✨Capítulo 7.✨

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...

Sábado.
Pov Jimin.
8:00 hs.

—Bien, comiencen a estirar primero, no quiero que a ninguno le dé un calambre en medio de el entrenamiento. —ordenó el profesor de Gimnasia, lo cual mis compañeros y yo, no tardamos en obedecer.

Se que se estarán preguntando;
"¿Por qué tendrían gimnasia un sábado?"
Digamos que un sábado por medio tenemos este tipo de entrenamiento, ya saben, eso de "mantenerse saludable y en forma" es algo que al parecer importa mucho, y más en esta institución.

Cuando comienzo a estirar a un lado de la gran cancha, mi mirada viaja hasta la persona que acaba de llegar; Amber.
Admito que me dió algo de gracia verla en ese aspecto; estaba bastante dormida, con la capucha de la campera cubriendo su cabeza y, no era tan difícil descifrar que no entendía nada de lo que estaba pasando, supongo que es la primera vez que tiene este tipo de actividad un sábado.
Todos estábamos estirando, bueno, todos menos ella, quien rendida por el sueño, se había acostado en el medio de la cancha, así que me fui acercando a ella de a poco.

—El profesor te verá, tienes que pararte.

No recibí respuesta alguna.

—Ya, esto no es una broma, podrían expulsarte si sigues con estas actitudes.
—Shh, es un sábado en la mañana, ¿quién querría hacer ejercicio? —respondió quejándose.
—¿No te vas a levantar? —pregunté resignado.

Sacudió su cabeza de un lado al otro.

"Muy bien" con esas palabras terminé por  acostarme a su lado, y al igual que ella; cerré mis ojos.

—¿Qué haces? —preguntó mientras cambió su postura para observarme mejor.

No respondí.

Ella bufó para luego volver a su posición inicial, sin embargo, no tardó en levantarse para empezar a correr. Debo admitir que eso me sorprendió, pero terminé por hacer lo mismo e intenté alcanzarla, sin embargo, su velocidad hacia que me dejara varios pasos atrás, no entiendo porque está corriendo tan rápido siendo que acabamos de empezar, lo único que sé es que tuve que parar para recuperar el aliento. No puedo decir lo mismo de Amber, ella seguía corriendo cada vez más y más rápido.
¿De dónde saca toda esa resistencia?
El profesor sopló de su silbato para que se detuviera, sin embargo eso no pasó.

Pov Amber.

Sábado; hoy se cumple una semana desde que no veo a mi hermana.
Nunca nos habíamos distanciado antes y es que, siempre estábamos juntas para todo, incluso aunque sabíamos que no teníamos a alguien más, el simple hecho de sentirnos cerca era suficiente para poder combatir contra ello, ahora ya no es así, ahora todo es diferente. Sentí nuevamente el sonido del silbato, sin embargo, aunque tenga el deseo de detenerme no puedo hacerlo, mis piernas se siguen moviendo sin ningunas intenciones de parar ¿por qué hago esto? ¡Detente! destruirte no hará que vuelva.
Caí rendida al piso, mientras que  gotas de sudor recorrían por todo mi rostro y mi respiración se volvía agitada, tanto, hasta el punto de hacerse difícil para respirar. Pude observar con algo de dificultad como se iban acercando de a poco, pero mi visión se iba desapareciendo cada vez más.

Minutos después...

Abrí los ojos algo confundida, se me partía la cabeza pero aún así quería hacer algo, o más bien; necesitaba hacer algo para mantener mi cabeza ocupada en otra cosa, para poder alejar pensamientos de mí.

—Muy bien, creo que ya volvió todo a la normalidad, solo fue mucho esfuerzo amontonado de golpe. —dijo el joven con túnica blanca, supongo que es el médico de aquí.

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