▪️05

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Ahora reflexionaba, ¿cuándo sucedió? No lo sabía, no lo tomó en cuenta, no se preocupó.

En estos momentos se sentía horrible, simplemente que acababa de pasar?

Sólo recordaba el tratar de dormir, el cerrar los ojos. Lamentablemente, al abrir sus ojos su mano sangraba.

Aquel líquido que se deslizaba con tanta delicadeza pero dolor por su mano, esta temblaba mientras veía el espejo con cierta desdicha.

Estaba totalmente roto, los pedazos de este en el piso ya yacían, algunos cubiertos de la poca sangre que había derramado.

Su mente no lo terminaba de procesar, quería terminar todo de una maldita vez

¿Por qué era tan difícil?

— ¿Qué pasó? —Colombia vendaba la mano de su hermano, este solo mantenía la cabeza gacha, sentía que si en cualquier momento la levantaba las lágrimas no tardarían en salir— ¿No me dirás o estás planeando una mentira?

El venezolano guardó silencio y desvío su mirar a los pedazos de espejo que Ecuador recogía con cuidado. Colombia tomó al de ocho estrellas del mentón, mirándolo a los ojos.

—» No me evites, Venezuela. Dime. —Soltó un gemido lastimero, dejando que las lágrimas salieran de una vez por todas. Cubrió su cara con sus manos al mismo tiempo que lloraba, a Colombia se le marcaba la lastima en su mirar.

Ahí fue cuando ambos hermanos entendieron todo.

Los síntomas de corrupción.

...

— Venezuela, toma. —El americano dejó una floreciente rosa en la mano vendada del venezolano, Venezuela rió por el gesto.

— ¿Por qué no una orquídea? —Preguntó confuso, le parecía más conveniente la flor ante dicha por ser su flor nacional.

— Las rosas son bellas, pero con su belleza te atraen y lastiman con sus espinas. Sin embargo, siempre hay una que nace entre el caos, floreciendo hermosamente. —Contó con cuidado el norteamericano, Venezuela le prestaba el más mínimo cuidado a cada palabra pronunciada— Esta es aquella rosa, las demás estaban muriendo y está apenas florecía. Quise dártela.

Venezuela sorprendido por las palabras del de cincuenta estrellas, miró la rosa y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Agradeció internamente, no tenía palabras para explicarse.

No soltaron palabras después de esa.

Para ellos era simple, iniciar una conversación llena de mentiras o guardar un silencio sincero.

Siempre preferían la segunda.

A pesar de no saber qué pasaba por la mente del otro, que sucedía el uno con el otro. Siempre se hacían una idea, siempre era la correcta.

— ¿Y cómo te sientes? —Estados Unidos miró al venezolano, para luego desviar su mirada abruptamente.

— I feeling fantastic. —Susurró en una vil mentira, como todas. Venezuela abrió sus labios apunto de decir algo, pero los cerró de inmediato. Arrepintiéndose de sus palabras.

Tan sólo dejaron que el silencio hablara por ellos.

Venezuela no quería que se alejara, no quería que le tuviera miedo por su corrupción, podía hacerle daño al norteamericano.

Qué egoísta.

USA por su parte, era igual. Sabía que el venezolano apenas supiera cada detalle de él se alejaría, lo dejaría. Pero, tan solo quería disfrutar de su compañía, solo un poco más.

Ambos eran egoístas.

Ambos fingían tener un paraíso que no podían poseer, que jamás obtendrían.

Ambos querían ser felices, pero que lastima.

Lamentablemente no podrían.

«Me estoy desmoronando»


|| Capítulo súper kk, lo sé pero es lo qué hay. Disfruten mucho el capítulo que le sigue a este, porque ese será la calma antes de la gran tormenta que se viene.

Voten y comenten, recuerden que los amo mucho ❤️

Depressive. || UsaVeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora