu problema? ¿Acaso estás enamorada de ella? ¿Por eso nos has dicho todo eso a nosotras? Ya no se que pensar de ti. Pienso que esa nerd te ha cambiado. Mucho.

—En primer lugar no estoy enamorada de Calle, sabes que yo no me enamoro. —Me quite la blusa. —En segundo lugar, no quería lastimarla, porque si lo hacía ya no iba a querer verme. —Me quite mi short. —Y en tercer lugar, no voy a vender mi celular. —Me puse la pijama.

—Estás completamente loca. —Contestó inmediatamente. —Quiero que me respondas algo. ¿Estás enamorada de ella y por eso no has podido sacarle el dinero suficiente?

—¡Ya te dije que no! —La miré molesta. —Ya basta con ese tema, me estás cansando. —Me senté en la orilla de la cama.

—Sé que están teniendo sexo, así que tienes que sacarle dinero. Es lo justo.

—¿Te parece poco el celular? —Alcé una ceja.

—No es dinero. —Se levantó de la silla. —¡Sacale dinero de una puta vez, maldita sea! —Gritó.

—¿Cómo crees que voy a hacer eso? —Respondí aturdida. —Según tú, lo que debo hacer es llegar y decirle: Calle dame dinero... ¿Eso piensas que debo hacer? —Pregunté.

—Pues... sí. Seguramente estará gustosa de darte dinero a cambio de que no la dejes. Por favor, es una tonta. —Dijo fastidiada.

La miré por un momento. Mi hermana parecía cegada por la ambición.

—Valentina. —La llamé, ella me miró. —Deja de ser tan dramática. —Suspiré. —Voy a hacer lo que pueda para conseguir dinero. ¿Vale?

—Eso espero. —Me advirtió. —Porque de lo contrario no voy a permitir que te acuestes con Calle una y otra vez. —Se acercó y besó mi en la mejilla. —Hasta mañana, que descanses. —Caminó hacia la puerta y salió.

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Me bajé del auto de Calle, nos habíamos demorado una hora en llegar a la finca de sus padres. Era agotador para mi estar una hora en auto y más cuando Calle no ponía temas de conversación.

—¿Qué te parece? —Preguntó Calle bajando las maletas del coche.

—Es hermosa. — Sonreí, y cogí mi Bolsón. —¿Tus hermanos están adentro?

—Claro, de lo contrario nos quedaríamos afuera. No tengo llaves. —Contestó.

Nos acercamos a la puerta. Calle tocó el timbre y luego me miró con una sonrisa.

Luego de unos segundos, la puerta se abrió y vi a una chica sonreír.

—Hola, Street. —Sonrió.

—¡Hola, Juli! —Calle le devolvió la sonrisa. —Ella es María José Garzón. —Nos presentó.

—Mucho gusto, Juliana Calle. —Estrechó mi mano.

—El gusto es mío. —Sonreí.

Entramos a la casa, era bastante hermosa y bien decorada. Era muy amplia.

—Creo que es mejor que acomoden de una vez sus maletas en sus respectivas habitaciones. —Dijo Juliana.

—Claro, eso mismo iba hacer. —Calle subió por las escaleras, yo la seguí.

Cuando llegamos al segundo piso, ella se dirigió a una habitación.

—Me dijiste que íbamos a dormir juntas. —susurré.

Ella acomodó las maletas a un lado de una gran cama con colcha blanca y se giró para mirarme.

—S-si... —se acercó. —No pensé que hablabas enserio. —Tragó saliva.

—Bueno, si no quieres no importa.

—Claro que quiero. —Me miró directamente a los ojos. —Pero, no sé si a mis hermanos les parezca. —Dijo con sinceridad.

—¿Tú crees que les guste...? —Fui interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

Era Juliana.

—Chicas, voy a ir a comprar unas cosas para la cena. ¿Vale? Sebas debe
estar por llegar, salió con su novia hace algunas horas. —anunció la hermana mayor de los Calle.

—Aquí estaremos entonces. —Respondió Calle.

—Bien. —Sonrió. –Vuelvo enseguida. —Salió de la habitación.

Esperé a que bajara por las escaleras, y cerré la puerta de la habitación.

—Por favor, Calle. Quiero dormir contigo. —pedí.

—Yo también lo quiero, p-pero... no quiero que mis hermanos se molesten.

—Pero, ¿porque? No vamos hacer nada de malo.

—Ah, ¿No? —Me miró rápidamente, la vi desilusionarse por un momento.

—No. —Me acerqué. —O... podríamos hacerlo, pero si me convences. —Le di un beso en la comisura de los labios.

—¿Convencerte? —Preguntó confundida.

—Sí, no soy fácil de convencer para que lo sepas de una vez. —Dije divertida. —¿Tu dormirás en esta habitación? —Pregunté cambiando de tema.

—No, es ma tuya. —Respondió.

—Oh... Es genial, me encanta, y la cama es muy grande. —Me tiré a la cama. —Y cómoda. —Agregué.

—Me alegra que te guste. —Dijo nerviosa, se sentó en la cama y me miró. —Estoy feliz de que hayas aceptado venir.

—Y yo de estar aquí... contigo. —Me acerqué a ella, y la besé.

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Caremelocotones 🍑

YA SE QUE DEBERÍA HABER ALGO LINDO Y RANDOM AQUÍ PERO TENGO HAMBRE Y NO SE ME OCURRE NADA