Fiorella© (#1)

Capítulo 6: Sensual distracción

"D E M Á N D A M E"

A M O R

Definir el amor es sumamente complicado, pues existen diferentes tipos de amor según la intensidad, dependiendo de a quién amamos, pero en sí. ¿Qué es el amor? Para nosotros el amor es algo inexplicable, se demuestra con hechos y no sólo con palabras.

Cuando amas a alguien no puedes estar más de una hora sin hablarle, no importando si están peleados porque esa persona especial se convierte en tú prioridad. Cuando amas a alguien quieres su bienestar, cuando amas a alguien sacrificas cualquier cosa por el bien de esa persona.

Matteo había hecho un enorme sacrificio, alejarse de la chica que amas por temor a tu pasado es un gran sacrificio. Era necesario hacerlo, Nina tenía razón, acercarse a ella sólo le traerían problemas.

Al escuchar el timbre de culminación de clases se levantó parsimonioso, viendo de reojo salir a Fiorella. Después de hablar con su cuñada entró a la clase de química donde intercambió miradas con la Morelli, esta le sonrió con ternura. Sin embargo, él la ignoró olímpicamente.

Salió al pasillo con las manos hundidas en los bolsillos delanteros de sus pantalones. Quería hablarle, por supuesto que quería hablarle, sonreírle, saludarla y abrazarla...Pero también tenía presente que el simple hecho de tenerla cerca podría lastimarla profundamente.

Negó, listo para irse a casa y organizar ciertas tareas que los profesores le habían asignado. Sin previo aviso, sintió un jalón que lo desvió de su camino, y vaya sorpresa se llevó al ver que se trataba de la chica que hasta hace unos segundos invadía sus pensamientos.

—Fiorella... ¿Qué ocurre?—indagó, extrañado por su actitud. Miró de soslayo a la morena de cabellos rizados detrás de ellos, quien no dudó en darle una advertencia con sus ojos antes de marcharse a la salida

La morena frente a él puso sus brazos en jarra, logrando capturar su atención nuevamente—Eso mismo me pregunto yo. ¿Qué ocurre?—se acercó más, provocando que el rubio retrocediera como si fuera venenosa—Te sonreí y me ignoraste... ¿Estás enojado conmigo?—jugó con sus dedos encima de su regazo, cabizbaja.

El rubio sintió ternura ante eso, estuvo tentado acercarse a ella, pero recordó el trato que tenía con la Rossi: No cruzar límites hasta que Fiorella decidiera qué hacer con su compromiso. Sin embargo, escudriñó a los alrededores verificando que el lugar estuviera solo.

Llevó sus dedos a su mentón para entrelazar miradas y, descubrió nervios en la de ella al creer que estaba disgustado. Volvió a sonreír abiertamente, sí que le había hecho muchísima falta.

—Jamás podría enojarme contigo, es sólo que estoy un poco ansioso por conocer a mi hermanita—mintió; aunque no del todo.

Sintió la sangre subir a sus mejillas, sonrió tímida tras asentir—Oh, Alessia es maravillosa—comentó contentamente, haciéndolo sonreír igual—Es una niña súper inteligente y muy cariñosa. Si quieres puedo acompañarte.

Su corazón saltó dentro de su pecho, pero se obligó a controlarlo. No debía dejarse dominar por las emociones que provocaba Fiorella en él, tampoco era que se lo ponía fácil al hacer esos gestos que le causaban una inmensa ternura.

—No creo que sea buena idea—rascó su nuca, nervioso—No quiero que volvamos a involucrarnos—dictó firme, dejándola perpleja por su repentina decisión—Escucha, lo que hice hace unas horas estuvo mal porque estás comprometida y no quiero darte problemas; así que es mejor poner distancia.