♥🖤The Duality And Distance Disturbs Me 🖤♥ (Fredxy)

♥🖤Admit It🖤

Foxy:

Incluso ante todo, no puedo dejar de ser humano y sentir, y lo que ahora siento es cansancio con mucha hambre. Gracias al estropajo por ofrecerse a hacer el desayuno y a mi pequeño por estar conmigo, prometo que nunca más volverá a pasar por lo mismo. Mientras tanto, hay dos variables cuyo valor debo descubrir: por qué soy yo el acusado y dónde esta Freddy. Lo que más me temo de la desaparición de Freddy es que Fredd se entere y la repercusión que el problema tuvo en ellos dos. Quisiera saber qué fue lo que pasó.

—¡Vamos, bro! — gritó el estropajo —. Tienes que probarlo.

—¡Es delicioso! — dijo Fredd con un lindo brillo en los ojos.

Sonreí y me acomodé justo en medio de los dos. Por ahora, tan solo en este momento, me alejaré de todos esos problemas, esos malos pensamientos y tendré un buen desayuno.

...

Freddy:

—¿Qué pasa aquí, Golden? — preguntó su abuelo en tono molesto — ¡Eres tan incompetente que no puedo dejarte por unos cuantos días!

—Llegas antes — responde Golden sin mirar al hombre mayor —. Dijiste que no estarías aquí hasta la siguiente semana.

—Hubo un cambio de planes, mas específicamente para ti. Tienes mucho trabajo pendiente que no puede esperar, ¿Y aun así te atreves a dejarlo para convertir la mansión en un salón de fiesta? Tienes suerte de que los negocios hayan sido exitosos, de lo contrario ahora tendrías que vivir en la...

—Disculpe, Señor Golden — interrumpí, por impulso.

—¿Puedo ayudarlo? — me miró un poco extraño, después su miraba pasó a Golden — ¿Quién es este chico?

—Un... Un amigo mío — respondió nuevamente sin mirarlo.

—Señor Golden tengo entendido que usted se ha llevado a mi hermano hasta inglaterra... ¿Cierto?

Si el hombre me había visto muy raro antes, ahora lo era mucho más. A juzgar por su mirada, parecía que estaba hablando con un chico con padecimiento de alguna enfermedad mental. Parece totalmente ridículo cuando lo digo, pero realmente es lo que parece.

—Me temo... — se toma una breve pausa para ajustar su voz y juzgar a Golden con una tétrica mirada —. Me temo que no conozco para nada al joven que dice ser su hermano, ¿podría especificarlo?

—Es... Es como yo — mi voz temblaba, como si algo no encajara con todo —. Somos como gemelos, a diferencia del color en el cabello, piel y ojos. El es pálido y gris, como si...

—No fue con él, Freddy — interrumpió Golden —. Eso fue solo una mentira, deja ya de molestar a mi abuelo, él también tiene mucho trabajo.

—¡¿Qué?! Tú... Tú dijiste que Fredd había viajado con tu abuelo.

—¿A caso no me escuchaste? Eso fue mentira, una simple y tonta mentira. La única mentira que te he dicho y en la que haz caído demaciado fácil.

¿Qué?
¿A caso yo de verdad he sido engañado?
No, es no es posible, Golden nunca haría algo como eso.
¿Verdad?
No es esa clase de persona.
Él aun no me engaña.
Sigue siendo el mismo dulce chico.
¿Cierto?

—Freddy, ven con nosotros ya — me susurró chica al oído —. No es momento para esto, después arregláremos las cosas.

—No — susurré, quiero a mi hermano y no me voy a ir son él.

—¡¿Eh?! Tenemos que irnos, Freddy — Chica comenzó a tirar de mi hombro.

—¡No! — grité quitando su mano de mí con un golpe — Tengo que ver a mi hermano. Golden, yo te confié a Fredd ahora no me importa si tu abuelo se lo llevó o no, quiero que me digas dónde está.

—No lo sé — dice mirándome tan estúpidamente, como si no le importara nada —. No soy una niñera, dejé que él hiciera lo que quisiera y ahora será mejor que tu hagas lo mismo.

—¡¿Qué clase de estupideces estas diciendo, Golden?! — grité casi a punto de lanzarme a él, solo porque Chica me sostuvo de las manos — ¡¿Cómo pudiste dejar a mi hermano?!

— Es indiscutible, ya no es mi problema — se dio la vuelta para no mirarme —. Mina, por favor acompaña a los invitados a la salida y procura que se queden ahí.

—Enseguida, Señor Golden — la mujer ayuda a Chica tomandome de las manos y llevandonos fuera —. Disculpen la actitud del Señor Golden, solo es así por orden de su abuelo, pero es un buen chico — pronunció en cuanto salimos —. Ya es tarde, los acompañaré a casa.

—No es necesario — dijo Bonnie —. Nos iremos solos, nos parece que tiene mucho trabajo limpiando el desastre de Golden.

—Eso no importa ahora, lo importante son ustedes chicos — la mujer dejó de sostener mis manos para abrazarme fuerte —. No se angustie, su hermano está bien ahora — susurra.

—¿Cómo lo sabe? — pregunto en su mismo tono.

—El joven Fredd escapó el día de hoy, me parece que lo ha ayudado el joven...

—¡Vamos, Mina! — gritó un hombre desde el interior de la casa — ¡Hay trabajo que hacer!

—¡Si, ya voy! — gritó —. Solo no angustie, él está bien y lejos de esta mansión, por ahora so...

—¡¡Mina!!

—¡Los veré después! — dijo para irse corriendo.

—Te acompañaremos a casa, Freddy — dice Bonnie.

—No, me iré solo. Debo hablar con mamá y buscar a Fredd.

—¿Estas seguro?

—Si, debo pensar en algunas cosas.

—Freddy, no dejes que te afecte lo que dijo Golden, ya escuchaste a Mina, lo hace por ordenes de su abuelo — dice Chica dandome un abrazo.

—Orden o no, siempre dijo que conmigo sería diferente y es cierto que me mintió. Sea como sea, él no me importa ahora — me doy la vuelta y comienzo a caminar —. Me voy a casa.

—Si necesitas algo puedes decirnos, te ayudaremos en lo que sea — dice Bonnie.

No respondo a eso y continuo caminando.

¡Que estupidez! Parece que no puedo aprender de mis errores, aunque por primera vez me ha engañado la persona que creí yo que nunca me haría daño. Bueno, fue totalmente mi culpa al dejar de escuchar las palabras de Fredd... Fredd, hermano, ¿dónde demonios estás? ¿Cómo puedo después de dejarte durante tanto tiempo? Espero puedas perdonarme, nunca pensé que dejarte de esa forma pudiera hacerte daño. No volveré a en...

—¿Qué te pasa?

—Nada, nada, lo siento tanto.

Por pensar en mí, terminé tropezando con una chica.

—¿Freddy? ¡Oh, si! Eres Freddy — dice mirándome... Creo.

—¡Cami!

—Si, soy yo. ¿Qué haces tirado?

—¡Cierto!

Me levanté y me sacudí. En cuanto me paré otra chica apareció.

—¿De nuevo tú? — dice ¿la chica?

—¿Lo conoces? — pregunta Cami.

—Tch, eso no importa. Ya vámonos.

—¿No los esperarás?

—¡No quiero!

¿En qué extraña situacion me he metido ahora?