D O S

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NOTA DE LA AUTORA:

Hola chicas y chicos ¿Cómo se encuentran?

Espero que bien, y también espero que les esté agradando la historia, la verdad estoy disfrutando mucho creandola, me fascina esto y espero que a ustedes también.

Sin más que decir

Lean...

D O S

Miro el reloj, son las 5:00a.m no puedo volver a dormir, al menos no aquí. Me levanto y acomodo la cama, voy al baño, me lavo los dientes y hago mis necesidades.

Me hago una coleta desordenada y camino de puntillas hacia el cuarto de Sofía, empujo la puerta y veo un bulto de sábanas, sé que debajo está ella, y no, no se está asfixiando, yo si lo hubiese hecho si durmiese así.

Me acerco sin hacer ruido -Sofía- susurro -¿Estás despierta?- pregunto moviéndola un poco.

Escucho un pequeño gruñido -No lo estaba...- dice con voz adormilada -pero acuéstate- se corre a un lado dejándome un espacio libre.

-Gracias- susurro de nuevo y me acuesto a su lado.

De nuevo la calma se apodera de mí, siento una tranquilidad increíble aquí, nada parecido a cuando estoy en mi habitación. Paso mi brazo por encima de ella y la abrazo.

Cierro mis ojos y una sonrisa de calma y calidez se apodera de mí, suelto un suspiro y sin darme cuenta caigo en los brazos de Morfeo.

(...)

Escucho la regadera y abro mis ojos lentamente, siento una presión en mi vientre mientras parpadeo para acostumbrarme a la luz del sol. Siento una sensación extraña, y entonces caigo en cuenta; el sonido del agua, la presión, voy a explotar.

De un brinco me bajo de la cama y mis pies impactan con el frío piso pero no me importa, salgo corriendo directo al baño y cuando intento abrir está cerrado.

Toco varias veces -¿Quién?- se oye desde dentro.

-Sofía, sal, abre la puerta, lo que sea pero necesito entrar- digo acelerada, rogando para poder aguantar.

-Aún me falta, tendrás que esperar- dice con tono burlón.

-¡Joder! ¡Sofía voy a explotar y tú serás las responsable!- grito desesperada, sé que no le importó al no recibir respuesta -¡No te cocinaré!- grito al saber que es su debilidad.

Escucho como cierra la regadera y quita el seguro, sin más entro y bajo mis pantalones tan rápido como puedo, suelto un suspiro de alivio cuando logro soltar todo lo que contenía.

-¡Joder! Pilar, suenas como un caballo orinando- dice con una mueca de asco.

-¡Oh, tú cállate!- digo para que me deje en paz y sale.

-Deporsi ya había terminado, solo quería ver como te orinabas como una niña pequeña- dice riéndo y sale rápido, pero eso no evita que mi zapato le dé en la nuca -¡Pilar!- reprocha.

-Tú empezaste- me quito el otro zapato para aventárselo pero no lo logro porque entra a su habitación.

Cuando termino de hacer mis necesidades voy a mi habitación por un toalla y ropa interior limpia, agarro mi celular y me meto al baño. Cuando me sumerjo en la tina, entro al reproductor de música y pongo una melodía suave, sin letra, para perderme en ella y olvidar todo a mi alrededor; el miedo.

De pronto un golpe en la puerta me sobresalta.

Detengo la música que me quita la audición de cualquier otro sonido y agudizo el oído, mi hermana debe de estar desayunando y mi padre no está, vino a dormir y se fue alrededor de las 4:00p.m. Niego y reproduzco la música una vez más, sumergiéndome un poco más para relajarme.

El golpe en la puerta se repite.

-¿Sofía?- musito, inquieta.

No logro escuchar bien por la melodía por lo que de nuevo la detengo. Me vuelvo para asomarme, pero ahogo un grito quedándome estática por el miedo. Siento un nudo horrible en mi garganta.

A través de la cortina que separa la tina del sanitario puedo ver una silueta, una sombra masculina, que claramente no pertenece a mi hermana.

Mi piel se eriza, mi labio inferior tiembla y mi corazón late tan rápido y desesperadamente que me aterra el sonido. Quiero preguntar quien es, quiero tener el valor de correr la cortina y saber qué es. Podría ser la sombra de un árbol de afuera o la toalla mal colgada.

De pronto la música empezó a sonar y el sonido se detuvo así como llegó. Cierro los ojos con fuerza. Por favor, por favor, no ruego mentalmente.

Odio tanto tener miedo.

Un frío repentino cae sobre el baño. Abro los ojos de nuevo lentamente, mi aliento forma nubes de vapor y mi corazón le hace daño a mi pecho.

-Vete, por favor, vete- suplico en un susurro.

La cortina se mueve ligeramente y mi garganta tiene un gran nudo que me impide respirar, sin poderme controlar me acerco a ella. Extiendo la mano y la acerco con miedo y necesidad fluyendo por mis venas, es una necesidad punzante y horrible de saber que me aterra.

Mis dedo tocan la cortina y suelto el aire que no sabía que contenía, el silencio era tan profundo que me impactó como si de un lamento se tratase.

Mi pecho sube y baja con velocidad tratando de encontrar el valor para correr la cortina. Cierro los ojos apretándolos y corro la cortina soltando un grito.

Abro los ojos y no hay nada, pero vuelvo a gritar porque la puerta vuelve a sonar con más fuerza y no me puedo mover.

-¿Pilar? ¿Qué sucede? ¿Te has caído?- mi cuerpo se relaja al escuchar la burla en la voz de Sofía.

Salgo de la tina y envuelvo mi cuerpo en una toalla. Pego mi espalda en la fría pared y me deslizo cayendo al piso, mis rodillas en mi pecho y mi frente en mis rodillas. Enredo mis manos en mi cabello temblorosamente, suelto un bajo sollozo. Me doy cuenta de que la música sigue sonando, nunca la apagué y una lágrima solitaria baja por mi mejilla lentamente.

-Estoy bien- respondo, me sorprende la normalidad en el tono de mi voz, como si no doliera, como si no temiera, como si supiera perfectamente como ocultar el miedo, el terror y la impotencia que siento.

Nunca pensé decir esas dos palabras de una manera tan falsa y que sonara genuina.

"Estoy bien"

Mi eterna mentira.

F I N

Nota de autora:

¡Hola chingus!

Espero que les esté gustando la historia, quiero que salga bien, aún no hay mucha información sobre la vida de Pilar pero eso irá cambiando conforme avance la historia.

Voten si les gustó☆

Comenten que les pareció♡

Y sin más que decir me despido:

¡Chaiveris chingus!

Y....

Asesina (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora