Fiorella© (#1)

Capítulo 17: La mentalidad es tu límite

R E S I S T E N C I A

Se entiende por resistencia la acción en la que una persona, animal, cosa u organismo resiste o tiene la capacidad de resistirse, es decir, mantenerse firme o en oposición. Resistencia también es un término que se emplea en varios campos como en física, psicología, ingeniaría, medicina y en diversos estudios sociales.

Justo en esos momentos Fiorella intentaba ser resistente en el área mental y física, Matteo había tenido la brillante idea de ir a correr como calentamiento antes de iniciar las verdaderas enseñanzas, pero para ello la Morelli debía aprender a resistir.

Indiferentemente del área...

Para cuando regresaron a la casa del Andreotti ella respiraba agitadamente, desde pequeña tomó clases de kick boxing pero nunca antes se había agotado tanto como lo estaba ahora, eso era buena señal porque significaba que iba por muy buen camino. 

Pese a que estaba hecha papilla, le agradó volver a hacer ejercicio, pues la ayudaba a mantener la mente despejada de todo lo que estaba pasando y que le formaba un nudo en su garganta cada cuanto el chico le preguntaba el motivo de todo eso que le pedía.

Matteo ya corría el suficiente peligro al relacionarse con ella, ya que si los delincuentes que perseguían su familia los conocían no sólo por el trabajo de actuación de su padre sino también porque representaban y dirigían a una de las agencias policiales que trabaja en conjunto con el FBI y la DEA, era más que evidente que a ella también la conocían y que no tardarían mucho en atacarla no por ser un peligro sino para negociar con sus padres en un posible secuestro.

Era lógico...

Por lo tanto, debía asegurar de que tal cosa no pasara. Sí verdaderamente se involucraría en este "negocio familiar" era más que necesario que estuviese preparada para cualquier tipo de situación descabellada. También si llegaba el momento de quizás defender a sus amigos de cualquier ataque colateral.

Demasiada presión y ni siquiera tenía dieciocho aún.

—¿Estás cansada?—interrogó el chico con cierta burla en su tono—Si no puedes seguir lo dejamos por hoy, princesa Morelli—sonrió coqueto.

La morena rodó los ojos, eso jamás pasaría, no se dejaría ganar ni por sus hermanos—Para nada, empecemos ya con esto—se dirigió al gimnasio de la casa de Matteo, si quería demostrarle a Emiliano que no era débil debía esforzarse—Y no me llames princesa.

Soltó una risa risueña por su último comentario— Eres la princesa de tu familia, acéptalo de una vez, Fiorella— dijo aburrido, siguiéndole el paso.

—Eso se acabará pronto, ya verás — abrió la puerta de dicho lugar y, nunca llegó a pensar que aquello sería algo tan bochornoso y asqueroso —¡Ay por Dios! — gritó horrorizada al contemplar lo que sus ojos veían, los cubrió rápidamente y se giró en dirección opuesta a la entrada.

Dentro se hallaba el apuesto primo pelinegro de Matteo con sus pantalones más abajo de su cintura y la misma siendo abrazada por unas largas piernas blanquecinas de una chica. Por lo que logró ver, la susodicha permanecía sobre una de las máquinas de ejercitarse.

El rubio cerró los ojos y bufó exasperadamente, no sabía ni por qué le sorprendía si su dichoso primo hacía eso desde que llegó a Italia junto con él. Cosa de lo cual se arrepentía todos los días...

—¡No manches, Alonzo! — hizo lo mismo que Fiorella, no quería, ni le interesaba ver ciertas cosas —¡ Ya deja de usar mi casa como motel, me tienes harto!—gritó colérico y asqueado.