Batalla.

4K 671 194
                                    

Sus cuerpos se erizaron, por alguna razón, los tres no tenían idea de lo que pasaba, pero sabían que era algo malo.

Hay que regresar...— susurro México mirando de dónde venían.
Nuestra familia está allá... Por favor Rusia...— suplico.

Rápidamente, dio un giro de 180° y retomó su vuelo pero en dirección contraria.

El latino sentía una opresión en su pecho, exactamente donde el corazón se encontraba.

Algo no estaba bien...

[...]

T

odos ahí estaban sumidos en un silencio sepulcral, sus brazos y piernas eran retenidos por gruesas cadenas, España tenía una en su cuello.

¡Esto no tiene lógica!— gritó el hispanohablante a quien tenía tomada su cadena.
¡Atacas a tu propia familia!— nadie entendía a lo que se refería.

¿E-España? ¿Lo conoces?— se atrevió a preguntar Chile.

No hubo respuesta por parte del europeo, así que aquel country contestó.

Mi nombre es Imperio Azteca, el padre de México...— los gruñidos por parte del de franjas rojas y amarillas.
¡¡Tú fuiste quién lo maldijo a su muerte, pedazo de mierda!!— la cólera le seguía.

¿¡Por qué lo hiciste?!—

—Porque yo vi su naturaleza...— contestó de manera seria.
El ya estaba muriendo, ustedes los eres humanos poco a poco asesinaban a la tierra y México era quien más sufría de todos... Yo lo vi en una de mis visiones, observé cómo ustedes lo asesinaban a sangre fría...— sus lágrimas amenazaron con salir.
Es mi hijo y yo como padre veré lo mejor para él...—


¿¡Como mierda es mejor asesinarlo tu mismo!?— el español se levantó del suelo y lo tomo del cuello.
Lo llevaré conmigo a un lugar donde no haya peligro para él...— su cuerpo poco a poco fue desapareciendo hasta quedar en aire como polvo.

Un fuerte rugido se escuchó fuera de la mansión de los ingleses, el te Ho de aquella casa fue retirado sin piedad para dar paso a un ser completamente hecho de piedra, musgo, arboles y cualquier planta que te imagines.

Era un isla, el rencor de la tierra siempre se mantuvo frente a nosotros mismos y jamás nos dimos cuenta.

Sus ojos rojos de furia les caló hasta los huesos, lanzó un fuerte gruñido y se abalanzó a matarlos.

Sin embargo, dos troncos de gran grosor detuvieron su cuerpo y lo lanzó fuera de lugar.

Todos ahí se quedaron escépticos, no sabía lo que acababa de suceder, de nuevo, aquel ser volvió a intentar comérselos, sin embargo, una era de alas blancas se interpuso y con su cuerpo ardiendo en un fuego dorado, comenzó a atacarlo.

¡México!— gritó España al reconocer a su hijo.

Debajo del Mar <<RusMex>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora