Diecisiete años.
Si tan solo pudiera comunicarme con mi yo de once años atrás, seguramente le diría algo como "¿esto era en lo que te querías convertir?" aunque, da igual si era lo que quería o no, simplemente es en lo que me he convertido. Mi tía solía decirme que somos una prueba de que el ser humano es cambiante en todos los aspectos, y tiene razón, yo he cambiado drásticamente, en realidad fui obligada a hacerlo.Ahora mismo me encuentro encerrada en mi habitación. El deseo de que todo esto no esté pasando se hace más presente junto con los ruidos de cosas al romperse que provienen desde la cocina, tal vez en esta situación debería pensar en mis padres como un método para sentir seguridad o como quizá algún tipo de refugio, pero... sería irónico que pensara en ello, cuando el causal de todo es provocado por uno de ellos; mi padre.
Mi madre, bueno... ella murió hace bastante tiempo, sin embargo, eso no fue de impedimento para que mi padre al poco tiempo consiguiera una nueva pareja, o más bien; una nueva víctima. Como siempre, sus impulsos violentos no dejaron de hacerse presente y, esto es algo repetitivo y cansador. Tan cansador como para querer huir a cualquier parte del mundo.
Siento unas inmensas ganas de llorar, mi pecho se contrae por el dolor que hay en él, el cual se asemeja a como si un montón de peso estuviera sobre éste ahora mismo, sin dejarme emitir algún tipo de espiro.
Sin embargo, hay algo que no me deja caer o derrumbarme por completo, y ese algo tiene nombre y apellido, Anita Nowak.Ahora mismo se encuentra con unos dos grandes auriculares en sus oídos, la convencí de ello con una insignificante pero ingeniosa escusa que se me ocurrió en el momento. Solo no quiero que tenga un recuerdo así de su infancia, a demás de que es muy chica, tiene a penas seis años como para preocuparse y pagar, de alguna manera, por los líos de mi padre.
Mi vida no tiene mucho sentido, lo único que hago es; ir a "estudiar", que de todas formas mañana termino las clases, salir por ahí y volver a casa. Aunque debo admitir que lo único que me ata a este horrible lugar es ella, ella y la necesidad de cuidarla. Me gustaría darle una mejor vida, pero me pregunto ¿qué puedo hacer yo al respecto? Todavía es algo que no tengo claro, pero de igual forma no me quedaré de brazos cruzados.
Días después...
Sábado 9:00 am.Seguiría durmiendo si no fuera por el sonido del teléfono que se hizo presente en la sala, lo venía escuchando desde hace rato pero, simplemente lo ignoraba. Pero se hizo difícil seguir haciéndolo ya que el sonido no se detenía, así que resignada tuve que pararme para ver quién era.
Ni en las vacaciones me dejan dormir.Fui hasta la sala y aún con mis ojos cerrados contesté, sin embargo no emití ninguna palabra, solo dejaría que sea quien sea comience a hacerlo.
-¿Hola? -se escuchó del otro lado de la línea una voz que me sonaba bastante familiar y que no tardé mucho en descubrir de quien se trataba.
No respondí.
-Se qué no hemos tenido mucho trato en estos últimos años pero, necesito que salgas de tu casa con tu hermana, una camioneta gris estará esperando por ustedes afuera. -continuó diciendo con su voz algo "preocupada".
Bufé.
-¿Por qué lo haría? -respondí en un tono desinteresado.
-Vamos Amby, intento ayudarlas..."Amby" así solía llamarme mi mamá.
Iba a continuar hablando, sin embargo me adelanté.-Amber.
Soy Amber para ti y, ¿Ayudarnos?, creo que es algo tarde para eso.
Un año tarde ¿Lo recuerdas?Quedó en silencio, pero continúe diciendo...
-¿O es que ya has olvidado la muerte de tu hermana?
No necesitamos de tu ayuda, estuvimos bien sin ti, lo seguiremos estando.
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Find Me✨
FanfictionCon el correr de los años, la vida me enseñó a no confiar en nadie, este mundo es demasiado cruel como para que buenas personas estén en él. Yo, una chica de 17 años, soy testigo de ello, sin embargo... ¿podrá alguien demostrarme lo contrario?