Fiorella© (#1)

Capítulo extra: Amistad a primera vista

"Destinos sellados por un beso"

A M I S T A D

La amistad es un sentimiento puro y desinteresado que une a las personas, sin tener en cuenta vínculos familiares, o sea, que nace espontáneamente, se elige. La verdadera amistad como aquella en la que se forja una relación y una conexión tan especial con otra persona que, ésta, puede durar años. Tener una persona al lado que te comprenda y te entienda sólo se puede conseguir o, con los años de amistad, o con una conexión de primeras.

Y eso último fue lo que sintió la pequeña de los Morelli al entrelazar su mirada con aquel mar azul de cierto rubio que yacía frente suyo, ocultándose detrás de las piernas de su madre al igual que ella, pero en las de su hermano Elio.

La lluvia descendía desde las nubes parsimoniosa, cada gota destilaba su brillo natural, ambos se encontraban confundidos, pero permanecieron pasibles al ver que sus padres se trataban con tanta familiaridad. 

No eran tontos, de hecho eran los más inteligentes de sus hermanos, por lo que asumieron que sus padres eran viejos amigos.

—He esperado mucho por hacer este sueño realidad—musitó uno de los hombres contentamente que Fiorella identificaba como su padre—Al fin nuestro hospital abrirá sus puertas, Valentino—dio una palmada en su hombro amigablemente.

Los Andreotti y Morelli eran muy buenos amigos y para celebrar su amistad  decidieron unir recursos, creando así uno de los mejores hospitales de Milán: Hospital general A&M. Estaban contentísimos, ansiosos porque la fecha de inaugurar llegara, y ese día era hoy.

—¿Ese es Matteo? Está enorme...—comentó impresionado Luca Morelli, observando al pequeño de melena rubia.

Valentino asintió con una gigantesca sonrisa en sus labios, miró a su hijo e hizo un gesto con su mano en ademán para que se acercara

—Ven a presentarte, Campeón—animó sin borrar su sonrisa.

A pasos lentos y desconfiados caminó al enorme hombre moreno que portaba un muy elegante y costoso traje. Elevó sus ojitos azulados y se permitió escanearlo profundamente, existían muchas cosas que le causaban curiosidad y entre esas cosas estaban las personas nuevas en su círculo habitual.

—Mi nombre es Matteo Andreotti y es un verdadero placer conocerlo, señor Morelli.—extendió su pequeña manito a Luca, quien lo miró asombrado por sus modales.

Aceptó su mano, moviéndola arriba y abajo a forma de saludo—En realidad te conozco desde que usabas pañales, pero me impactó lo mucho que creciste—informó, soltando el agarre y encogiéndose de hombros—Aunque debí imaginarlo, tienes la misma edad que mi hija—giró levemente sobre sus talones, enfocando una pequeña cabecita que se asomaba en las piernas de su hijo mayor.—Ven aquí, princesa, ellos no muerden.

La pequeña suspiró tranquilamente, dándole un vistazo a su hermano en busca de aprobación, este le sonrió tras asentir y dejar un beso en su coronilla. Queriendo causar una buena impresión, acarició su vestido color azul cielo para desaparecer inexistentes arrugas. Se posicionó al lado de su progenitor y tomó su mano cruzando su mirada café con un azulado hipnotizante, les regresó la sonrisa.

Al igual que Matteo, era bastante curiosa y preguntona. Las personas nuevas le provocaban cierto interés, más que todo porque no tenía amigos a parte de su primo Bruno.