Profecías.

4.9K 841 230
                                    


«Solo para aclarar, México lleva 5 meses con Rusia debajo del agua.»




La lluvia era sin lugar a dudas bestial.

El lodo en sus pies no le impidió caminar, en sus brazos intentaba mantener caliente el cuerpo que dormitaba agusto.

<<En un futuro... Cuando la tierra se haya sanado y la gente sea más fuerte...>>

Las luces de aquella casa se divisaban a lo lejos, no faltaba mucho para llegar.

<<Un día normal y sin ningún problema... La Vida y La Muerte encontrarán a su peor enemigo...>>

Veía como el de bandera bicolor cerraba la puerta de atrás de si con una expresión neutra.

<<La furia de la tierra.>>

Sin hacer ningún ruido, colocó aquel país en un lugar donde la lluvia no le pegará y se posó en frente de la puerta.

<<La Vida morirá ante ella, cualquier ser humano perecerá ante su poder...>>

Con un dolor en su corazón, tocó fuertemente la puerta para después disiparse en una nube negra hasta llegar detrás de un árbol donde miraba de lejos.

<<Esto es lo que ustedes como raza, se ganaron.>>

[...]

Tocaron la puerta con fuerza, bufo, apenas acababa de cerrarla.

La abrió con enojo y dispuesto a regañar a quien lo había hecho
¡Mira pelotudo de mierda! ¡Puedo darte una-

Sus palabras se cortaron encontrando en el suelo algo que jamás creyó volver a ver.
¡¡¡PAPÁ!!!— gritó lo suficientemente fuerte para que todos en la casa lo escucharan.

¡¿Pero que cojones te pasa tío!?— España llego con una pijama puesta y la mayoría de sus hermanos también.

Argentina tenía entre sus brazos el cuerpo de México algo empapado, el hispano mayor rápidamente corrió hacia el tricolor tocando su cara y acercándose a su pecho.

E-esta vivo... ¡Está bien!— España no pudo aguantar las lágrimas y abrazo al latino quien se encontraba todavía dormido, Argentina, Bolivia, Chile, Panamá y Venezuela hicieron lo mismo.

El de líneas rojas y amarillas lo llevo a su cuarto donde lo vistió con ropa seca y lo acomodo en su cama.

Rusia sonrió para si mismo, estaba de nuevo lejos de su amado, se dio la media vuelta para encaminarse al mar, con un llanto inconsolable que era cubierto por las gotas de lluvia.

No quiero que mueras...— susurro con pesar en el mismo acantilado donde México se tiro, observó detrás suyo, podría regresar con el pero...

Eso acarrearía problemas.

Sonrió de forma triste y se lanzó de nuevo al agua donde sus dos piernas fueron sustituidas por una larga cola de pez.



Debajo del Mar &lt;&lt;RusMex&gt;&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora